Con el paso del tiempo todos y todas vamos a peor. Nos cuesta más hacer las cosas, perdemos facultades, nuestra memoria no es la que era, nos cansamos con facilidad… A nuestros electrodomésticos les sucede lo mismo.
La plancha mientras hace su función nos ensucia la ropa, el microondas no calienta igual si está lleno de grasa. Son algunos ejemplos claros. Mantener a nuestros aparatos eléctricos «sanos» y saludables puede alargar su vida, al igual que mejorar su uso.
Lo más recomendable para encomendarnos a la tarea de desengrasar, limpiar y abrillantar es seguir los libros de instrucciones de cada electrodoméstico. Otra opción, para los más tradicionales, las recetas de la abuela son también bastante eficaces.