Al estar expuestos a un uso continuo y diario, los diferentes muebles de la cocina, por lo general, suelen acabar acusando ciertos defectos que conviene conocer de antemano.
A la hora de elegir las diferentes piezas que compondrán el futuro mobiliario de la cocina es recomendable que el peso de la elección no esté sólo fundamentada en unos criterios estéticos y decorativos, dado que este tipo de muebles están expuestos a un continuo y duro uso, por lo que se les suele exigir una larga duración y resistencia. Sin embargo, por lo general, todos los muebles de cocina suelen presentar ciertos puntos débiles muy parecidos. Por este motivo, un conocimiento previo de las taras que pueden aparecer a la larga en el mobiliario resulta de gran ayuda al decantarse y optar por un tipo u otro.
– Bisagras. Este es uno de los elementos que más suelen fallar. Puede darse el caso de que las puertas de los diferentes módulos de la cocina no se cierren bien como consecuencia directa bien de golpes bruscos o bien de su propio uso diario. Actualmente, las puertas llevan dos o tres bisagras incorporadas. Sin que ésta sea la mejor fórmula para un mejor funcionamiento de su propio mecanismo, con mayor número de ellas por lo menos si se evitará que, en caso de desprendimiento, la puerta se caiga.
Por tanto, hay que prestar atención al mecanismo de apertura que trae consigo la propia puerta, ya que existen modelos que permiten girar hasta 180º, lo que permite trabajar con mayor comodidad. En este sentido también es conveniente tener especial cuidado con los tiradores para que su cierre no conlleve un golpe excesivamente fuerte.
– Cajones. Son otros de los componentes que también sufren las consecuencias de uso diario. Los golpes y cierres muy bruscos contribuyen a un desgaste más rápido de sus sistemas de cierre. Esto supone, a largo plazo, roturas en los rieles de desplazamiento o un mal ajuste cuando se cierra el cajón.
Hay muebles que incorporan un sistema de auto-cierre para evitar este tipo de circunstancias. De esta forma, la pieza sufre menos y se consigue tener una mayor duración y resistencia.
– Encimera. Se trata de otra pieza de la cocina con la que también hay que tener especial cuidado. Si se opta por una encimera recubierta en su parte inferior se logrará una mayor duración frente a la humedad. Es recomendable que la encimera aparezca sellada a la pared. Además, al ser el lugar donde se cocinan y se preparan los alimentos, es conveniente que esta superficie se limpie con cierta facilidad, sin que existan pequeños espacios para el almacenamiento de polvo, grasa, humedad y demás partículas que resten protagonismo a la estética general de la propia cocina.