Todos los electrodomésticos que tenemos en casa suponen un importante gasto de energía. Por esta razón es importante tener en cuenta una serie de factores para saber cómo sacarles el mejor partido. En primer lugar, para consumir la energía necesaria de nuestros aparatos resulta útil conocer bien su funcionamiento así como interesarse por aquellos modelos que permiten ahorrar luz.
Además, necesitaremos saber cómo sacarle el máximo provecho a los electrodomésticos que tienes en tu cocina. Por ejemplo, la nevera es mejor instalarla alejada de las fuentes de calor – sol, horno, calefacción…- y, si es factible en una habitación seca y ventilada. Cada tres o cuatro meses conviene que limpiemos el serpentín y la pared posterior con un aspirador o cepillo. El polvo y la suciedad incrementan el consumo eléctrico.
Por otra parte, y en contra de la creencia generalizada, una nevera llena consume menos que semivacía, ya que los alimentos retienen más frío que el espacio libre. Pero tampoco la llenaremos en exceso, ya que con ello lo único que conseguiremos será entorpecer la circulación interior del aire.
En el caso de las lavadoras conviene usar siempre la temperatura de lavado más baja posible. La temperatura con la que mejor funcionan las enzimas de los detergentes es 30 grados centígrados.