La lavadora automática es, junto con el frigorífico y el televisor, el electrodoméstico más utilizado en los hogares. Controlar el consumo de detergente, agua y electricidad ayudará a gastar menos. Si el objetivo es economizar con la lavadora hay que tener en cuenta algunos aspectos que permitirán usar este aparato de manera más racional.
El consumo de jabón depende del usuario. La cantidad que se debe añadir depende de la dureza del agua y del grado de suciedad de la ropa. Es corriente pensar que cuanta mayor cantidad de detergente se utilice, mejor es el lavado. Es falso, y supone un desperdicio de dinero. Lo más indicado es ceñirse a las cantidades indicadas en las instrucciones de los envases.
En el uso de detergente hay que ceñirse a las cantidades indicadas en las instrucciones de los envases
En cuanto al agua, su mayor consumo se produce durante el aclarado. Para reducir este gasto, muchos fabricantes reducen el número de aclarados. El consumo de electricidad varía en función del programa que se seleccione: las mayores temperaturas consumen más electricidad, y viceversa.
Otra circunstancia que puede facilitar el ahorro consiste en adquirir una lavadora que disponga de la tecla económica o «Eco». Esta opción baja la temperatura del agua y alarga el tiempo de lavado. Con ello compensa la pérdida de eficacia que supone lavar con agua más fría. De cualquier forma, el usuario puede olvidarse de esta tecla si elige un modelo de electrodoméstico que realice esa función automáticamente.