Todos los consumidores han utilizado alguna vez una línea 900. A pesar de ello, sus tarifas y funcionamiento son desconocidos para la mayoría de las personas.
Las líneas con prefijo 900, 901 y 902 sirven a las empresas para disponer de un teléfono único para recibir todas las llamadas realizadas desde cualquier punto de España. El principal objetivo es gestionar y centralizar las llamadas de los clientes o usuarios.
El coste de las llamadas a estas líneas varía desde la gratuidad hasta el pago total del importe, aunque con tarifa reducida.
Línea 900. Llamar a un número de teléfono que comience por este prefijo es gratuito. El coste de la llamada es asumido en su integridad por la empresa. Estos números suelen pertenecer a organismos oficiales o a empresas de telemárketing, que pretenden una respuesta masiva para sus promociones. Lógicamente, una persona se lo pensará dos veces si tiene que pagar la llamada para conseguir un servicio.
Línea 901. El usuario de un teléfono que comience por este prefijo asumirá parte de los gastos. Están pensados para recibir llamadas de interés y el coste para el usuario siempre es inferior al aplicado a cualquier otro número.
Línea 902. Las empresas que utilizan estos prefijos son las que ofrecen un servicio post venta o de atención al cliente. El usuario paga la llamada en su integridad a un conste inferior a lo que le supondría una interprovincial.
De cara al consumidor conviene decir que estas líneas tienen la ventaja de que se puede beneficiar de asesoramiento las 24 horas del día y el coste de las llamadas (en los casos de los 901 y 902) es inferior a lo que se pagaría llamando a un número de teléfono convencional.