En el último cuarto de siglo la tecnología digital ha cambiado la música (del vinilo al CD), el vídeo (del VHS al DVD) y la fotografía (del carrete a la tarjeta). Ahora, y hasta el 2010, es el turno de la televisión.
En el 2010 viviremos el llamado «apagón analógico», es decir, todas las cadenas de televisión dejarán de enviar la señal tal y como la conocemos hoy en día para emitir, exclusivamente, en digital. Para recibir correctamente la televisión digital terrestre (TDT) debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
Antenas colectivas: no será necesaria cambiarlas. En los edificios construidos con posterioridad al año 1998 ya están preparadas. En antenas más antiguas será necesario instalar un amplificador.
Decodificadores: será imprescindible contar con uno en el hogar para poder ver la televisión. El precio oscila entre 100 y 250 euros, dependiendo de sus prestaciones, aunque se espera que bajen cuando la demanda se incremente, tal y como ha ocurrido con los lectores de DVD o las cámaras digitales.
Televisores: no será necesario cambiarlos. Por antiguos que sean, el único requisito será conectarles el decodificador a través de la toma de antena. Si ha comprado recientemente un televisor o está pensando en adquirir uno, hay algunos modelos en el mercado que incorporan de serie el codificador.
Cobertura: las cadenas de televisión ya emiten en digital hoy en día. La cobertura de la señal no alcanza aún a todo el país, aunque sí a todas las capitales de provincia y principales ciudades.
Estándares: el decodificador debe mostrar el sello DVBT, que garantiza la total compatibilidad con las emisiones. Si es interactivo, debe mostrar también el sello MHP.
Calidad: la calidad de las emisiones digitales equivale a la del DVD. No obstante, algunas cadenas optan por comprimir en exceso las imágenes produciendo un efecto borroso.
Interactividad: la televisión digital terrestre permitirá la interactividad con el espectador. Es necesario que el decodificador esté preparado con el estándar MHP.