Una de las posibilidades que existe para sacar más partido al presupuesto familiar pasa por incrementar la partida de ingresos. En determinados casos, esta posibilidad será factible realizando trabajos extra durante, por ejemplo, los fines de semana. Pero si no cabe la opción de incrementar el concepto de ingresos familiares siempre estará la alternativa de hacer un mejor uso de su dinero a través de una gestión más eficaz.Para lograr este objetivo existen cuatro ideas clave que toda familia debe tener en cuenta: eficiencia, planificación, austeridad y creatividad.
Eficiencia: Significa hacer las cosas lo mejor posible, con el menor costo y en el menor tiempo. Significa también sacar el mejor provecho de su tiempo y de los artículos que compra, evitando el desperdicio. Significa calidad antes que cantidad.
Planificación: Supone visualizar los posibles escenarios, retomar las experiencias pasadas, articular ordenadamente sus recursos y cualidades, poner sobre la mesa sus habilidades, establecer metas y definir paso a paso los caminos para llegar a ellas.
Austeridad: Implica vivir lo mejor posible con el menor consumo de recursos. Esto es factible. Analice los desperdicios que se generan en su casa (por ejemplo, dinero, agua, electricidad, etc…). Significa, además, desechar el consumismo, ser inteligente a la hora de hacer sus compras; ver a futuro y adoptar las precauciones necesarias.
Creatividad: En ocasiones, las personas tienen más recursos de los que piensan. Se requiere creatividad para consumir menos gasolina, para buscar tarjetas de descuento, para encontrar una entrada extra de dinero sin sacrificar tanto tiempo; se requiere creatividad para divertirse con menos dinero, para aprovechar los espacios públicos, para elegir y combinar adecuadamente su ropa, de manera que gaste menos y le dure más; se requiere creatividad para encontrar, sí los hay, cursos gratuitos, becas, etc…
Aunque no existe una manera mágica de hacer dinero, lo que sí es posible es establecer de manera disciplinada un plan de ahorro para que más tarde el dinero trabaje por usted y no viceversa. El ahorro genera dividendos que trascienden de lo meramente económico. Sacrificar alguna satisfacción inmediata para obtener una mayor tranquilidad a futuro implica ejercer la voluntad y la libertad personal con el objetivo de mejorar la calidad de vida del individuo y de quienes le rodean.