Sobre todo en verano, el calor y la sequedad del ambiente favorecen que los insectos y los roedores, al buscar un hábitat más confortable y húmedo, se instalen en los hogares, a través de las tuberías y de las pequeñas grietas o agujeros. Y nadie está a salvo. Sin ir más lejos, el juzgado de guardia de Sevilla registró el pasado mes de junio una plaga de chinches que causó picaduras a varios trabajadores. Por ello, las empresas de desinfección y control de plagas llevan a cabo una labor indispensable. Su actividad consiste en eliminar estas colonias insalubres para mantener el bienestar de los ciudadanos y la calidad del medio ambiente. Si se actúa a tiempo, se pueden ahorrar costes sanitarios, económicos y medioambientales.
Plagas, transmisoras de enfermedades
Todas las plagas son contaminantes potenciales y, en muchas ocasiones, pueden transmitir enfermedades a los habitantes de una casa. Un desagüe atascado, una grieta mal sellada, la acumulación de basura y alimentos en mal estado o una deficiente higiene constituyen, a menudo, la puerta de acceso para que insectos y roedores penetren en las viviendas. Si se tiene en cuenta que estos animales transportan en su aparato digestivo, piel y patas, especies patógenas, que pueden depositar sobre alimentos y objetos de uso cotidiano, el riesgo para la salud de las personas es más que evidente.
Un desagüe atascado o una grieta mal sellada pueden ser la puerta de acceso de insectos y roedores
En una sociedad globalizada, donde las fronteras físicas ya no son obstáculo para la expansión de especies nocivas, se hace imprescindible controlar las plagas de modo eficaz. El aumento del turismo y la liberalización del comercio internacional en los últimos años han permitido que muchos microorganismos patógenos atraviesen los continentes con la misma facilidad que las personas. La labor de las empresas de desinfección y control de plagas es fundamental, puesto que actuar a tiempo puede ahorrar cuantiosos costes sanitarios, económicos y medioambientales.
Cómo actuar
Los profesionales del sector de la desinfección de viviendas sostienen que para lograr la efectividad en el control de una plaga hay que tener en cuenta tres aspectos:
- Se debe realizar un diagnóstico de la zona afectada por la plaga para identificar y clasificar la especie que se va a combatir.
- Se tienen que identificar los factores propicios para su desarrollo e inspeccionar los puntos críticos de control.
Hay que establecer unas medidas de corrección necesarias:
- Medidas físicas: para evitar la entrada de insectos y roedores y un nivel óptimo de limpieza para evitar la proliferación de la plaga.
- Medidas biológicas: utilizar productos biológicos que aseguren un control de la plaga.
- Medidas químicas: usar diferentes compuestos que se eligen según las características de la superficie de que se trata, la plaga que se pretende combatir, las condiciones de temperatura y humedad, etc.
Tres actuaciones fundamentales
La desinfección
Es una técnica de saneamiento para destruir los microorganismos patógenos (bacterias, virus y hongos) mediante la nebulización y pulverización de productos químicos. Se trata de mantener los niveles de contaminación microbiana dentro de los límites considerados aceptables, desde el punto de vista sanitario.
La desinfección de los hogares se hace, a menudo, con agentes químicos, que son tóxicos para los microorganismos, pero tienen el mínimo impacto para el ser humano y el medio ambiente. Mediante un aparato microdifusor, el desinfectante se emite fragmentado en gotas muy pequeñas que se reparten de manera homogénea por todos los puntos de la casa.
Las principales ventajas de esta desinfección ambiental son:
- Hace un reparto homogéneo del desinfectante para alcanzar todas las superficies de la vivienda.
- Elimina todos los microorganismos, incluso los más resistentes.
- Se utilizan gran variedad de productos de gran eficacia y versatilidad, que no son nocivos para el hombre.
La fumigación es una técnica de desinfección más agresiva que se aplica para controlar plagas en hogares y cultivos. El método de fumigación en hogares o ambientes cerrados se basa en la aplicación de un gas (como el bromuro de metilo) que es muy dañino para la salud. Por ello, después de realizarse el proceso de fumigación, se debe medir el grado de toxicidad en el ambiente para comprobar si la vivienda puede habitarse de nuevo.
Las altas temperaturas y la humedad favorecen el desarrollo de microorganismos. Por ello, la desinfección de los filtros y rejillas de los aparatos de aire acondicionado ayuda a eliminar la bacteria causante de la legionelosis, enfermedad que ha afectado en los últimos años a un gran número de personas.
La desinsectación
Las empresas de desinfección reemplazan de manera gradual los plaguicidas químicos (biocidas) por otros métodos con igual efectividad, pero de bajo impacto en el medio ambiente y la salud. La desinsectación tiene como objetivo la eliminación de insectos, para lo cual hay que tener en cuenta algunos factores:
- Reconocer el tipo de artrópodo.
- Conocer su distribución, ciclo biológico, comportamiento y estimar su densidad.
- Elegir un plaguicida específico y realizar el tratamiento en el lugar donde la plaga es más sensible.
