La hipoteca o el alquiler, los suministros básicos, la cesta de la compra… Hay partidas de las que poco se puede recortar, aunque necesitemos disminuir nuestro gasto de manera drástica. Sin embargo, sí se pueden reducir caprichos o gastos realizados en ocio, puesto que no son imprescindibles y podemos permitirnos recortarlos. Pero también hay gastos que desconocemos tener y nos restan cada año muchos euros, como seguros duplicados o tarjetas y cuentas bancarias inútiles. Si empezamos por limitar o eliminar estos gastos, lograremos gastar menos sin cambiar en exceso nuestro modo de vida.
Un sueldo menos en casa, un ERTE, miedo a perder el empleo o a no poder mantener abierto tu pequeño negocio hacen que trates de recortar gastos en tu economía diaria. Pero reducir lo que gastas no significa pasar del todo a la nada. Disminuir gastos es complejo, pero lo importante —casi nadie lo cumple a pesar de ser un consejo conocido— es «realizar un balance realista de ingresos y gastos y tener una radiografía con tu presupuesto mensual; saber de qué partida de gastos podríamos recortar para ahorrar», comenta Javier Navarro, experto de la web especializada en ahorro CasaCocheCurro.
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¿Por qué gastos empiezo a recortar para ahorrar?
?? Número o cuota de comisiones bancarias. Comisiones de estudio para conceder un crédito, comisiones por mantenimiento de la cuenta y por la tarjeta o por hacer transferencias… hay operaciones que no pueden dejar de realizarse. Pero, como asegura el asesor fiscal Diego Fernández, es primordial «no tener miedo de acudir a la entidad bancaria e intentar negociar», ya sea para reducir el número de comisiones o su cuota. Esto es muy sencillo, si es el banco donde se tiene la nómina, algún depósito, etc.
?? Cantidad de tarjetas bancarias. Tener «una tarjeta de crédito y una de débito» es suficiente para la gran mayoría de consumidores, señala el experto. La tarjeta de débito basta para poder pagar tus gastos, si estos se limitan a abonar la compra, una salida a un restaurante, etc. La tarjeta de crédito solo debe usarse para grandes adquisiciones. Al disminuir el número de tarjetas se merman de manera considerable los gastos que llevan aparejados.
?? Número de cuentas bancarias. Unificar todas las cuentas en una sola recorta muchos gastos. Los expertos recomiendan tener como máximo dos cuentas (ya sea en la misma o en distinta entidad bancaria).
?? Proveedores de Internet, teléfono o televisión. Estamos acostumbrados a pagar una cuota fija por todo, pero en la mayoría de los casos es «muy superior a lo que verdaderamente necesitamos o consumimos», explica Javier Navarro. Y teniendo en cuenta la gran variedad de compañías y ofertas diferentes, podríamos «tener una cuota para el teléfono y otra en otra compañía para nuestro Internet en casa y conseguir ahorrar unos euros respecto al pack ‘todo en uno’ que ofertan las principales empresas», añade.
?? Seguros. Es importante revisar a conciencia algunos productos en los que podemos tener un seguro contratado, como tarjetas, cuentas, colegios profesionales… Podemos rescindir el contrato con otro seguro que nos salga más caro, si ya tenemos asegurado lo básico en algún otro producto. ¡Ojo! Es fundamental, y en estos casos más que nunca, leer la letra pequeña y cerciorarse de qué se incluye y qué no.
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?? Ocio. Es uno de los primeros gastos que se pueden reducir. Gastar menos fuera de casa es posible, si paseamos sin consumir demasiado (con la pandemia es una opción más sencilla) o salimos a correr por los parques y jugamos al fútbol, tenis o baloncesto en instalaciones públicas.
?? Peluquería y estética. Muy castigados durante los meses del confinamiento, estos establecimientos ofrecen sus servicios cada vez con mejores ofertas (paquetes que incluyen corte, color y peinado junto a depilación, etc.). Otra opción es acudir menos veces a la peluquería o hacerse menos tratamientos.
?? Compras. Debemos hacer una compra responsable; no se trata de no adquirir sino de hacerlo «con cabeza», apunta Navarro. Por ejemplo, no encaprichándonos del teléfono de última generación, si el uso que hacemos de éste es básicamente el de chatear o ver vídeos por Internet. «Y así con todo», aclara. Hay que valorar y considerar cada decisión de compra, desde unos pantalones hasta planificar la alimentación «para no comprar de más y acabar tirando comida a la basura«. Al principio es difícil, pero si se adopta esta actitud ante todo, podremos vivir sin grandes cambios, señala.
? Un consejo extra: cambiar de banco. La fidelidad de los españoles a su entidad es legendaria y no es una costumbre muy asentada dejar nuestro banco por otro. De hecho, más del 80 % de los habitantes de nuestro país se mantiene fiel a su entidad, según el ‘Barómetro de Innovación Financiera’ elaborado por Funcas y Finnovating. Sin embargo, Fernández asegura que «tampoco debemos tener miedo a un cambio de banco», sino todo lo contrario, ya que deberíamos verlo «como una oportunidad». Al igual que variamos de proveedores de servicios, cambiar de entidad «puede suponer un gran ahorro a final de cada año». Conviene estudiar y analizar bien «qué condiciones tiene la nueva entidad» antes de dar el paso. Así, hay que fijarse, por ejemplo, en las ventajas de llevar la nómina, cuándo no te cobran comisiones, etc.
La cesta de la compra es esencial para una alimentación equilibrada y mantener la salud a raya, y más aún en tiempos de pandemia. Por ello no conviene meter la tijera en esta partida. Caprichos como chocolates y galletas pueden recortarse, pero reducir el gasto en alimentación, la solución que a todo el mundo se le ocurre, ni es lo más sano ni lo que más ahorra al final.