Imagen: Morris K. Udall Foundation
Un gesto tan simple como cambiar la bombilla que se utiliza habitualmente por una de bajo consumo puede rebajar la factura de la electricidad, además de ayudar a reducir las emisiones de CO2 de los hogares. Estos expiden una media de 1.300 kilogramos de dióxido de carbono al año por vivienda, lo que supone un porcentaje cercano al 7%-9% del total de emisiones. Se trata sólo de una más de las herramientas que el programa «Huella Verde» pone a disposición de los usuarios para ahorrar y contribuir al mismo tiempo a la conservación del medio.
Mediante la sustitución de una sola bombilla, cada hogar español conseguiría ahorrar 115 Kw/h y 45 kilogramos de emisiones de dióxido de carbono, y si en todos los hogares españoles se hiciera lo mismo se disminuirían las emisiones de dióxido de carbono en unas 67.500 toneladas aproximadamente. Un ejemplo práctico puede ilustrar, de manera sencilla, el ahorro que además supondría para los consumidores:
Una bombilla tradicional de 100 W (que cuesta unos 0,6 euros) proporciona la misma luz que una lámpara de bajo consumo de 20 W (unos 9 euros). Si están encendidas unas 5 horas diarias, su consumo eléctrico a lo largo de un año, proporcionando las dos la misma luz, será: 100 W x 5 horas/día x 365 días = 182.500 Wh y 20 W x 5 horas/día x 365 días = 36.500 Wh. En el recibo eléctrico se factura por kilovatios hora (kWh) por lo que, suponiendo que el kWh cueste 0,14 euros: 182.500 Wh x 0,14 euros/kWh = 25,6 euros y 36.500 Wh x 0,14 euros/kWh = 5,11 euros.
En un año, la lámpara de bajo consumo ahorraría al consumidor 20,49 euros. Por otra parte, las lámparas de bajo consumo duran ocho veces más (8.000 horas) que las bombillas convencionales (1.000 horas). El gasto de ambas en 8.000 horas de vida útil de la lámpara de bajo consumo es de 112 euros, por lo que el ahorro total sería de 90 euros en la factura eléctrica más otros 4 euros por las siete bombillas convencionales que se tendrían que haber comprado, ya que éstas no suelen durar más de 1.000 horas.
En un año, una sola bombilla de bajo consumo podría suponer al consumidor un ahorro de 20,49 euros
Este es sólo un ejemplo de las posibilidades de ahorro que muestra la página web puesta en marcha por la empresa Iberdrola, que permite a los usuarios medir las emisiones de dióxido de carbono que produce el consumo en el hogar y el transporte utilizado por las familias españolas. Pero, además de consultar las posibilidades de ahorro doméstico, posibilita el diseño de un plan preventivo para reducir dicho consumo en función de las directrices que marque cada usuario, y de la estación del año.
Un ahorro de 5.000 toneladas
Para poder beneficiarse de los consejos de «Huella Verde», el usuario debe registrarse en la citada web de la eléctrica -el sistema sólo permite un alta por hogar-, lo que le permitirá disponer de cuenta propia, a la que se accede con unas claves que proporciona la empresa en el momento de darse de alta. Una vez realizado este trámite, se debe responder a un sencillo cuestionario de 25 preguntas sobre los hábitos de consumo eléctrico y de transporte, el tipo de vivienda o el uso que se hace del aire acondicionado y de las luces, entre otros hábitos domésticos. De esta forma, el sistema calcula el volumen aproximado de dióxido de carbono que emite cada consumidor y le pregunta qué porcentaje quiere reducir.
Tras delimitar el objetivo, se proponen una serie de medidas en función de la estación del año, y se establece un plazo para que el usuario las ponga en marcha. Los objetivos de reducción propuestos se controlarán a través de un plan trimestral, y a lo largo del proceso cada hogar recibirá información sobre sus avances en el logro del objetivo final: reducir 5.000 toneladas de emisiones de CO2 hasta fin de año, entre todos los participantes del programa (hasta la fecha, se ha logrado reducir un total de 1.070,62 toneladas).
Llevar a la práctica este programa es sencillo, ya que basta con cambiar los hábitos de seis-diez acciones cotidianas, pequeños gestos con los que el consumidor puede llegar a obtener grandes resultados, visibles de manera notable en su factura de electricidad. Al finalizar cada período, los organizadores del proyecto enviarán un mail a cada participante para recordarle que puede comenzar con las acciones de la siguiente estación, para lo que deberá rellenar de nuevo un breve cuestionario. Una vez finalizado el proyecto, se habrá conseguido una importante reducción de las emisiones domésticas de dióxido de carbono, y se publicarán los resultados globales.