El reciclaje de muebles es una buena opción para ahorrar dinero, sobre todo, si somos capaces de hacerlo con tus propias manos. Si no somos unos manitas siempre podemos apuntarnos a un buen curso de manualidades y poner en práctica con los muebles de nuestra casa las enseñanzas que aprendamos. Obviamente es necesario poseer cierta destreza manual y gusto por el trabajo de la madera.
Estos cursos se imparten en muchas localidades a través de las concejalías de cultura de los distintos ayuntamientos sin olvidar la existencia de escuelas privadas. El caso es que de lo que se trata es de tener una base de conocimientos suficiente para acometer nuestras propias reformas o retoques en muebles antiguos.
Deberemos comprar los materiales esenciales. Con un banco de trabajo; herramientas de ebanistería, tapicería y marquetería; y materiales como tintes, barnices, lijas, etc… ya estaremos en condiciones de recuperar muebles cuyo precio de mercado tal vez sería prohibitivo para nuestro bolsillo.