El desarrollo tecnológico de la electrónica y la informática no sólo se deja sentir en la industria y las oficinas, ha llegado también a las viviendas particulares. Los electrodomésticos también están inmersos en una vertiginosa evolución y, en vista de la proliferación de aparatos eléctricos en nuestros hogares, se hace necesario, con ayuda de la domótica, regular ese consumo de energía en los siguientes apartados:
–Aire acondicionado: Hoy hay sistemas que ofrecen un control total sobre la climatización de la vivienda al poder regular la temperatura de cada habitación previa programación. Cuentan además con la opción de disminuir la temperatura en el interior según el calor que se esté produciendo en la calle, con una sonda de calor en el exterior. La tecnología va más allá y permite que con una sola llamada de teléfono sepamos la temperatura que tiene la casa, así como la posibilidad de regular el termostato aunque nos encontremos a kilómetros de distancia.
–Calefacción: En invierno una persona ausente del hogar tiene posibilidad, mediante unos códigos, de establecer la temperatura de las estancias o, si lo prefiere, puede adquirir un crono-termostato digital que activará la calefacción cuando la temperatura atmosférica esté por debajo de la prefijada.
–Iluminación: La domótica también facilita el ahorro logrando mediante sensores que las luces se enciendan sólo al entrar en las habitaciones. La lámpara permanecerá encendida durante el espacio de tiempo determinado por el usuario y facilitará la regulación de la intensidad de luz o encendidos parciales de la casa a través de interruptores, mandos a distancia e incluso teléfonos móviles o Internet. Así el uso de aparatos será proporcional a las necesidades requeridas.
–Jardín: Uno de los sistemas más innovadores es el riego automático por sensor meteorológico. Éste se efectúa por zonas mediante sensores de humedad y ajustándose al horario solar.
–Electrodomésticos: Una consola se ocupa de controlar los aparatos en franjas horarias en las que la tarifa energética es reducida.
–Control de potencia: La llamada racionalización de cargas eléctricas supone la desconexión de electrodomésticos en función del consumo eléctrico que se esté produciendo en un determinado momento.