La compra en un supermercado puede resultar tediosa e incómoda. Es necesaria una planificación previa para evitar gastos inútiles y pérdidas de tiempo. Siguiendo algunos consejos podemos lograr que comprar sea una experiencia rápida y agradable:
Una planificación adecuada permite un ahorro de tiempo y dinero. Para ello debemos realizar la lista de la compra, planear los menús con antelación y evitar ir a comprar con prisa o con hambre.
Es importante evitar las compras de manera compulsiva y no sucumbir ante las promociones de los supermercados de productos que no necesitemos.
– Debemos recordar que no todos los alimentos con etiquetas «bio» o «light» son realmente naturales. Procuraremos comprar alimentos bajos en calorías y frescos, como frutas y verduras.
– Leer con detenimiento las etiquetas es un hábito que ayudará mucho al consumidor en la elección de los mejores productos.
– Comprar productos frescos en lugar de alimentos preparados es la elección más inteligente. Así, evitaremos las grasas saturadas, el sodio y otros aditivos innecesarios en una dieta equilibrada.
– Los productos bajos en grasa como el yogurt desnatado o la leche semidesnatada o desnatada evitarán ingerir grasa innecesariamente.