Cualquier espacio puede resultar válido para guardar objetos, la clave es ser creativo y tener un estilo propio. Las camas, escaleras, la parte superior de los armarios, son rincones que normalmente no usamos pero que pueden dar mucho juego. Por ejemplo debajo de una escalera se puede construir una habitación en miniatura (despensa, escobero…), colocar un recibidor con mueble, colgadores y espejo incluidos, o, simplemente, aprovechar el hueco instalando un armario a medida.
Encima de un armario ropero, lo ideal es instalar un módulo del mismo estilo para guardar objetos de poco uso como maletas o ropa de temporada. También pueden colocarse cajoneras o cajas decorativas. Incluso unas cortinas de tela que cuelguen desde el techo.
Las camas ofrecen muchas facilidades. Algunos modelos incorporan cajoneras. El espacio entre las patas se puede aprovechar también para construir un armario horizontal. Otras pueden ser plegables detrás de una doble pared o debajo de un sofá.
Si la habitación posee techos altos, se pueden construir altillos para ubicar armarios en el falso techo, o incluso elevar un nuevo piso. Otra opción es levantar una tarima sobre el suelo teniendo en cuenta que sea material resistente.
El mobiliario auxiliar es fundamental para organizar la casa. Existen diseños cada vez más polivalentes: puertas de armario que se convierten en mesas, sillones transformables en camas, mesas que se guardan bajo el sillón, zócalos que sirven para esconder sillas plegables, muebles con ruedas para moverlos según la necesidad, puertas correderas que se esconden detrás de los tabiques o algún mueble etc.
Otro invento útil para ganar espacio son los mini-electrodomésticos, que los fabricantes han empezado a lanzar al mercado. Desde frigoríficos que se instalan debajo de la encimera a lavavajillas de cuatro servicios, placas con sólo dos fuegos y hornos compactos que funcionan también como microondas.