¿Se puede hacer algo para calentarse en casa esta Navidad, sin tener que encender la calefacción e incrementar así la factura del gas o la luz? La respuesta es sí. Existen trucos para sustituir la calefacción estas Mavidades, contener el gasto y lograr que el ambiente dentro de la vivienda sea agradable.
Aprovechar el sol. Incluso en invierno y durante las Navidades, hay muchas horas de sol que es conveniente aprovechar para calentar el hogar y no depender tan pronto de la calefacción general o individual. Para ello hay que dejar que penetre en casa, una labor que se realizará por las mañanas y a primera hora de la tarde al levantar todas las persianas y recoger los visillos para que no impidan la entrada de los rayos solares.
Emplear pequeñas mantas para ver la televisión, leer o permanecer sentado en el sofá, sin la necesidad que encender la calefacción.
Utilizar fuentes de energía locales, pero que sean de bajo consumo o que, cuando menos, cuenten con el menor voltaje posible. Servirán para calentarse en una sola estancia de la casa.
Mantener constante la temperatura del ambiente, de forma que todas las entradas de aire (ventanas, terrazas, etc.) queden cerradas sin riesgos de que pueda meterse el frío, sobre todo cuando bajan las temperaturas a última hora de la tarde y durante la noche.
Aprovechar el calor que despide el funcionamiento que generan algunos aparatos (televisor, ordenador, equipos musicales…) que harán más acogedora la temperatura de las habitaciones en donde están ubicados, sin necesidad de acudir a otras fuentes de energía más directas.
Durante la noche, al dormir, es aconsejable no tener ningún aparato calefactor encendido. Basta con taparse con una o dos mantas para no pasar frío mientras se descansa.
Hacer deporte ayuda a mantener y nivelar la temperatura del cuerpo y, por supuesto, a tener una menor sensación de frío durante todo el día y mientras se está en casa.
Aprender a vivir en el hogar con temperaturas no muy elevadas que, aparte de no ser muy recomendables para el cuerpo humano, incentivan un consumo desordenado de la energía.