Navidad es una de las épocas del año en que más envíos se realizan. Por Correos o a través de diferentes servicios de mensajería, en los meses de noviembre, diciembre y los primeros días de enero, se transportan a diario cientos de paquetes que deben llegar intactos a su destino. ¿Cómo lograr que terminen en manos de sus destinatarios sin problemas? Tal y como se indica en las siguientes líneas, es muy importante ser cuidadoso y seguir algunas normas, como asegurarse de empaquetar y etiquetar bien el regalo y comprobar que se cumplen todas las normativas relativas al peso del paquete.
Para que los regalos navideños que se envían lejos lleguen a su destino en perfecto estado, conviene seguir una serie de pautas, entre las que destacan las siguientes:
- Asegurarse de que el paquete está bien envuelto y embalado.
Aunque las empresas de envío suelen proporcionar embalajes gratuitos, los clientes tienen que prestar especial atención a envolver su envío con cuidado.
- El embalaje externo debe ser de alta calidad y acorde con el producto. Se tienen que utilizar cajas de cartón rígido y que tengan las solapas intactas. Hay que tener presente que si las cajas se han utilizado una y otra vez, puede que no estén en las mejores condiciones, por lo que conviene comprobar que las esquinas no estén aplastadas ni tengan partes rasgadas o cortes. Las cajas dañadas pierden de un 30% a un 60% de su eficacia.
Utilizar para embalar cajas del tamaño adecuado al contenido, y con acolchado interior, sin dejar espacios vacíos y colocar los objetos más frágiles en el centro. Si las cajas son demasiado grandes, el contenido puede moverse o las cajas pueden acabar aplastadas y, si son demasiado pequeñas y van muy llenas, el regalo puede romperse. Si en una caja hay varios objetos que chocan unos contra otros, pueden acabar hechos trizas.
Hay que proteger los objetos cortantes o punzantes. Los filos deben ir bien envueltos para evitar peligros personales o al resto de la mercancía.
Etiquetar las cajas correctamente.
El albarán tiene que responder a tres cuestiones básicas, según estiman desde la empresa de paquetería Fedex: qué es, de qué está hecho y para qué es utilizado. Hay que tener en cuenta que, cuando se envía un paquete fuera de España, los clientes que no proporcionen suficiente información pueden sufrir retrasos en las aduanas. Para evitar que esto suceda, conviene siempre tomarse un tiempo y etiquetar de manera correcta todos y cada uno de los paquetes que se desea enviar.
Tras haber rellenado los campos para el envío y tener la etiqueta correspondiente, hay que fijar ésta en el lado más largo del paquete. Si las cajas se han utilizado antes -es deseable que no sea así-, hay que retirar o anular todas las etiquetas anteriores, para evitar confusiones y errores en el reparto. Además, en lugar de rotular a mano, es mejor utilizar las etiquetas específicas que suelen dar las empresas. Éstas son las idóneas para transportar la mercancía.
Hay que precintar
todos los envíos con cinta adhesiva resistente. Las cintas de embalar, en ocasiones, también las proporcionan las empresas. Si no es el caso, se pueden adquirir fácilmente en cualquier ferretería o establecimiento similar.Hay que evitar decoración externa
. El paquete no debe ir por fuera lleno de dibujos o pegatinas (resta eficacia al etiquetado), ni decorado con cintas de regalo, ya que pueden enredarse en las cintas transportadoras.Estimar con precisión el coste del envío y elegir un seguro
. Hay envíos que son de cierta importancia y envergadura, con un valor económico muy elevado. Aunque lo normal es que las cosas salgan bien, a veces pueden surgir problemas y, por ello, los clientes deberían siempre declarar el valor de su envío. Antes de realizar el envío, conviene haber contratado el seguro apropiado.Comprobar que los envíos cumplen las normativas de peso
y que las medidas no sobrepasan lo permitido. Según las empresas de mensajería, para envíos entre particulares en España, hasta un valor de 45 euros y 10 kilos, la mercancía está exenta de impuestos. Además, conviene estar alerta y escoger bien el contenido del paquete, pues aquellos en los que se envíe alcohol, comida o tabaco pueden estar sujetos a controles sanitarios e, incluso, es posible que se rechacen en la aduana.