Empieza una nueva estación. Y ahora, ¿qué ropa me pongo? A esta pregunta pronto le siguen otras muchas. ¿Dónde está ese vestido del año pasado? ¿Me seguirá sirviendo? ¿Qué hago si ya no me lo puedo poner? Pero, sobre todo, está una cuestión que hace temblar al bolsillo: ¿cuánto me costará renovar el vestuario? Sin embargo, hay una forma de pagar menos por la ropa, a la vez que se protege el planeta. Compartir o alquilar el armario con otras personas está en auge: un negocio global por Internet que ya se embolsa 800 millones de euros al año. Este artículo explica las características de un armario compartido y cómo sumarse a esta tendencia.
Los armarios compartidos ayudan a enfundarse ropa cara sin estrangular su cuenta corriente, un negocio global que se embolsó 800 millones de euros en 2017, y se estima que crezca hasta los 1.500 millones en 2023
Cada español gasta 450 euros al año en ropa, como recoge el estudio ‘El sector textil y el gasto en prendas de vestir en España‘ de la EAE Business School. Esto se traduce entre ocho y nueve kilos de ropa al año. Pero también derrochamos mucho: cerca de 390.000 toneladas de prendas y otros textiles terminan en el cubo de la basura, según la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria.
En cambio, los armarios online compartidos ayudan a enfundarse ropa cara sin estrangular su cuenta corriente, con un menor impacto para el entorno. Y, aceptémoslo, sin que el vestido de 200 euros que compró para la boda de su mejor amigo acabe en el guardarropa cogiendo polvo.
Armarios democráticos y sostenibles
La Más Mona es el equivalente en moda a Netflix. En su web puede escoger un traje para una ocasión especial, hasta un tocado de boda (desde unos 40 euros), de entre más de 1.000 piezas y de decenas de diseñadores, e incluso suscribirse. Y esta es una tendencia que crece. Según un estudio de Allied Market Reserch, el negocio global de los armarios de alquiler se embolsó 800 millones de euros en 2017, y se estima que crezca hasta los 1.500 millones en 2023.
En este establecimiento online -que supera los 156.000 fans en su página de Facebook- hay una amplia gama de vestidos y accesorios de diseñadores españoles, como Amaya Arzuaga y Miguel Palacio, y extranjeros como Missoni o Red Valentino.
Y por supuesto, cualquiera puede poner su armario a disposición de otros internautas que quieran alquilar sus pantalones o ese vestido de fiesta que languidece en el ropero. «El intercambio de ropa entre particulares también crea un armario más solidario, ya que protege la economía local. Aquel que lo necesita puede vender o alquilar parte de su ropa, un amortiguador económico que fomenta un tipo de economía más horizontal y solidaria», manifiesta Beatriz Valdivia, creadora de la plataforma Moda en Positivo, un proyecto que quiere hacer armarios más sostenibles. «Además, compartir el armario es una opción más barata para todos. La moda también debe ser económicamente sostenible«, dice Valdivia.
Y es que este modelo de usar y tirar tiene impactos sociales y ambientales negativos. Las prendas de vestir son responsables del 2 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera -principal gas causante del efecto invernadero-, y también de entre el 6 % y el 8 % del consumo de agua, según la iniciativa WRAP, un proyecto que invita a reducir los residuos con hábitos más amables con el planeta.
Imagen: belchonock
Armarios compartidos: ejemplos y funcionamiento
Con espíritu de darle una segunda oportunidad a la ropa y olvidarse de la frase «no tengo nada que ponerme», nació la plataforma Armario Compartido. «La idea principal es que nuestro fondo de armario crece», cuenta Sara Vijandi, creadora de esta red social. En ella cada uno puede poner en alquiler su propio guardarropa o tomar prendas prestadas de otros internautas con armarios compartidos.
Otra iniciativa se llama Etiquette. Cuenta con su propio ropero online de alquiler de vestidos y complementos de diseñadores nacionales e internacionales y ofrece vestidos y tocados por la mitad de su precio de venta.
Y hasta el retro campa a sus anchas en los armarios online compartidos. Algunos de ellos, como el creado por Altacostura online, tienen un espacio reservado para las piezas vintage con aroma de los 60.
El funcionamiento de estos armarios compartidos online es sencillo. Basta con registrarse, elegir la prenda, comprobar si tienen su talla y ver si el modelo está disponible para la fecha que lo necesita. Eso sí, piden pagar parte del alquiler por adelantado y no permiten hacer arreglos del vestuario. Pero para este problema ya han encontrado una solución creativa: los vestidos suelen entregarlos con un «conjunto de primeros auxilios», es decir, que vienen con cinta de doble cara para poder acortar o ajustar el largo en caso necesario.
- Puede seguir a Eva San Martín en Twitter.
Los españoles nos dejamos 508 euros de media en ropa, según el informe ‘El sector textil y el gasto en prendas de vestir en España’ de la EAE Business School. Pero noruegos y suecos nos pasan de largo: los primeros se gastan 1.246 euros al año (por persona) y los segundos, 941 euros.
Volvamos a España para desglosar el armario. Las españolas gastamos en él más que los hombres, apunta el sondeo. De los 23.643 millones de euros que desembolsan los ciudadanos para renovar su vestuario, la mitad fue para comprar ropa de mujer, mientras que solo uno de cada tres euros lo invirtieron en el armario masculino; el 22 % restante fue para comprar prendas para niños.
Y la radiografía del gasto en ropa no es igual en todas las regiones: vascos (580 euros), navarros (551 euros) y catalanes (501 euros) son los que más consumen.