Desde este verano, hay una nueva forma de ahorrar en el gasto de electricidad: la facturación por horas. Este sistema de tarificación implica importantes ahorros en función de los tramos horarios que se utilicen para consumir esta energía. Pero no es la única. Este artículo propone otras cuatro opciones para contener el recibo de la luz en casa: desde la contratación on line, hasta unificar la factura con otros productos energéticos, pasando por adoptar una tarifa plana para mantener siempre la misma cuota, con independencia de su consumo. En todos los casos, se tendrá un efecto inmediato en el pago del recibo, ya que se abaratará en torno al 10%.
Primera opción para pagar menos de luz: facturación por horas
Las familias disponen ya de una nueva herramienta para abaratar todos los meses el recibo de la luz: la facturación por horas. No obstante, no todos los hogares podrán acogerse a este modelo de tarificación, pues hay que cumplir una serie de requisitos.
Solo podrán acceder los que tengan una potencia contratada inferior a 10 kWh y bajo la tarifa PVPC (precio voluntario al pequeño consumidor), o la oficial, antes denominada TUR (tarifa de último recurso).
También hay que cambiar de contadores, sin ningún gasto para los usuarios, pues los nuevos podrán ser alquilados o adquirirse en propiedad. Este contador inteligente leerá el consumo de la energía eléctrica por franjas horarias.
Otra novedad que aporta este sistema es que los recibos serán de nuevo mensuales, en vez de cada dos meses, lo que generará un mayor control sobre el consumo en las casas.
Para quienes cumplan estas condiciciones, y opten por este sistema de facturación, el ahorro alcanzará hasta el 10%, si se eligen bien los tramos utilizados: cada hora tiene una tarifa diferente, en función de la época del año y de su demanda. Por lo general, las franjas que van desde las 0:00 a las 8:00 horas son las baratas para realizar las principales operaciones domésticas y usar los electrodomésticos (lavavajillas, lavadora, etc.), mientras que las más cercanas a las horas de las comidas (en torno a las 15:00 y 21:00) no son tan competitivas y, por tanto, encarecen el consumo.
Pagar menos por la electricidad: otras tres alternativas
Además de la tarifa por horas, también hay otras iniciativas más tradicionales para los hogares, pero igual de efectivas, que permiten rebajar el uso de esta energía, sin tener que renunciar a las tareas de la casa. Son accesibles para todas las viviendas: solo es necesario detectar las necesidades reales para decidir cuáles son las más convenientes y rentables.
- Suscripción on line: concede el mismo servicio, con la única diferencia que se realizan todas las gestiones desde el ordenador, de forma rápida y sencilla y a cualquier hora del día, y sin la obligación de contratar servicios adicionales. Genera un ahorro del 10% sobre la facturación convencional.
- Unificar todos los recibos: los suministradores de energía cuentan con esta oferta, que está vinculada al servicio de gas, y que premia a los clientes su mayor fidelización con descuentos del 10% en ambos servicios. No tiene compromiso de permanencia para que los usuarios seleccionen en cualquier momento la propuesta que mejor se adapte a sus necesidades.
- Ofertas en la conexión: las compañías eléctricas disponen de varios planes de ahorro, con bonificaciones de entre el 5% y el 10%, aunque para ello, en algunos casos, hay que contratar servicios adicionales para el hogar.
Quinta opción para ahorrar en el recibo eléctrico: tarifa plana
La tarifa plana no es monopolio exclusivo de los servicios de telefonía fija o móvil, ni de las operaciones en Bolsa. También sirve en el sector eléctrico como fórmula para abaratar el consumo de las familias que más emplean este servicio. Para cumplir con este objetivo, no hay más remedio que atenerse a las características que aporta este sistema de facturación fijo al que pueden abonarse todos los hogares.
- Permite acabar con los altibajos en las facturas de luz y de gas, ya que siempre se pagará la misma cuota, sin desviaciones en uno u otro sentido.
- La cuota es fija e invariable durante todo el año, con la ventaja de que los usuarios saben de antemano el importe que deben abonar todos los meses.
- Admite la posibilidad de cambiar de cuota, de forma gratuita, ante las necesidades que se se vayan presentando.
- Es más ventajosa para consumos altos, donde la rebaja del servicio es más significativa, mientras que en los bajos se estará pagando por encima del consumo real, por lo que no merecerá la pena contratarlo.
- Se pueden encontrar ofertas y hasta cuotas gratis durante un año.