Hasta el momento, seis pequeñas comercializadoras de electricidad han sido inhabilitadas en los últimos meses. Pero pueden ser más. Las eléctricas han defraudado cerca de 200 millones de euros al incumplir la normativa y no comprar en el mercado mayorista de la electricidad la energía que después vendían a sus clientes, a los que captaban con inmejorables precios y ofertas. La estafa se ha perpetrado contra el mercado eléctrico, pero los consumidores, sin saberlo, pagan parte de la deuda de las comercializadoras, pues la repercuten en la factura de la luz. En las siguientes líneas se explica de manera sencilla qué es el fraude de las eléctricas, cuánto cuesta, cómo perjudica a los consumidores y cuáles son las consecuencias.
1. ¿Cuál es el fraude de las eléctricas?
En los últimos meses el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha inhabilitado a seis pequeñas comercializadoras de electricidad por fraude. Luci Mundi Energía, Nortedison Electric, Oltem Llum, Comercial Eólica Suministro de Energía, Zero Electrum y Electro Soporte Comercial y Gestión han provocado un agujero estimado en unos 200 millones de euros, al incumplir de forma reiterada la normativa eléctrica que les exige adquirir la energía suficiente para suministrarla a sus clientes. No han comprado en el pool (el mercado mayorista de la electricidad) la energía que después vendían a los consumidores.
2. ¿Cómo funciona el fraude de las eléctricas?
Estas pequeñas comercializadoras se anuncian con ofertas y descuentos para conseguir clientes y, en poco tiempo, tienen una cartera bastante importante, pues numerosos consumidores se ven atraídos por sus precios imbatibles. Cuando ya tienen suficientes clientes, empiezan a poner en marcha el fraude.
Las eléctricas deben acudir al mercado diario para adquirir la electricidad y estas empresas compran en el mercado diario los megavatios que estiman que demandarán sus clientes al día siguiente. Si se quedan cortas, la diferencia (el desvío) lo adquieren en los mercados de ajuste a un coste mucho más caro, y no lo pueden abonar. Si desde el operador se advierte esta práctica, se denuncia e Industria abre una investigación, pero el proceso es muy lento.
Además, el denunciado puede alegar, lo que hace más lento aún llegar a una inhabilitación. Y, mientras tanto, aunque no pagan, sí consiguen la electricidad para venderla a sus clientes, lo que provoca un enorme agujero al mercado eléctrico.
3. ¿Cómo perjudica el fraude de las eléctricas?
El fraude no solo afecta a los clientes de las pequeñas eléctricas, sino que repercute en la factura eléctrica de todos los consumidores. Según la ley, para cubrir lo que una compañía no abona en el desvío, la deuda la tienen que hacer frente entre las empresas comercializadoras que han acudido al desvío e incluso algunas de generación que no han vendido su electricidad en el mercado diario. Y, al final, las compañías que pagan la deuda trasladan al consumidor lo que abonan por estos desfases. Y son los millones de usuarios españoles los que pagan las malas prácticas de estas empresas.
Respecto a los clientes de las seis pequeñas comercializadoras de electricidad inhabiliatadas, no han dejado de recibir el suministro de luz, pero se les traspasa a un comercializador de referencia y con las condiciones de suministro de estas compañías, que pueden diferir mucho de las que disfrutaban con la pequeña comercializadora.
4.¿Qué consecuencias tiene para la empresa?
Las sanciones son muy pequeñas, en proporción a lo estafado: deben abonar una multa que en algún caso ronda los 150.000 euros y tendrán una inhabilitación de poco tiempo, durante el que no podrán comercializar electricidad.
5. Más investigaciones y sanciones
Otras cuatro eléctricas han sido sancionadas: Distribuidora Elèctrica D´Albatàrrec, Herederos De García Baz, S.L., Electra la Honorina y Aayum Companyia Catalana Subministradora D´Energia. La multa es de 21.000 euros, por no aportar las garantías reglamentarias o no proporcionar la información requerida sobre la energía adquirida.
Y se investiga a una docena más de estas pequeñas comercializadoras de luz, para comprobar si realizan o no las mismas prácticas que pusieron en marcha las que han sido inhabilitadas.
El pool eléctrico, el mercado mayorista de la electricidad, consiste en una serie de subastas a corto plazo, para establecer los intercambios de energía eléctrica en la península ibérica, donde todo el conjunto de consumidores (viviendas, locales e industrias) compran la electricidad que necesitan a las generadoras de energía.
Para cada hora, los productores que quieran obtener una retribución por la generación de electricidad y los consumidores que demanden energía eléctrica deberán presentar una oferta al precio que estipulen.