Los gastos en ropa, calzado y material escolar se añaden en septiembre a los desembolsos habituales para llenar la nevera y a las facturas derivadas del consumo doméstico. Para que las cuentas cuadren, sobre todo si no se dispone de unos ahorros, es recomendable elaborar un presupuesto, es decir, contabilizar los ingresos y descontar los pagos fijos, así como prever los gastos probables. De este modo podremos saber con certeza con cuánto dinero disponemos para nuestras compras.
La principal partida del presupuesto familiar se destina a «la cesta de la compra», por eso conviene tener en cuenta los consejos que difunden entidades como la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACU) o la Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa AL-ANDALUS:
·Antes de hacer la compra es recomendable elaborar una lista previa y atenernos a lo estrictamente necesario.
·El consumidor puede beneficiarse si compara precios en distintos establecimientos, ya que existen diferencias considerables.
·Las ofertas suponen un beneficio real para el consumidor si sabe aprovecharlas.
·Aunque es fácil encontrar en el mercado todo tipo de productos en cualquier mes, opte por los productos de temporada, los precios son mucho más bajos.
·En nuestros menús, debemos apostar por aquellos platos que ofrecen calidad a un coste más bajo. El pescado azul es un buen ejemplo. Se encuentra en el mercado a precios muy asequibles y gastronómicamente ofrece muchas posibilidades.
Respecto a las facturas, conviene recordar la relación existente entre ecología y economía: el ahorro de energía no sólo beneficia a nuestro bolsillo, es importante para un medio ambiente menos contaminado y degradado. Veamos algunas propuestas prácticas para reducir el consumo:
·No ponga la lavadora ni el lavavajillas hasta que estén llenos. Opte por lavar la ropa en frío y procure prescindir del prelavado.
·Cuando cocine, tape las cazuelas para no despilfarrar calor. No use cazos de menor tamaño que el hornillo y si la cocina es eléctrica, apague la placa unos minutos antes de terminar para aprovechar el calor residual. La olla express ahorra tiempo y energía. Si utiliza el horno, compruebe si la comida está hecha encendiendo la luz en lugar de abrirlo.
·Recuerde que no debe introducir alimentos calientes en el frigorífico ni mantener la puerta abierta. Cuando la escarcha sobrepase 1,5 cm de espesor conviene descongelar la nevera.
·Para ahorrar agua, es preferible ducharse a tomar un baño, reparar los grifos cuando gotea (una gota por segundo se convierten en 30 litros al día) y cerrar el grifo cuando nos cepillemos los dientes.
·Apague las luces cuando no las use y aproveche la luz natural.
En cuanto a los gastos en la farmacia, no se automedique. Tenga también en cuenta que hay medicamentos de idéntica composición pero con precios muy distintos según las marcas. Recuerde que la venta en farmacia no garantiza la eficacia de un producto y evite los productos «milagro».
A la hora de usar nuestro coche también podemos ahorrar. Se consume más combustible circulando a más de 100 km/h, dando acelerones bruscos o cargando el vehículo en exceso. Si utiliza el transporte público, lo mejor es usar abonos, que pueden suponer descuentos de hasta el 50% con respecto a los billetes sencillos.
Las tarjetas de crédito no siempre son ventajosas. Restrinja su uso y reduzca también, en lo posible, las compras a plazos. Procure ahorrar y saque el máximo partido a sus inversiones. Estudie su saldo, sus necesidades y compare distintas opciones. No olvide sus impuestos: infórmese de todas las deducciones y benefíciese de ellas.
Cuando vaya a planificar sus ratos de ocio, valore el gran número de actividades que son gratis (paseos, excursiones, museos, exposiciones…). Aproveche los descuentos que suelen ofrecerse en espectáculos y visitas culturales. Esté al tanto de las actividades culturales que organiza su ayuntamiento o comunidad: suelen ser gratuitas o a bajo precio.