El mes de diciembre ha llegado con novedades respecto a la calificación energética. La conocida etiqueta con siete colores y siete letras que indica la eficiencia de cada electrodoméstico mantiene su estructura básica, pero añade nuevas escalas por encima de las actuales hasta llegar a la A+++ como puntuación máxima. El renovado diseño se completa con la introducción de pictogramas que sustituyen al texto y con la incorporación de nuevos parámetros como el ruido que hace el aparato al funcionar o el gasto en stand by. Aunque de momento conviven con la antigua escala, conocer las mejoras que aporta el nuevo etiquetado puede ayudar a realizar una compra más respetuosa con el medio ambiente.
Algunos consumidores habrán visto ya en lavadoras, lavavajillas y frigoríficos el nuevo certificado energético, que clasifica la eficiencia de los electrodomésticos. Desde el 30 de noviembre, los aparatos que estén a la venta deben catalogarse según la nueva legislación de la Unión Europea. Pero también es posible que algunos establecimientos mantengan la antigua escala, puesto que las máquinas que se pusieran a la venta antes del 1 de diciembre con la etiqueta anterior pueden usarla de forma indefinida.
Etiqueta energética desde hace 16 años
Desde el año 1995, la etiqueta energética permite que los ciudadanos conozcan de una manera rápida y sencilla, a través de letras y colores, la eficiencia de los aparatos domésticos que consumen electricidad. Frigoríficos, congeladores, lavadoras, lavavajillas, secadoras, fuentes de luz, hornos eléctricos y aparatos de aire acondicionado tienen la obligación de llevar esta etiqueta.
Pero en estos 16 años se han registrado muchos avances tecnológicos que han incrementado la eficiencia de estas máquinas que mejoran la calidad de vida en los hogares. Por este motivo, era necesaria una renovación de la información para adaptarla a las nuevas capacidades de los electrodomésticos, que ahora son más eficaces y gastan menos recursos.
La información se ha cambiado para adaptarla a las nuevas capacidades de los electrodomésticos
En 2003 la Unión Europea ya había introducido cambios respecto a frigoríficos y congeladores. Al crearse refrigeradores cada vez más respetuosos con el medio ambiente y más eficientes, se les añadieron dos categorías: A+ y A++. Los nuevos avances, que han alcanzado al resto de los electrodomésticos, han hecho que la actualización del etiquetado sea imprescindible para que los compradores puedan ponderar el rendimiento y el consumo de energía, aspectos básicos en el momento de la adquisición. Según afirman desde el sector del electrodoméstico, la etiqueta energética ha supuesto un incentivo para los fabricantes, que se han visto estimulados para mejorar la eficiencia energética de sus productos.
Cómo es la nueva etiqueta energética
El nuevo etiquetado conserva un diseño similar al anterior. Mantiene siete clases energéticas y los mismos colores, desde el verde para simbolizar los electrodomésticos más eficientes hasta el rojo que califica a los que más consumen y contaminan.
- En la parte superior de la etiqueta se puede ver el nombre del proveedor o marca y la identificación del modelo.
Debajo figuran las clases energéticas representadas por letras en flechas de colores.
A la derecha de esta información, en blanco sobre fondo negro, se destaca la calificación del aparato con una de las letras, a la altura de la puntuación obtenida. Si es A+++, se ubicará la letra en el puesto más elevado, mientras que si es A, se situará en la mitad de la escala. Esto permite comparar en qué puesto se encuentra, si está en la mejor posición de la clasificación, la peor o intermedia.
Después se muestra el consumo anual de energía.
En la parte inferior se destacan las características más importantes del aparato por medio de pictogramas. A partir de ahora, debe incluirse la declaración de ruido en los artículos en los que este sea un factor determinante.
Entre las novedades, destaca la incorporación de tres clases energéticas por encima de la A: A+, A++ y A+++, que corresponde al electrodoméstico más eficiente. La etiqueta será uniforme para los 27 países que forman la Unión Europea, con independencia del idioma, ya que los textos que figuraban hasta ahora se sustituirán por pictogramas.
Con estos dibujos, el consumidor podrá conocer las prestaciones del producto, su rendimiento y sus características de una manera más sencilla, sin que sea necesario traducir la información a todas las lenguas oficiales de la Unión Europea. De hecho, los consumidores que participaron en estudios que probaban la nueva etiqueta, consideran que esta es más fácil de comprender que la anterior.
El nuevo certificado tiene en la A+++ la máxima calificación
Quienes ya han visto los nuevos diseños señalan que es algo equívoco que la etiqueta reformada conviva con la antigua. Además, puesto que la nueva clasificación no afecta a todos los aparatos, que se incorporarán de modo progresivo, la confusión puede ser mayor.
Casi siempre se establece una clasificación de siete colores y letras. La máxima puntuación que puede tener un electrodoméstico es A+++, en verde oscuro, e irá seguida de A++, A+… hasta llegar a la letra D en rojo. Pero los aparatos con el etiquetado antiguo tendrán como clasificación superior la A+ y la clase menos eficiente será la F.
Quien compre un electrodoméstico debe saber si este cuenta con la etiqueta vieja o la reformada, porque no es posible comparar dos aparatos del mismo tipo si tienen escalas diferentes.
