El fútbol apasiona a multitudes. Moviliza sentimientos y genera fanatismos que, en algunas ocasiones, se traducen en emociones. Y muchas otras, en gastos. Camisetas, gorras, revistas, libros, asistencia a los estadios y otros consumos representan un desembolso que no todos pueden afrontar, sobre todo si se pertenece a la afición de los llamados ‘equipos poderosos’. Sin embargo, hay algunas alternativas para reducir los costes sin renunciar a lucir los colores del club favorito.
Los aficionados de un club modesto se gastarán menos dinero respecto a los defensores de los equipos con mayor peso histórico en la Liga, como Barcelona o Real Madrid. Una camiseta merengue se adquiere por 65 euros y una azulgrana por 67 euros. La del Getafe, por el contrario, tiene un valor de 54,95 euros y la del Recreativo de Huelva 48,80 euros, de manera que se aprecia una brecha de entre 10 euros y 20 euros de diferencia entre unos clubes y otros. Pero no todo se reduce a camisetas. Hay todo tipo de productos ‘futboleros’: una cartera del Atlético Madrid se consigue por 49 euros, una bufanda del Real cuesta 18 euros y una mochila del Barcelona, 29 euros. La venta, tanto para los artículos de estos clubes como de los restantes, está asociada a la tienda del club, aunque también existe la posibilidad de adquirirlos por medio de sus sitios de Internet.
El buen rendimiento deportivo incentiva a los aficionados a adquirir más productos de su club, como los diseños exclusivos realizados especialmente para disputar distintas competiciones o celebrar algún titulo obtenido
En todos los casos, cada club tiene una marca asociada que es la que se encarga de proveer a los equipos y de vender el merchandising a la afición. El buen rendimiento deportivo incentiva a los aficionados a adquirir más productos de su club, como los diseños exclusivos realizados especialmente para disputar distintas competiciones o celebrar algún titulo obtenido. La camiseta color rojo con la bandera en la espalda que utilizó el Sevilla en la reciente final de la copa U.E.F.A, la insólita casaca naranja vestida por el Deportivo la Coruña en el partido de la Champions League 2003-2004 frente al Mónaco y el diseño Ketchup usado por el Athletic de Bilbao en la temporada 2004-2005 con motivo de su participación en un torneo europeo, son algunos de los productos más extravagantes que tientan a los fanáticos y que cotizan más que los convencionales.
Ante la imposibilidad de muchas familias por equipar a los más pequeños de la casa con las ropa oficial, hay otras alternativas que permiten vestir los colores del club favorito y ahorrar algunos euros. Cada vez que una marca cambia el modelo con el que equipa a los planteles, el diseño anterior pierde valor y se consigue en saldos -siempre en los establecimientos oficiales- a un precio más accesible. ¿Otra opción? Una bufanda tejida en casa puede abrigar tanto como una oficial y llevar los mismos colores que la auténtica.
El coste de una entrada para asistir a un partido
En este capítulo las opciones se multiplican, ya que se puede escoger entre asistir de manera ocasional a través de la adquisición de entradas eventuales o bien comprar un abono y tener así garantizada la presencia en todos los encuentros de la temporada que el club dispute en su estadio. Eso sí, una concurrencia eventual implica adaptarse a la fluctuación de precios, ya que la taquilla se fija para cada partido, de acuerdo a la trascendencia y según, claro, la ubicación dentro del estadio.
Para presenciar el partido de la jornada 32 del presente campeonato entre el Valencia y el Recreativo de Huelva, en el estadio Mestalla, la butaca más económica tenía un coste de 18 euros, mientras que la más costosa, la tribuna, 60 euros. Pero los precios cambian también según el partido, ya que las mismas ubicaciones para el encuentro entre el club valenciano y el Barcelona, que se disputó doce fechas atrás en el mismo estadio, tuvieron valores de 60 euros la más barata y 120 la más cara.
Entre el abanico de posibilidades, los abonos suelen ser la opción más económica. Si bien al principio implica un desembolso mayor, representa dos importantes ventajas: resulta bastante más barato que comprar las entradas de manera eventual, y el aficionado no tiene que preocuparse por conseguirlas para cada encuentro.
Los beneficios de ser socio
Muchos seguidores de los diferentes clubs se decantan por la opción de ser socio de una institución y así poder disfrutar de los beneficios que otorga esta pertenencia, como en el caso del Real Madrid, que ofrece descuentos en los partidos del primer equipo. Las reducciones pueden llegar a ser de hasta un 50% en los encuentros de Liga de Campeones y la Copa del Rey. Otras de las ventajas son los notables descuentos en la compra de abonos y entradas de baloncesto y el acceso gratuito a las instalaciones de la Ciudad Deportiva. Por último, el club madrileño otorga a sus socios un descuento de un 10% en la adquisición de artículos en sus tiendas oficiales y en el Real Café y prevé un derecho preferente de compra de localidades para los abonados en aquellos partidos que, no siendo de abono, se jueguen en el estadio Santiago Bernabeu.
Las ventajas del abonado, no obstante, desaparecen cuando el seguidor de su equipo desea asistir a los partidos de su club pero en la sede del contrincante. Además, los gastos se enumeran con estos desplazamientos. El Barcelona brinda a sus simpatizantes un muy buen servicio. Por ejemplo, para el encuentro que disputó ante el Atlético de Madrid el 20 de mayo la afición tuvo la opción de adquirir por intermedio del club un «pack» que incluía el viaje hasta Madrid, la entrada al estadio y los desplazamientos al campo de fútbol y al hotel, todo por 485 euros y con un 5% de descuento para sus socios.
Los nervios propios de una disputa futbolística sumados a la costumbre extendida entre los asistentes a un partido provoca, por otra parte, el consumo de refrescos y bocadillos, con el fin de calmar la angustia y menguar la ansiedad que genera este deporte. Para conocer la previa, entrenamientos y novedades del equipo preferido, no basta con la televisión o la radio. Revistas especializadas y diarios deportivos se añaden a la “inversión futbolística” y también suman euros a los gastos del aficionado. Comprar alguno de los principales diarios deportivos de España, contando sólo viernes, sábados, domingos y lunes -los días que más cerca están de la jornada- implica unos cuatro euros semanales, y 16 euros al mes.
Es el aficionado quien tiene la última palabra y debe decidir si invertir y presenciar un espectáculo o, si por el contrario, prefiere reducir los costes y ver el partido en su casa, por televisión. Una elección que tampoco es muy económica, ya que hay que abonarse a los distintos canales de televisión por pago, a partir de 11,29 euros mensuales.