Mantener la casa en perfecto estado no sólo implica tenerla limpia y ordenada, sino controlar que todo funcione de manera adecuada, ya sea el sistema eléctrico, los desagües, o el contador de agua. Los contadores deben ser objeto de revisiones periódicas, control que realizan las empresas suministradoras hasta un máximo de tres veces al año. Cuando los usuarios advierten alguna irregularidad, o si no están conformes con el resultado del peritaje realizado por la compañía proveedora, deberán ponerse en contacto con la oficina de Industria de su comunidad autónoma. En caso de que se hayan realizado las tres revisiones, serán los clientes quienes deberán abonar la nueva comprobación, una tasa de un mínimo de 6 euros. Una vez que el usuario haya pagado la tarifa y rellenado y entregado la solicitud correspondiente, un técnico de industria cambiará el contador antiguo por uno provisional. Tras realizar estas gestiones el Laboratorio de Verificación de Contadores de Agua realiza la comprobación del antiguo y corrobora si existe algún fallo, procedimiento que puede prolongarse hasta cuatro meses, durante los cuales el cliente deberá continuar abonando el servicio a la empresa suministradora. Si el resultado de la revisión es favorable al consumidor, la compañía de agua deberá compensar al cliente con un ajuste de las facturas abonadas.
Revisión del contador
El problema llega cuando la empresa certifica que el aparato funciona correctamenteCuando llega a casa una factura de agua demasiado abultada, todo el mundo busca las posibles causas; las más comunes suelen ser un exceso de consumo, una avería interna en la red, o una fuga. En caso de que ninguna de estas tres opciones sea la razón del gasto excesivo, el cliente puede solicitar -a través de una reclamación a su entidad distribuidora- una revisión de su contador. Ésta se realiza a través del desplazamiento de un técnico al domicilio, quien realizará una revisión más completa. Diez días después, el consumidor debe recibir una carta en la que se expone el estado del contador. Si se constata la existencia de una avería, no hay más que cambiarlo -de lo que se encarga la empresa- y realizar un ajuste monetario de la factura.
El problema llega cuando la empresa certifica que el aparato funciona correctamente. Si el consumidor cree que su contador está en mal estado y no está conforme con el resultado de esta evaluación, puede dirigirse a Industria para que este organismo efectúe una revisión mas detallada. Porque, aunque los usuarios abonen en la factura una cuota de mantenimiento del contador, ésta no es siempre condiciona a la compañía suministradora a realizarla cuantas veces sea necesaria.
Comprobaciones caseras
Antes de solicitar la revisión del contador por parte de un técnico -sea de la compañía suministradora o de Industria-, es recomendable revisar en casa el funcionamiento del contador. Una de las maneras más sencillas de realizarlo, según indican los especialistas, es dejar el grifo abierto y comprobar que la aguja roja -o bien la cifra roja en los contadores sin aguja- avanza hacia los números superiores. Por ejemplo, si con el grifo cerrado el contador marca el número 73, cuando se dé paso al agua, ha de aumentar a 74, y así sucesivamente.
Si no existiera variación en el consumo y el contador funciona bien, hay que controlar que la instalación esté libre de pérdidas de agua. Según las empresas que gestionan el servicio de aguas, el siguiente paso que debe darse es apuntar la lectura del contador y mantener todos los grifos cerrados durante una o dos horas para luego volver a constatar que la cifra que marca el contador sigue siendo la misma. Si la lectura ha variado, significa que existen fugas en el hogar. Estas pérdidas pueden estar localizadas en los desagües (depósitos, inodoros, bidets, calderas de calefacción) o bien en las tuberías subterráneas. Si éste es el caso, el arreglo debe ser solventado por el usuario, pues la empresa únicamente se responsabiliza del correcto funcionamiento del contador del agua, coste cubierto por la cuota de mantenimiento del mismo.
Los pasos que se deben seguir para solicitar la revisión de Industria son los siguientes:
- Comprobar que no haya fugas.
- Realizar la reclamación a la compañía suministradora, y que la misma ya haya cumplido con el máximo de revisiones anuales.
- Ponerse en contacto con el teléfono de información 012 para comunicarse con la oficina de Industria de cada comunidad autónoma.
- Rellenar una solicitud de revisión.
- Pagar la tasa correspondiente.