Qué información destaca cada electrodoméstico
Refrigeradores
Los pictogramas aportan información relativa al consumo anual de energía, la capacidad total de los compartimentos de almacenamiento, la que corresponde a los alimentos congelados y la emisión de ruidos, medida en decibelios.
Para otorgar una clasificación energética u otra, se tienen en cuenta parámetros como el consumo anual de energía, el volumen y la temperatura más baja que pueden alcanzar los diferentes compartimentos. También se valora si dispone de «no frost» y el tipo de construcción -si es encastrado o independiente-.
Hay aparatos de refrigeración que, de manera excepcional, muestran diez clases en vez de siete. Son de tipo absorción, frente a los más extendidos, que son de compresión. Tienen una tecnología distinta que los hace silenciosos, pero a su vez consumen más energía. Los parámetros para clasificarlos son similares a los del resto de frigoríficos y congeladores.
Las vinotecas tienen una etiqueta específica, con las mismas características que los otros aparatos de refrigeración, pero indica el número de botellas que se pueden enfriar en ellas. Su tecnología también es diferente y su gasto energético es mayor. Al igual que sucede con los refrigeradores de tipo absorción, su clasificación incluye 10 escalas.
Lavadoras
Con los símbolos del certificado energético de las lavadoras se conoce el consumo anual de energía, la emisión de ruidos, la clase de eficacia del centrifugado, los kilos de ropa que permite lavar y el consumo anual de agua.
Para calcular los litros que utiliza al año, así como la energía y la eficacia del centrifugado, se tiene en cuenta el gasto con el programa de algodón a 60º a carga completa y parcial, este mismo programa a 40º a carga parcial y el consumo en modo apagado y sin apagar.
Según indican en ANFEL, la Asociación Nacional de Fabricantes de Electrodomésticos de Línea Blanca, todas las lavadoras con capacidad asignada superior a 3 kg deben tener una eficacia de lavado de clase A. Por lo tanto, este aspecto ya no se indica en la etiqueta.
Lavavajillas
Los iconos que figuran en la etiqueta de los lavavajillas indican el consumo de energía en un año, la emisión de ruidos en decibelios, la capacidad para cubiertos, la eficacia de secado y el consumo de agua anual en litros, no por ciclos como ocurría antes.
Para otorgar la clasificación energética, se mide el consumo de energía anual de los ciclos de lavado normalizados, cuando se carga con la capacidad de cubiertos declarada, la potencia y el tiempo de duración en el modo sin apagar y en el apagado.
Como sucede con las lavadoras, los lavavajillas deben tener ahora una eficacia de lavado de clase A, por lo que este valor ya no se indica en la etiqueta.
Televisores
La nueva etiqueta también se colocará en los televisores. Esta muestra, como en el resto de los electrodomésticos, el consumo anual de energía. Indica además el consumo de potencia en modo encendido, la disponibilidad de un interruptor de posición de apagado y el tamaño de la pantalla visible, medida en diagonal, tanto en pulgadas como en centímetros.
Qué simboliza cada pictograma
Cada electrodoméstico lleva un grupo de iconos, que dan al consumidor una información rápida y comprensible.
De momento, la nueva etiqueta se colocará en refrigeradores, lavadoras y lavavajillas
- El símbolo de un grifo seguido de un número (2.700) l/annum significa que el aparato consume esta cantidad de agua cada año.
Si se ve un tetrabrik seguido con una cifra (300L), quiere decir que esa es la suma del volumen de almacenamiento de todos los compartimentos.
La capacidad de cubiertos en un lavavajillas se expresa con un plato, una copa, cucharas, tenedores y cuchillos, junto al número de piezas que se pueden depositar en el electrodoméstico.
Una estrella -como la que simboliza la nieve en un mapa meteorológico- seguida por otras más pequeñas y una cantidad (120L) quiere decir que esta es la suma de volumen de almacenamiento de todos los compartimentos donde se guardan de alimentos congelados.
La emisión de ruido se simboliza con un icono similar a un altavoz de perfil y ondas de sonido, con un número debajo, y se expresa en decibelios.
El dibujo de una camiseta con el término «kg» sobre un número, informa sobre la capacidad de la lavadora para el programa normalizado de algodón a 60º o 40º a carga completa.
Y para dar a conocer el consumo anual de energía no se utilizan dibujos, sino una cifra y debajo kWh/año.
No todos los electrodomésticos tendrán que llevar de momento la nueva etiqueta. En principio, se ha dado prioridad a lavadoras, lavavajillas y aparatos de refrigeración, pero poco a poco se incorporarán los demás.
Hasta el 30 de noviembre de 2011, los proveedores podían usar el nuevo diseño de manera voluntaria, pero a partir de esa fecha, es obligatorio que este primer grupo de electrodomésticos lleve la certificación actualizada, excepto si se han puesto a la venta antes de diciembre de este año con la etiqueta antigua.
Por tanto, coexistirán en el mercado productos con el nuevo etiquetado y otros que lleven el antiguo. Esto obliga a detenerse un poco más en el momento de comprar un producto para saber si la clasificación está actualizada.
A partir del mes de abril de 2012 será obligatorio mencionar la nueva clase energética en todo el material de comunicación donde se incluya información relacionada con energía, precio o datos técnicos.