El CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreement) es un acuerdo de libre comercio que regirá los futuros intercambios entre la Unión Europea y Canadá. Por el momento, tendrá una incidencia mínima sobre los ciudadanos, ya que afectará a aspectos muy concretos como la homologación de los títulos universitarios, el acceso a nuevos productos y artículos o incluso como medida de ayuda a los emprendedores. No obstante, sus efectos indirectos pueden plasmarse con un incremento de los contratos de trabajo o un abaratamiento en los productos provenientes del otro lado del oceáno Atlántico. Estas son las siete claves económicas para entender el CETA.
El tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá, conocido como CETA, implica la eliminación o reducción de las tasas aduaneras que hoy existen entre estos dos importantes espacios económicos. Pero también conlleva cambios en los planteamientos comerciales o monetarios para, por ejemplo, facilitar el desarrollo de los estudios universitarios a los estudiantes. De todas formas, hay ciertas cuestiones muy interesantes para las actividades de los españoles.
1. ¿El CETA beneficia a los consumidores?
Una previsible bajada de precios en ciertos objetos será el primer efecto tras la puesta en marcha de este tratado comercial transatlántico, como consecuencia de la eliminación de aranceles entre los productos intercambiados entre ambas zonas económicas. De esta forma, todos los artículos que provengan de Canadá tendrán unos precios más asequibles para todas las economías domésticas al abaratarse desde los planteamientos iniciales, sean cual sean: componentes tecnológicos, electrodomésticos, material educativo o ropa en general. En cambio, los productos de alimentación, como la carne de ave, no se verán afectados por esta decisión.
2. ¿Cómo afectará el CETA a los empresarios?
Los empresarios serán uno de los grandes beneficiados de la entrada del CETA, porque estarán en mejor disposición para suscribir contratos públicos al otro lado del Atlántico, ya que contarán con las mismas condiciones que las compañías canadienses.
3. El CETA liberalizará servicios
El CETA llevará aparejada una progresiva liberalización de buena parte de los servicios, a excepción de unos pocos que están representados por los audiovisuales, sanitarios o sociales. ¿Cómo afectará a los consumidores? Dispondrán de una mayor demanda para contratarlos y, a medio y largo plazo, debería suponer un sensible abaratamiento de los mismos.
4. El CETA puede incrementar la oferta de trabajo
Según estimaciones realizadas por los estudios de la Cámara de Comercio y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el CETA supondría durante los primeros años de implantación una creación de unos 350.000 nuevos puestos de trabajo. Será a consecuencia de la liberalización de los servicios y el beneficio que reportará a la actividad de las compañías que se vean inmersas en esta medida.
De esta forma, la previsión es que el CETA repercuta sobre el empleo, ya que habrá empresas que tengan un mayor volumen de negocio que el actual. La previsible demanda de nuevos trabajadores será en sectores estratégicos como la construcción, ingeniería civil y obras públicas.
5. ¿El CETA mejorará las condiciones laborales¿
Si bien el CETA será un instrumento muy eficaz para la creación de empleo de forma indirecta, no afectará a las condiciones de los trabajadores en las dos áreas económicas implicadas, ni en lo que se refiere a su remuneración, ni tampoco al marco regulatorio del mismo.
El CETA tampoco tendrá repercusión sobre los agentes sociales. En este sentido, no tendrá puntos de aplicación sobre el incremento salarial, contratos de trabajo o incluso sobre la legislación laboral.
6. ¿El CETA puede ayudar a la economía española?
Uno de los aspectos en donde se reflejaría con mayor intensidad sería en las cuentas del Estado, con un incremento en el Producto Interior Bruto (PIB) de unas cuantas décimas, según los empresarios. Podría ser hasta el detonante para que pudiese relajarse la presión fiscal entre los contribuyentes.
Este escenario, sin embargo, no sería inmediato, sino que habría que esperar tres o cuatro años hasta comprobar su incidencia real sobre la economía nacional.
7. ¿El CETA protegerá las denominaciones de origen?
Un aspecto poco conocido de este acuerdo es el que tiene que ver con las denominaciones de origen de aceites de oliva, quesos, turrones, embutidos y jamones. Serían muchas las ventajas que podrían obtener los pequeños empresarios de estos sectores por la protección de estos productos. Además, sería una puerta de entrada más para su exportación.
8. Homologación de los títulos universitarios
Los estudiantes se verán beneficiados de este acuerdo comercial. Algunos profesionales universitarios se verán favorecidos para ejercer su trabajo en la nueva área comercial asociada, entre ellos, los arquitectos e ingenieros, ya que se reconocerán sus títulos en Canadá.
El CETA también podría fomentar los intercambios culturales entre ambos espacios comerciales a los que se podrán acoger los jóvenes universitarios españoles.