En el ámbito doméstico, el ahorro energético está vinculado tanto al factor ecológico como al apartado económico. De ahí que la denominada tarifa nocturna se presente como la fórmula más práctica y sencilla de ahorrar en la factura eléctrica, al mismo tiempo que se logra reducir la contaminación. En este sentido, es conveniente conocer que en la demanda de energía existen las llamadas horas punta y las horas valle. Mientras que las horas puntas hacen referencia a aquellas franjas horarias del día en las que se produce una demanda máxima, las horas valle se localizan durante la noche, cuando la demanda energética es bastante menor.
Con la idea de sacar el mayor partido al sistema eléctrico, que lleva consigo un ahorro de energía más que notable, la medida establecida consiste en disminuir la demanda de energía en las horas punta. O sea que se trata de trasladar fracciones del consumo durante el día a la franja nocturna, ya que así se cumplen tres objetivos distintos:
– Lograr un mejor servicio de suministro eléctrico.
– Una estrecha colaboración con los planes de ahorro energético previstos para establecer el bienestar del planeta.
– Y en el caso particular de cada cliente, reducir la factura de consumo eléctrico, dado que la tarifa nocturna resulta mucho más económica que la tarifa de día.
Beneficios y horarios
Con todo ello, la tarifa nocturna es una alternativa diseñada para aquellos hogares que dispongan de calefacción o de termos para agua caliente. En especial, cuando existe una instalación de equipos de acumulación, puesto que el consumo energético se lleva a cabo durante las horas de la noche y se acumula para poder se empleado durante los horas del día.
Los únicos requisitos indispensables para poner en marcha la tarifa nocturna se centran en que la potencia controlada no sea superior a los 15 kw. y disponer de un equipo de medida adecuado, que puede ser alquilado a la propia compañía eléctrica.
Por otro lado, también es importante tener en cuenta que el horario de la tarifa nocturna varía dependiendo de la época del año. Por ejemplo, durante la época invernal, la tarifa reducida comienza a las 23:00 horas y se prolonga hasta las 7:00 de la mañana. Por el contrario, en verano, dicha tarifa se amplía una hora más ( de 24:00 horas a 8:00 de la mañana).
Otro aspecto que hay que valorar reside en el uso de los aparatos programadores, ya que contribuyen a optimizar el rendimiento de la tarifa nocturna, estableciendo que los consumos energéticos más relevantes del propio hogar se lleven a cabo durante las horas correspondientes a la noche.