Hogar, dulce hogar… o no tanto. El invierno propicia que pasemos más tiempo dentro de casa, y esto tiene un aspecto negativo en el que, en ocasiones, reparamos poco: entre diciembre y marzo se producen miles de accidentes en las viviendas, con consecuencias muy indeseadas. Fuegos y fugas de gas se encuentran entre los más graves, pero también hay caídas, intoxicaciones, quemaduras… incidentes de diversa consideración que, como explicamos a continuación, muchas veces se podrían evitar con prevención y un buen mantenimiento de las instalaciones.
Los accidentes domésticos más frecuentes en invierno
Los accidentes que se producen con más frecuencia dentro de casa durante el invierno son los ocasionados por «humos, braseros, escapes de radiadores o calderas… y las congelaciones de tuberías», señala Vicente Torre, director técnico de MV Aseguradores, quien afirma también que «los servicios de asistencia en el hogar aumentan en este periodo».
En concreto, los incendios cobran especial relevancia debido sobre todo al uso de aparatos para calentar la casa. “El 50% de las víctimas mortales por incendio se dan en los meses de invierno”, corroboran desde la Jefatura del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Según estas mismas fuentes, durante el pasado invierno (entre diciembre de 2018 y marzo de 2019), tuvieron que sofocar en las viviendas 446 incendios, acudir por fugas de agua o inundaciones en 359 ocasiones y asistir a 53 fugas de gas o explosiones, además de realizar 340 intervenciones de salvamento y rescate por accidentes diversos.
Las personas mayores son muy propensas a sufrir accidentes en casa, pues en invierno pasan mucho tiempo en ella
¿Quién sufre más accidentes? Según los datos de los bomberos madrileños, el rango de edad al que más socorrieron durante el invierno de 2019 fue el comprendido entre los 14 y los 65 años. Pero además, como asegura Torre, las personas mayores “son muy propensas, ya que en invierno suelen pasar mucho tiempo en casa”. Asimismo, las mujeres que trabajan en el hogar también están entre los grupos de mayor riesgo, ya que al limpiar, cocinar… pueden sufrir algún contratiempo.
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Prevenir accidentes caseros en el salón
En invierno los accidentes más comunes en el salón son los relacionados con los sistemas de calor: chimeneas, braseros y estufas. Los bomberos de Madrid recomiendan no usar braseros de carbón y, respecto a los eléctricos, “extremar el cuidado: no colocarlos sobre alfombras, tener mucho cuidado si están debajo de una mesa camilla y nunca olvidar apagarlos tras utilizarlos”.
En cuanto a las estufas, deben ponerse a más de un metro de las personas y de materiales como papel, cortinas, alfombras, sofás… Hay que mantenerlas en un lugar fijo y ventilar la habitación cada cierto tiempo, pero teniendo cuidado con las corrientes que puedan apagar la llama.
Y si se utilizan chimeneas, se debe “mantener el tiro muy limpio de residuos” y nunca depositar los rescoldos en la basura hasta asegurarse de que se han enfriado por completo.
También para evitar incendios es importante comprobar que los enchufes estén en perfectas condiciones, no sobrecargar las regletas ni emplear cargadores ni enchufes que no estén homologados, pues puede haber «riesgo de pequeñas explosiones».
Evitar accidentes en la cocina
En invierno se cocinan más platos calientes, por lo que se utilizan más los fuegos de la cocina y el horno. Dejar las ollas y el horno sin vigilancia o mantener la campana con restos de grasa «es comprar papeletas para sufrir un incendio», explican los bomberos de Madrid. Por eso hay que extremar la limpieza de la cocina y la vigilancia de los alimentos que se dejan cocinando.
Nunca hay que meter los alimentos en la sartén, si el aceite está tan caliente que sale humo
Especial atención hay que prestar al utilizar la sartén. Para evitar incendios, en caso de estar cocinando con una, «nunca hay que meter los alimentos si el aceite está tan caliente que sale humo; antes hay que enfriarla con un chorrito de aceite que no esté caliente».
Tanto en la cocina como en el baño hay que tener cuidado con las tuberías, pues en localidades muy frías o en épocas concretas el agua puede congelarse y las tuberías romperse. Un buen método de prevención consiste en cubrir las tuberías con aislante, en especial las tuberías exteriores.
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Cómo prevenir accidentes en el baño
En invierno, en días de mucho frío, apetece darse una ducha o un baño bien caliente para entrar en calor. Sin embargo, conviene tener “cuidado con bañarse con agua demasiado caliente y con el vapor que se crea en el cuarto de baño”, pues el exceso de calor puede bajar la tensión y causar mareos, con las consecuentes —y peligrosas— caídas.
Asimismo, los bomberos madrileños recomiendan “no utilizar velas en el baño” —sobre todo nunca encenderlas cerca de toallas o ropa— “ni calefactores eléctricos” aunque la habitación esté fría.
Otros consejos para evitar accidentes en el baño son llevar siempre calzado con suela de goma y tener una alfombrilla dentro de la ducha o bañera y otra antideslizante fuera.
Cuidado con pasillos y escaleras
Durante los meses de invierno hay menos horas de luz al día, y los pasillos y escaleras pueden permanecer en penumbra. Siempre hay que encender la luz —sobre todo para subir y bajar escaleras— y evitar tener estas zonas decoradas con plantas u objetos con los que podamos chocar. Además, si la casa tiene escaleras, hay que utilizar siempre el calzado bien atado.
Mantener a punto las instalaciones
Un modo eficaz de prevenir accidentes en el hogar durante el invierno es “mantener en buen estado las instalaciones eléctricas, así como radiadores, juntas, sistemas de gas, calderas y ventilación”, apunta Vicente Torre. Para lograr que estén en perfectas condiciones hay que revisarlas y, en caso de que haya averías, repararlas lo antes posible.
Los bomberos avisan de que las instalaciones que funcionan con gas pueden emanar gases tóxicos que carecen de olor. Por eso, es vital comprobar varias veces al día que la llave del gas está cerrada, “ y sobre todo antes de irse a dormir”.
¿Qué hago si tengo un accidente en casa? Dependiendo de la urgencia, “hay que llamar sin demora a los servicios de emergencia: ambulancia, policía, bomberos…”, señala Vicente Torre, director técnico de MV Aseguradores. En estas situaciones, la rapidez es un factor esencial para tener el mejor desenlace posible.
Y, por supuesto, tras atender la urgencia del siniestro, “hay que contactar también con el seguro” para hacerle partícipe de los daños sufridos y proceder a las reparaciones necesarias.