Se intenta siempre utilizar la menor cantidad de insecticida y de productos químicos para eliminar las plagas de insectos y, si es posible, se usan geles y trampas de feromonas, con el fin de respetar el medio ambiente y la salud de las personas.
Los insectos xilófagos pueden causar daños importantes en muebles, vigas, e incluso, estructuras del edificio. La madera atacada por estos insectos carece de síntomas visibles en el exterior. Por ello, es imprescindible identificar la especie (carcoma, termitas…) y realizar un estudio completo sobre el tratamiento más aconsejable en cada caso.
La desratización
Antes de realizar los tratamientos, las viviendas se someten a una inspección detallada para averiguar las posibles vías de entrada de los roedores. La desratización tiene por objeto la eliminación de ratas y ratones de un determinado lugar para reducir al mínimo el impacto en el hombre. Puede entenderse desde dos aspectos diferentes:
- La desratización pasiva: es la técnica defensiva que impide que los roedores penetren, vivan y proliferen en la vivienda.
- La desratización activa: integrada por métodos físicos, químicos y biológicos. Su objetivo es el control de las poblaciones de roedores.
Los roedores, además de destruir enormes cantidades de productos alimenticios y cosechas, y causar daños en el hogar, son los responsables de la transmisión de numerosas enfermedades.
Los precios de una desinfección en una vivienda
Para poder actuar en España, las empresas de tratamiento de control de plagas, desinfecciones y fumigaciones, tienen que contar con la homologación y registro del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Además, es habitual que cuenten con la certificación de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA). El personal responsable de aplicar los tratamientos contra las plagas debe tener el carné de técnico aplicador de tratamientos DDD (desinfección, desinsectación y desratización).
Cuando se contacta con una empresa de desinfección, esta elabora un informe previo donde se detallan todas las acciones que se tienen que llevar a cabo en la vivienda. A partir de ahí, la empresa hace un presupuesto gratuito y sin compromiso.
El precio medio por una hora de fumigación oscila desde 20 hasta 35 euros
Al contratar los servicios de estas empresas, conviene tener en cuenta que el precio medio por una hora de fumigación puede ir desde 20 hasta 35 euros, según la superficie del inmueble, la comunidad autónoma y el tipo de plaga. Eliminar una plaga de cucarachas puede costar entre 40 y 70 euros. En cuanto a la limpieza y desinfección de aparatos de aire acondicionado domésticos, los precios oscilan entre 30 y 50 euros más IVA por aparato e incluyen la limpieza de los filtros y la desinfección con bactericida.
Solicitar una desratización en un piso de unos 100 metros cuadrados puede suponer 150 euros. A todos estos precios hay que añadir los costes de desplazamiento de los equipos de desinfección. Cuando se solicita una actuación de urgencia para eliminar una plaga, los precios suben de manera considerable.
Las plagas de insectos (cucarachas, mosquitos, hormigas…) aparecen más en la cocina y los baños, también en las ventanas y tejados (avispas y abejas) y en los muebles (carcoma, termitas…). Por su parte, las plagas de pulgas y chinches surgen más en las zonas rurales o con mucha vegetación alrededor. Los sótanos y pisos bajos son más susceptibles de sufrir plagas.
Los clientes
El perfil medio del cliente que solicita los servicios de las empresas de control de plagas corresponde, en su mayoría, a mujeres jóvenes que residen en ciudades. Ellas son las más preocupadas con la desinfección del hogar, sobre todo, si están embarazadas o tienen hijos pequeños.
Los perros, gatos o cualquier otra mascota son muy proclives al ataque de pulgas, garrapatas y chinches. Usar champús específicos, cambiar con regularidad los collares o segar de manera asidua los matorrales y el césped del jardín son remedios eficaces para evitar las plagas. Las comidas y piensos de los animales deben estar bien cerrados y envasados en recipientes metálicos, almacenados a cierta altura y nunca en exteriores.
Para prevenir las plagas conviene extremar las medidas de higiene, ventilar bien la vivienda, tirar los alimentos en mal estado o caducados y no dejar restos de comida sobre las encimeras o esparcidos por la casa. Conviene además observar las zonas de acumulación de basuras, maleza o suciedad cercanas al domicilio y dar aviso a los servicios de limpieza para que las recojan.
Para prevenir las plagas hay que procurar tener la casa limpia, ordenada y aireada. Para ello, al menos una vez al mes, conviene hacer una limpieza exhaustiva.
- Una casa no es un almacén, por lo que es conveniente tirar todo lo que no sirva o no se utilice.
Guardar en cajas ropa, zapatos, libros y demás utensilios que no se usan a menudo.
Pasar la aspiradora y limpiar el polvo por todos los rincones (zócalos, marcos de las puertas, lámparas, cortinas, alfombras, e incluso, los colchones) para eliminar los ácaros.
Limpiar los cristales de las ventanas y fregar los suelos.
Desinfectar con lejía diluida los baños (sobre todo, el inodoro y la bañera) y la cocina (con especial atención al horno, al microondas y a la campana extractora).
Vaciar la nevera y limpiarla a conciencia por dentro (baldas, rejillas y congelador) con agua tibia y jabón neutro.