El 71% de las personas que buscan por primera vez entrar en el mercado laboral y bajo ese epígrafe se inscriben en las oficinas del Servicio Público de Empleo (SPE) son mujeres. La crisis, lejos de desanimar a los parados que nunca han trabajado y acuciados por las necesidades socioeconómicas, ha provocado que el colectivo suba en más del 5% interanual y llegue a los 239.365 aspirantes a fecha 31 de julio, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración y del Instituto Nacional de Estadística (INE). De este total, 63.953 son hombres y 169.412 mujeres.
En cifras absolutas, Andalucía se sitúa como la comunidad con más desocupados aspirantes a ser contratados, con 86.145 inscritos. Le siguen Galicia, con 20.926 desempleados, y Canarias, con 19.048. En el número cuatro aparece la Comunidad Valenciana, con 17.332 parados.
En las oficinas del SPE en Castilla y León se inscribieron 16.272 ciudadanos, mientras que en Cataluña lo hicieron 15.425; en Extremadura, 12.869, y en Madrid, 11.157. Mientras, en Castilla-La Mancha fueron 8.933; en el País Vasco, 4.912; en Murcia, 4.435; en Asturias, 4.333; en Aragón, 3.036; en Cantabria, 1.986, y en La Rioja tan sólo 572, pero también es la autonomía con el menor censo.
Por edades, la necesidad y el deseo de encontrar el primer trabajo predomina entre los desempleados mayores de 44 años, que representan el 38% (90.560 personas) del total. Por el contrario, el menor grupo, que tan sólo supone el 8% (18.971 personas), corresponde a los desocupados de 25 a 29 años. Los hombres más interesados en insertarse en el mercado laboral son los menores de 20 años, un total de 21.484.