Consumir fruta a diario en necesario en una dieta equilibrada. Podemos conseguir un ahorro importante en nuestro presupuesto de alimentación si seguimos algunos sencillos consejos:
– La fruta de temporada (propia de cada estación) es más asequible económicamente y está en óptimas condiciones de consumo.
– La fruta verde madurará antes si la metemos en una bolsa de papel marrón cerrada durante varios días o si ponemos una manzana madura junto a ella.
Las diferentes clases de frutas que encontramos en los mercados tienen sus características propias. Es interesante conocer cómo elegir algunas de las más comunes:
– En la elección de las uvas hay que tener en cuenta que no madura después de cosechada. Por tanto los tallos deben estar bien sujetos al fruto y conviene que los racimos hayan estado refrigerados. El color depende de las diferentes variedades: un tono amarillento en la uva blanca; un tono carmesí en la roja; y uno muy oscuro en la uva chinche.
– Las manzanas han de tener una piel firme, limpia, y suave.
Debemos rechazar aquellas que tengan golpes o partes blandas u oscuras y las que presentan arrugas al tacto.
– Un melón de buena calidad debe «pesar» y no estar blando. No tiene que presentar golpes, cortes ni manchas. Cuando cortemos el melón procuraremos envolver el sobrante con film para evitar la pérdida de la vitamina C.
– Los kiwis no han de ser demasiado pequeños, blandos ni con la piel dañada.