De los distintos tipos de tarifas de la luz, no todos son igual de convenientes para nuestra casa. Por eso, dedicarle unos minutos a revisar cada modalidad para entender su funcionamiento nos permitirá ahorrar un buen pellizco a final de año. Pero ¿cuánto? ¿Existe una versión que se pueda ajustar bien a la mayoría de los hogares? En este artículo hacemos un breve repaso de lo que se cuece en el sector y explicamos por qué la modalidad que divide el día en varios tramos, la discriminación horaria (DH), será la que mejores resultados dará en este 2019.
3 tarifas eléctricas para un hogar
Al tener que contratar nuestra próxima tarifa de electricidad, debemos tener muy claro el tipo de uso que le daremos. Y es que, por muy similares que nos resulten todas, las especificaciones de cada clase pueden suponer un desajuste económico a final de mes.
En la actualidad, existen tres tipos de tarifas de la luz para particulares:
- Tarifa por horas. La conocida como Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) nos aplica un coste diferente al kWh según el día y la hora; es decir, nuestra factura dependerá de nuestro consumo y del mercado mayorista.
- Tarifa de precio fijo. Es la de toda la vida. En el momento de su contratación nos dirán el coste del kWh para todo el año. De esta clase existe una versión con discriminación horaria, con la que el día se divide en dos o tres franjas, cada una de ellas con un precio diferente para el kWh.
- Tarifa plana. Para los que queremos pagar mes a mes lo mismo, independientemente de nuestro consumo, está la opción de fijar un presupuesto exacto. Esta versión la brindan pocas compañías y tiene ciertas particularidades que nos pueden perjudicar.
¿Con qué tarifa eléctrica nos quedamos?
Para elegir entre una de estas opciones podemos fijarnos en el precio o las ventajas. No obstante, lo más conveniente es que el primer paso lo demos pensando en el uso que le daremos o si tenemos una situación particular en casa que nos permita acogernos a alguna ayuda social.
Después, debemos ver cuándo utilizamos los electrodomésticos que más gastan. Si no tenemos unas rutinas marcadas e igual ponemos la lavadora tanto a las 11:00 horas como a las 12:00 horas, lo más probable es que una tarifa de precio fijo las 24 horas nos salga a cuenta. En cambio, si por trabajo o por simple manía desterramos las labores del hogar a últimas horas de la noche o primeras horas de la mañana (de 22:00 a las 12:00 horas), la modalidad con discriminación horaria sería la mejor opción.
Por último, en lo relativo a nuestra situación familiar, todo se reduce a si podemos acogernos al bono social de la luz. En este caso, si la respuesta es afirmativa, no nos lo pensemos demasiado: la tarifa regulada por horas es la mejor en nuestro caso, por muy compleja que nos resulte.
El ahorro real de la discriminación horaria
Si estamos en el grupo que tiene la tarifa eléctrica fija y no sabemos si tal vez nos interesaría apostar por la versión con discriminación horaria, desde la Administración lo tienen claro: es el momento de dar el salto. ¿Por qué? La tarifa con discriminación horaria nos ofrece dos precios diferentes para el kWh. Si echamos un vistazo a las tarifas actuales, fijas y con DH, nos encontramos los siguientes importes:
- Mejor tarifa de la luz con precio fijo: 0,12 euros/kWh.
- Mejor tarifa de la luz con discriminación horaria: 0,16 euros/kWh en horario pico (de máximo consumo) y 0,07 euros/kWh en horario valle (de consumo moderado).
Es decir, durante las horas económicas nos podemos ahorrar un 42 %. Esto significa que una persona que haga el mayor uso durante las horas valle y que tenga una potencia de 3,3 kW y un consumo mensual de 250 kWh, pagaría 52,52 euros/mes con la primera tarifa, mientras que con la discriminación horaria solo abonaría 45,14 euros/mes. Esto supone una diferencia de casi 90 euros al año.
Por supuesto, estamos ante las tarifas más económicas de ambos tipos. Ahora bien, si pasáramos de la oferta más cara de coste fijo que encontramos en febrero (64,52 euros/mes), el cambio a la mejor oferta con DH supondría un ahorro de más de 230 euros/año.
¿Siempre sale a cuenta esta versión?
Vista la diferencia de precio, parece obvio que las tarifas que dividen la jornada en dos tramos son las más convenientes. Pero ¿es cierto? Lo más idóneo para aprovechar esta modalidad es que el 70 % de nuestro uso de la electricidad lo hagamos durante las horas valle. No obstante, tal y como hemos podido comprobar, basta con que la mitad de nuestro consumo lo realicemos de 22:00 a 12:00 horas para que nos salga rentable la oferta con discriminación horaria.
Para hacernos una mejor idea, si tomamos como referencia al mismo usuario y suponemos que su consumo en horario nocturno es solo del 50 %, a final de mes la factura sería de 50 euros; por lo tanto, 5 euros más que cuando el consumo en este tramo es del 70 % y dos euros al mes menos que con la propuesta fija.
En conclusión, ¿siempre sale a cuenta? Desde nuestro punto de vista, sí. Y es que, aunque pasemos todo el día en casa, basta con utilizar los aparatos de gran consumo durante la mañana o las últimas horas del día para que la factura se reduzca.