Como cada otoño-invierno, al comenzar el frío se repiten los intentos de fraude que tienen como protagonistas a las revisiones obligatorias de las instalaciones de gas. Estas tienen que pasar cada cinco años una única inspección por parte de la empresa distribuidora, pero conviene conocer los procedimientos que siguen estas empresas para llevarla a cabo, así como sus pautas de acreditación, para evadir cualquier maniobra sospechosa.
Un problema recurrente
El fraude en las revisiones de gas es un problema que cada año se agrava en la época invernal. Solo en Cádiz, la Policía Nacional ha detenido en los últimos años a 10 personas por esta estafa. Los delincuentes utilizaban el nombre de dos conocidas empresas de distribución para obtener cobros rápidos de forma fraudulenta. El daño alcanzó a cerca de 65 personas.
Diversas asociaciones de consumidores que han recibido las quejas de los usuarios aseguran que en ocasiones se pedían entre 100 y 400 euros para llevar a cabo la revisión. En la mayoría de estas situaciones, los timadores buscan como objetivo a personas mayores que vivan solas. Ante ellas se presentan bajo la excusa de una revisión urgente o de alguna avería, como una soldadura para tapar una fuga. Tras simular realizar la faena, presentan facturas y tarjetas falsas y piden el pago.
Los timadores buscan como objetivo a personas mayores que vivan solas
Aunque son numerosas las denuncias realizadas que reiteran el «modus operandi» descrito, también hay estafas en las que una empresa no autorizada (en teoría, en nombre de la distribuidora) coloca el aviso de revisión en el domicilio del usuario (como se hace en el procedimiento legal) y se atribuye la facultad de realizarla. Dejan incluso certificados que avalan ante la distribuidora la obligación cumplida.
La Comunidad de Madrid ha advertido sobre fraudes de este tipo y ha denunciado ante la justicia a dos empresas instaladoras de gas en distintos puntos de la región. También para proteger a los usuarios, ha procedido a la suspensión de la prestación de sus servicios a través de la Consejería de Sanidad y Consumo.
La excusa de la revisión no solo se utiliza para cobrar un servicio fraudulento. En Murcia, esta patraña ha servido como vía de acceso a domicilios particulares. Una vez dentro, la situación derivaba en robo a mano armada.
Revisiones periódicas del gas, obligatorias
¿Pero es obligatoria esta revisión? La respuesta es sí. Las instalaciones de gas natural y gases licuados del petróleo por canalización deben pasar cada cinco años una inspección por parte de la empresa distribuidora. El coste de este servicio debe abonarlo el usuario. Lo mismo ocurre con las bombonas de butano.
No hay que dejar entrar a quien se presente como inspector si no ha habido una comunicación previa
En todos los casos, la recomendación es consultar en la Consejería de Industria de la comunidad correspondiente la relación de inspectores autorizados, así como las tarifas y servicios que ofrecen, para contratar el más económico.
Esta inspección se realiza con el fin de determinar el estado general de la instalación, su estado de conservación, la combustión higiénica de los aparatos y la correcta evacuación de los productos de la combustión.
Cómo reconocer a los técnicos habilitados
- Cualquier distribuidor habilitado por la Consejería de Industria de la comunidad debe comunicar a los usuarios, con una antelación mínima de cinco días, la fecha de la inspección. Esta comunicación funciona también como un modo de solicitar el acceso al domicilio. Si no es posible efectuar la inspección por ausencia del usuario, el distribuidor le notificará la fecha de una segunda visita.
En cualquier caso, la primera medida de seguridad es no permitir el acceso al domicilio a personas que se presenten como inspectores si no ha habido una comunicación previa.
En caso de recibirse la notificación de la revisión, habrá que consultar la lista con las empresas habilitadas en la Consejería de Industria, en su página web o en la propia empresa distribuidora, que podrá corroborar también la oportunidad de la revisión.
El distribuidor debe disponer de una base de datos actualizada, con la fecha de la última inspección de las instalaciones individuales, su resultado y la empresa que la realizó, y debe conservar esa información durante 10 años, por lo cual puede dar una respuesta fehaciente ante cualquier sospecha.
La identificación de la persona o empresa es otro factor relevante. Además de los datos del prestador, en el caso de las instalaciones de gas natural, debe figurar el número otorgado por la Dirección General de Industria, Energía y Minas, que es el órgano competente para habilitar a las instaladoras de gas.
Entre los papeles que deben estar presentes en el momento de realizar la revisión, destaca ese certificado, la identificación del técnico, las debidas hojas de reclamaciones, factura del servicio y un certificado que indique que la instalación se adecua a las normas exigidas, sin coste alguno para el usuario.
En el caso de la revisión del gas butano, otro elemento que se debe atender, además de las credenciales de identificación y certificados de instalador con sellos de la comunidad autónoma, es el seguro de responsabilidad civil obligatorio con que deben trasladarse a las inspecciones estas empresas.
Este requisito es obligatorio y deben contar con él todas y cada una de las empresas instaladoras autorizadas de gas.