¿Instantáneo o por acumulación?
Los dos sistemas básicos que cualquier usuario puede usar para conseguir agua caliente en su casa son el productor instantáneo y el sistema por acumulación. Cada uno de tiene sus ventajas e inconvenientes, de forma que para realizar una compra acertada es necesario conocer sus principales características.
El sistema de calentamiento instantáneo permite que el agua se caliente en función del consumo de cada hogar, es el que utilizan los calentadores. La principal ventaja de este sistema es que no se necesita mantener el agua caliente acumulada, lo que evita un mayor coste energético. Debido a estas características resulta el más apropiado para familias no numerosas, donde haya pocas personas viviendo o dónde su uso sea muy puntual, a primera hora de la mañana o a última de la noche.
Si el consumo de agua caliente va a ser continuo es aconsejable el sistema de acumulación
Por otro lado, la producción por acumulación es el sistema que mantiene el agua caliente en un depósito aislado para que pueda utilizarse en cualquier momento del día. Los especialistas recomiendan este sistema cuando se sabe de antemano que el consumo de agua caliente puede ser continuo. Las desventajas de este tipo de sistema, que además de acumulación es conocido como caldera, es el considerable coste de la energía y que el depósito ocupa un mayor espacio, ya que los modelos más pequeños mantienen en su reserva alrededor de 60 litros de agua.
Sistemas mixtos
Como alternativa a los dos sistemas más utilizados se encuentran los de tipo mixto, que combinan una determinada acumulación de agua caliente para su uso a lo largo del día, pero que también cuentan con un sistema de producción instantánea. Estos híbridos entre calentador y caldera tienen un depósito de menor capacidad, y sus precios varían según la potencia y la capacidad de acumulación del depósito:
Caldera mixta de gas analógica atmosférica de 24 kilovatios (funciona con gas natural): 720 euros.
Calentador eléctrico vertical de 30 litros: 180 euros
Caldera mixta de gas bitérmica (funciona con butano o propano) de 24 kilovatios: 760 euros.
Energía eléctrica o gas
La energía que utiliza cualquiera de estos tres sistemas para funcionar es la electricidad o el gas, lo que incide también en la elección de un tipo u otro. Si no se tiene la instalación de gas ciudad en casa, escoger un sistema de caldera o mixto no será la alternativa más conveniente. Los calentadores instantáneos de gas se accionan automáticamente en el preciso momento en que se produce la demanda de agua caliente, y su mayor inconveniente está en relación con los caudales de agua, que son limitados. Además, es importante tener en cuenta que hay que colocarlos en un lugar que cuente con la suficiente ventilación para garantizar la seguridad, ya que pueden resultar peligrosos por los riesgos de fuga de butano o de propano.
Los sistemas eléctricos presentan como principal desventaja -especialmente en los de acumulación, y en particular, en los que tienen una reserva pequeña- que una vez agotado el depósito, demandan un tiempo de espera de no menos de dos horas para acondicionar nuevamente el depósito a la temperatura adecuada. Aunque el coste inicial de la instalación, en uno y otro caso, es similar, la diferencia radica en que el gasto energético del calentador-acumulador de agua es mayor.
Cómo acertar en la elección
Elegir el sistema idóneo es posible si se tiene en cuenta el lugar donde está situada la vivienda y el clima predominante en la zona. Además, es muy importante tener en cuenta la cantidad de personas que habitan la casa y sus costumbres respecto a la utilización del agua. Las claves para decantarse por uno de estos sistemas se halla en su capacidad y la cantidad de agua caliente que se utilizará habitualmente. Para un cálculo aproximado es indispensable tener en cuenta:
- El consumo diario global.
- El consumo diario máximo.
- El consumo punta en diez minutos.
- Número de habitantes de la vivienda.
- La cantidad de grifos instalados en el piso.
- La cantidad de habitaciones y pisos, si los hay.
- La superficie en metros cuadrados de la casa.
La elección final deberá contemplar, a su vez, la potencia de consumo requerida (continuo o en horas pico). Si bien los valores no son siempre exactos, se puede tener una idea aproximada de la cantidad de agua caliente necesaria para cada actividad diaria:
- Lavabo: 10 litros.
- Bañera: 150 litros.
- Ducha: 50 litros.
- Bidé: 10 litros.
- Fregadero: 10 litros.
Para proporcionar un mayor bienestar a los usuarios, la temperatura de llegada del agua caliente al grifo debe ser la más próxima posible a la temperatura de uso. De esta manera se evitan problemas de quemaduras por error cuando se usan los grifos, a la par que se logra reducir el consumo del agua caliente y de la energía.
Para optimizar el uso de agua caliente pueden seguirse estos consejos:
Usar el agua caliente con precaución, ya que el calentador de agua es el segundo aparato que más electricidad consume en el hogar.
Envolver el calentador de agua eléctrico en una manta aislante. Son económicas y están disponibles en la mayoría de las tiendas de materiales de construcción.
Reparar las goteras que se hayan detectado lo más rápido posible.
Bajar el termostato del calentador de agua con el fin de no calentar más de lo necesario. Una temperatura de 20 grados es la más adecuada para la mayoría de las casas con lavavajillas modernos.
Instalar un regulador o control de flujo en la ducha, y llaves para evitar desperdiciar el agua. Esta acción tan simple puede reducir el consumo energético en un 50%.
Cerrar el desagüe del lavabo al afeitarse o durante el cepillado de los dientes.
Utilizar el lavavajillas y la lavadora solamente cuando se tenga la carga llena.