Cultivar menta, albahaca o romero en la cocina ayuda a ahorrar. Sin embargo, tener un pequeño huerto en el balcón con fresas o tomates cherry no resulta más económico que comprarlos, ¡pero proporciona más satisfacción y se comen productos más sanos! Aquí tiene todas las claves para aprovechar su huerto urbano con la vista en el bolsillo: no es caro montarlo pero tampoco siempre es rentable, si lo que se busca es el ahorro. Eso sí, supone mucho más, como un respiro frente a la contaminación y el asfalto que dominan la vida en las grandes urbes.
Un huerto en el balcón… ¡y también en la cocina!
El concepto huerto urbano abarca todas las modalidades de «cultivo de plantas hortícolas, frutales, aromáticas y para condimentar realizadas fuera del marco de la agricultura profesional», como explica Fernando Cuenca, de Elhuertourbano.net. Puede haber huertos urbanos de campo, de jardín, de terraza, de balcón, de interior… y también los hay educativos y sociales, porque «un huerto urbano va más allá de un espacio donde cultivar plantas comestibles», según Cuenca.
Colocar el huerto en un lugar u otro obliga a adaptar la técnica de cultivo y las especies que se tendrán. En el caso de un edificio, los lugares idóneos para poner un huerto urbano son la terraza o balcón… ¡e incluso el tejado! En este caso hay que tener en cuenta la orientación, las horas de sol, las normativas de la comunidad de vecinos, etc. Hay plantas como tomates o pimientos que requieren muchas horas de sol, mientras que las fresas o las acelgas pueden ser cultivadas en espacios más sombríos.
Un huerto también puede estar en la cocina, aunque se limitará a ser una pequeña colección de plantas aromáticas como perejil, romero, menta, albahaca… colocadas en pequeñas macetas o jardines verticales.
¿Es muy caro tener un huerto en el hogar?
No se necesita apenas inversión para disfrutar de un huerto en una vivienda. ¿Cómo es posible? Basta con sustituir las plantas ornamentales de un balcón, como unos geranios, por unas acelgas de colores, unos rabanitos, lechugas de hojas rizadas… Con estas hortalizas se embellece el espacio, a la vez que se consigue tener un huerto pequeño.
Hay otras formas de crear un huerto en casa que pueden resultar más costosas, como hacerlo en jardineras, mesas de cultivo o cajas. No son muy caras, pues por un precio medio que ronda los 60 euros pueden adquirirse estos recipientes en las tiendas. Y cultivar en ellos no es muy difícil, como se puede ver en el siguiente vídeo:
Para cultivar también hay que comprar tierra, abono y semillas. Y si se quiere que el cultivo sea ecológico, será más caro. En este caso se debe partir de semillas o planteles de origen ecológico, utilizar fertilizantes orgánicos de origen animal o vegetal tratados de modo adecuado, usar fitosanitarios permitidos, etc.
¿Se ahorra con un huerto en casa?
Tener una colección de hierbas aromáticas en la cocina sale rentable ¡y además es un lujo! Y es que no todo el mundo puede disponer de estos productos para llevarlos directamente de la planta al plato.
Si se habla de frutas y hortalizas, la cosa cambia. Si se pone en el balcón o terraza una mesa de cultivo o jardineras, es muy probable que al analizar los costes, se vea que sale más económico comprar la lechuga o los tomates en el supermercado. Sin embargo, hacerlo en casa «aporta la satisfacción de haberlos cultivado con nuestras propias manos, además del sabor y frescura conseguida porque el momento de recolección podrá ser el óptimo», indica el experto agrícola.
Además, es muy pedagógico: los niños pueden ver en directo cómo nacen las fresas de la planta, recolectarlas y comérselas o recoger tomates y rabanitos, una lechuga y hacer una ensalada.
¿Qué, cuándo y cómo cultivar en casa?
Es muy importante conocer las necesidades vitales de cada especie para garantizar el éxito del cultivo. La mayoría de especies de este tipo de plantas «son muy rústicas y con tan solo cultivarlas en la época adecuada suelen dar buenos resultados», señala Cuenca.
Un huerto urbano produce plantas de estación. Esto implica producir y consumir frutas y hortalizas en su momento más natural. ¿Y qué se puede cultivar? Las plantas propias de cada temporada: coles, espinacas, habas, acelgas, alcachofas… en las épocas frías del año, y tomates, berenjenas, calabacín, pepinos, pimientos, judías, fresas, etc. en las de clima más cálido.
En el caso de las aromáticas como mentas, albahaca, romero, perejil, tomillo… hay que cultivarlas durante primavera, verano y otoño, ya que en invierno están en reposo vegetativo o simplemente, como en el caso de las albahacas, no crecen.
El concepto de huerto urbano ha llegado para quedarse. ¡Y hay múltiples opciones! Los huertos en colegios para enseñar a los más pequeños de la casa a entender de dónde vienen las frutas y hortalizas que consumen son un ejemplo. Hay también huertos sociales, útiles como ocio y para enriquecerse culturalmente, además de como un modo de terapia para jubilados. Existen huertos de colectividad en edificios como factor social, para mejorar de interacción entre vecinos… y, por supuesto, los huertos de terraza o balcón para disfrutar de los alimentos vegetales más sanos, proponerse retos de cultivo y conseguirlos.