Al contratar una nueva tarifa de luz o gas puede ocurrir que la compañía exija sumar algún servicio adicional. Esto se da, sobre todo, cuando el cliente quiere que se le aplique alguna promoción. Pero ¿sale a cuenta? ¿Cuáles son los servicios extras que acompañan a las tarifas energéticas? En este artículo se hace un repaso a los tres servicios adicionales más recurrentes cuando se contrata la energía para la casa: mantenimiento de la instalación eléctrica, mantenimiento de la instalación del gas y protección de pagos. También se analiza su interés real para el bolsillo del consumidor.
1. Mantenimiento de la instalación eléctrica
Si el precio de la luz le trae de cabeza con la nueva tarifa eléctrica por horas y decide dar el salto al mercado libre, hay que tener en consideración ciertas particularidades. Por ejemplo, algunas de las grandes compañías ofrecen rebajas a cambio de contratar algún extra. Y es que, si en algo se diferencia este mercado al regulado es que, al igual que pueden brindar descuentos, también pueden exigir la contratación de servicios adicionales.
Ocurre que si el usuario se decanta por una tarifa de electricidad en una de las grandes comercializadoras del país, con ella se incluye el mantenimiento de la instalación eléctrica. Este cubre las reparaciones y la mano de obra durante unas horas, así como el material (hasta un máximo de en torno a 50 euros). Pero ¿interesa? ¿Cuánto se encarece la factura a final de mes?
En función de la empresa, el coste varía entre los 3,50 euros mensuales y los 7,20 euros al mes. Es decir, a final de año se pagará más de 86 euros por un servicio que, posiblemente, no se había planteado contratar. ¿Merece la pena? ¿El descuento que aplicarán es mayor que el sobrecoste del servicio? Rara vez la respuesta es afirmativa.
2. Mantenimiento de la instalación del gas
En el sector del gas las comercializadoras también pueden incorporar el mantenimiento de la instalación como un plus obligatorio. En general, va acompañado de un descuento vistoso, como un 50% de descuento en la energía y hasta el 100% del término fijo. Ahora bien, ¿qué cubre este servicio y cuánto se abonará por él?
En primer lugar, cada compañía incluye más o menos prestaciones dentro del servicio en sí. No obstante, es común que ofrezcan la revisión de la caldera (la obligatoria y una anual de seguimiento) y la atención de averías (con mano de obra y materiales, hasta un coste máximo). El precio oscila entre los 6 euros y los 11 euros mensuales o hasta 132 euros al año.
Una vez más la pregunta es necesaria: ¿compensa el descuento respecto al importe del servicio extra? Si se tiene en cuenta que para un consumo de gas natural de más de 5.000 kWh, el término fijo de un año son 104 euros, aún se estarían pagando 28 euros más. Ahora bien, si el servicio interesa, esta es una buena fórmula para abaratar su coste.
3. Protección de pagos
En el último lugar se encuentra la protección de pagos. Este servicio solo lo exige una empresa y, para suerte de sus clientes, no incrementa la factura a final de mes. En este caso no se tiene un beneficio sobre el precio, pero sí cierta tranquilidad, ya que garantiza el pago de las facturas si hay situaciones de desempleo, hospitalización o incapacidad. Eso sí, la cobertura es más limitada que en otras comercializadoras, lo que es normal si se tiene en cuenta que no se abona por este servicio.
La garantía por desempleo establece un periodo de carencia de 60 días en el cual no cubre al parado. Además, será primordial que el contrato fuera indefinido, de más de 13 horas semanales y con una antigüedad mínima de seis meses. Por último, hay que estar registrados en el Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM) como desempleado, en busca de un nuevo puesto de trabajo y cobrando la prestación pública. En definitiva, unos límites bastante claros para 325 euros que cubriría el seguro.
Sumar servicios o no, ¿cuál es la opción más interesante?
No hay elección mala, ya que dependerá del interés del consumidor. Si ya se tenía pensado incluir el mantenimiento de las instalaciones, una tarifa que lo tenga puede suponer un ahorro de unos cuantos euros, ya que lo compensan con descuentos mayores. No obstante, si uno se ve obligado a contratar un servicio en el que no se había pensado, lo mejor será dar un paso atrás y comparar lo que costará de más frente al ahorro que ofrecen en la tarifa.
En este sector la picardía de las compañías es más que evidente. Mientras los descuentos son llamativos, pudiendo llegar al 100% sobre una de las variables, el ahorro real es de muy poco dinero. Por eso, siempre es importante poner en una balanza el precio del servicio adicional y el dinero que se ahorrará al contratarlo.