Los centros de planchado, también conocidos como planchas de caldera, permiten reducir el tiempo de esta pesada y ardua tarea doméstica, además de ofrecer un acabado más profesional. Este aparato está indicado para hogares con gran volumen de prendas y ropa para planchar.
Sus virtudes
Estos centros de planchado ofrecen ventajas respecto a las planchas convencionales ya que son planchas de acero y más ligeras, dado que el depósito está conectado directamente a la caldera. Como la mayor parte de las convencionales, las salidas de vapor aparecen agrupadas en la parte delantera. Pero su gran diferencia, y a la vez ventaja, consiste en que requieren menor temperatura para planchar, evitando brillos en las prendas oscuras y ofreciendo un acabado más profesional.
Cuanto mayores sean su tamaño y capacidad, mejor es el planchado
Su gran capacidad para generar vapor en cualquier posición las convierten en un instrumento muy útil para planchar tejidos como cortinas. También hay que subrayar que eliminan los malos olores de las prendas, y confieren vida a los tejidos de abrigos y chaquetas.
Otro punto que conviene tener en cuenta es que la plancha de vapor y la plancha eléctrica son aparatos complementarios, no excluyentes. Los centros de planchado necesitan entre tres y ocho minutos para calentarse, y es conveniente emplearlos con un gran volumen de ropa, por lo que se recurrirá a la plancha eléctrica convencional para desarrugar alguna prenda.
Criterios de compra
Los tres elementos fundamentales en todo centro de planchado son: capacidad, presión y vapor. Así, se da como premisa válida que cuanto mayores sean el tamaño y la capacidad, mejor será el planchado.
– Capacidad de caldera. Resulta un factor determinante, ya que cuanto mayor sea el depósito más agua permite almacenar, con lo cual se genera más vapor. Además, hay que tener en cuenta que el vapor es el elemento que proporciona la rapidez y hace más fácil el planchado.
– Presión. Resulta importante porque establece el precio del aparato. La presión ideal es de cuatro bares, pero en el mercado actual se pueden encontrar centros de planchados con dos y tres bares. La incorporación de un presostato permite controlar en todo momento la presión. El inconveniente es que no todas las planchas lo incorporan, sólo las de mayor calidad.
– Vapor. Varía en función del modelo seleccionado. Hay aparatos que incorporan tanto el continuo como el vapor por pulsación. Hay otras que sólo disponen de este último. Es recomendable tener en cuenta que el vapor continuo se emplea cuando el tejido necesita de mucha salida de vapor.