Las vacaciones no frenan el llamado “gasto fantasma” en casa, el consumo eléctrico de los aparatos enchufados que, aunque no estén en funcionamiento, disparan la factura. Pero, ¿cómo ahorrar luz mientras se está de viaje y evitar sustos por la factura de la luz a la vuelta? Hay consejos sencillos para lograrlo: entre ellos, desenchufar los electrodomésticos, aprovechar para cambiar de tarifa, apagar la nevera si el viaje es largo, y dejarla vacía con la puerta abierta, y hasta desactivar el cuadro de la luz.
1. Desenchufar los aparatos de casa: adiós al gasto fantasma
Algunos aparatos y electrodomésticos de la vivienda generan mucho gasto de electricidad, aunque en realidad no estén en funcionamiento: es lo que se conoce como «gasto fantasma» o consumo «stand by». Por eso, no se tendrá más remedio que desenchufarlos, si no se desea que quede reflejado en el recibo de la luz, aunque se haya estado de vacaciones.
Algunos electrodomésticos responsables del «gasto fantasma» son los ordenadores, televisores, cafeteras eléctricas, microondas o teléfonos inalámbricos. A pesar de no utilizarse durante estos días y que estén apagados o en modo de espera, estos aparatos seguirán generando un consumo innecesario: alrededor de 1,6 kilovatios diarios.
El consejo es realizar una lista con los instrumentos que producen mayor consumo y no olvidarse de desconectarlos antes de partir de vacaciones. Antes de emprender el viaje, es necesario que hacer una revisión a fondo en todo el hogar, con el objetivo de no dejar nada en funcionamiento que pueda repercutir en el gasto de la luz. Es fácil dejarse conectado, por ejemplo, el cargador del teléfono móvil.
2. Contratar una tarifa con discriminación horaria
Un viaje puede que sea el momento más oportuno para cambiar la tarifa eléctrica y decantarse por una de discriminación horaria. Y es que el ahorro que puede generar en la cuenta corriente es más que evidente.
Para empezar, se abonará menos dinero en concepto de peajes por el consumo que se realice en ciertos tramos horarios. Otro efecto directo de esta estrategia consistirá en que el precio del kilovatio por hora será más económico: se dispondrá de 14 horas al día en donde el consumo será sensiblemente más barato que con otras tarifas.
En el periodo vacacional se puede tomar esta determinación para contener los desembolsos que genera el uso de esta energía en el hogar.
3. Desactivar el cuadro eléctrico
Si lo que se quiere es pagar menos luz, siempre se tendrá como último recurso cortar la electricidad de casa antes del viaje. Es la forma más eficaz de ahorrar. Además, supondrá una medida de seguridad para prevenir cualquier incidencia técnica en los aparatos e instalación eléctrica. Para ello, habrá que cerciorarse de no dejar alimentos en el frigorífico que puedan estropearse.
Si se opta por apagar los plomos, se evitará cualquier clase de consumo por esta energía, con un ahorro que puede alcanzar hasta el 15% sobre la decisión de no cerrar los conductos eléctricos durante esos días.
4. Desconectar la nevera
Uno de los electrodomésticos que más consumo generan en casa son las neveras. Y su funcionamiento supone un gasto innecesario, si se estará muchos días ausente del hogar. Por este motivo, una de las medidas más prácticas para ahorrar mientras se está de vacaciones consiste en vaciarla por completo y desconectarla el día de la salida. Para ello, será necesario dejar la puerta por completo abierta para eliminar los malos olores y que su mantenimiento sea el más óptimo al regreso de las vacaciones.
Si, por el contrario, serán pocos los días, será suficiente con regular el termostato y ponerlo en la posición de menos frío o mayor temperatura. Esta medida ayuda a contener el gasto eléctrico en este pequeño periodo vacacional.