Todo electrodoméstico comprado en un establecimiento, sea cual sea la forma de pago elegida por el consumidor, debe contar con una garantía. En ésta se debe detallar de manera clara, el tiempo de validez de la misma, su cobertura y todos los aspectos de relevancia.
Debemos tener claro que cuando se nos avería un aparato que está en garantía, el establecimiento tiene la obligación de repararlo pero no de entregar uno nuevo. Encontramos aquí dos excepciones: que en la garantía se recoja la obligación de entrega de un aparato nuevo o que la reparación llevada a cabo no sea adecuada y por lo tanto el electrodoméstico no funciona de manera óptima. En este último caso el cliente tiene la posibilidad de renunciar al producto y, el establecimiento se verá obligado a rembolsar el dinero .