Si cambiamos de domicilio y nos mudamos otra localidad, no hay que asustarse si cuando llega la factura del agua es bastante diferente a la antigua. Cada Municipio marca sus propias tarifas de agua y varían de unos a otros.
Algunos cobran un mínimo y otros establecen una cuota fija. Además de estas diferencias, hay otros conceptos que engordan nuestra factura. Por ejemplo el I.V.A.
El alquiler del contador y los gastos en saneamiento y la depuración se suman al gasto final.