Para dormir abrigados en una cama confortable existen muchas alternativas, aunque últimamente los edredón nórdicos se han convertido en la ropa más demandada por las ventajas que ofrecen.
Cuando dormimos nuestro cuerpo se encuentra más desprotegido frente a las bajas temperaturas por lo que necesitamos algún elemento que nos proporcione calor. La naturaleza fue sabia al dotar a los pájaros de plumas que cubren su cuerpo y les protegen de manera natural del frío. Precisamente por ello la industria textil utiliza este material para el relleno de los edredones nórdicos.
Pero en el mercado existen varios tipos de rellenos para edredones, como son la fibra textil natural o sintética, la guata, la seda y la pluma o plumón, sobre todo de pato o de oca. De esta forma, es muy importante tener en cuenta la composición y el poder aislante del material de relleno y la cantidad empleada, para elegir el modelo más adecuado a nuestras necesidades.
También debemos fijarnos, entre otras cosas, en el tipo de pespunte para saber si lleva tabiques interiores, cómo se adapta el nórdico a la forma del cuerpo y si el relleno crea las cámaras de aire necesarias para aumentar su poder aislante.
Entre los diferentes rellenos que existen el más conocido es el de plumas o plumón de ave. Al estar relleno de plumas ofrece un calor natural adaptándose térmicamente al cuerpo de cada persona y aislándolo de esta forma de la temperatura ambiente. Los filamentos de plumas y plumones forman cámaras de aire entre los huecos que permiten transpirar, pero además, evitan que el frío se cuele por ellas. El aire circula fácilmente por el interior y a su vez evapora la humedad que puede desprender el cuerpo mientras descansamos.
Los edredones nórdicos de mayor calidad son los que están compuestos con mayor porcentaje de plumón, puesto que los plumones son copos pequeños de largos filamentos ligeros y flexibles que aíslan mejor del frío que la pluma. También encontramos diferencias entre pluma y plumón europeos frente a los asiáticos: pluma y plumón europeos son superiores en tamaño, tienen un mayor poder calorífico y ofrecen más garantías en su proceso de lavado y esterilizado.
El exterior de este tipo de edredón se cubre con una funda que puede estar fabricada con diversos materiales, aunque sin duda el tejido más natural y transpirable es el algodón 100%. Estas fundas son las encargadas de dar el toque decorativo a la habitación y convertir la cama en el centro de interés del dormitorio. Hay multitud de modelos. Pueden ser lisos, estampados, con motivos infantiles, etc.
Por último, los edredones nórdicos presentan varias ventajas frente a los edredones convencionales. Este tipo de edredón suele ser más ligero, pesa poco, tiene un diseño sencillo y es muy versátil. Además son suaves y flexibles ya que se adaptan al cuerpo para dar calor y comodidad. Igualmente resultan muy resistentes por lo que pueden ser utilizados durante muchos años. Aunque quizá una diferencia fundamental con respecto a los edredones normales es que los nórdicos cumplen la función de edredón, así como la de manta y sábana, por tanto resulta mucho más sencillo hacer la cama, porque con tan poca ropa basta con estirar el cobertor y queda hecha.
El único problema que nos podemos encontrar con este tipo de edredón es la forma de lavarlo para intentar que no pierda su estructura y no dañar el relleno. Es conveniente seguir las instrucciones del fabricante para proceder a lavados generales. En cambio, para eliminar pequeñas manchas podemos aislar la parte manchada haciendo descender el relleno y limpiar solo esa zona sin dañar la composición del mismo.