En 2019 el autoconsumo fotovoltaico en España se duplicó respecto al año anterior, según los datos registrados por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Y en un año tan complicado como el 2020, creció un 30 %. Parte de culpa de este éxito la tiene la derogación del llamado impuesto al sol, que ha supuesto que en los dos últimos años se pierda el miedo al autoconsumo, y lo ha acelerado de forma importante. Además, como explicamos en este artículo, el hecho de que la nueva normativa introduzca la posibilidad de instalar autoconsumo compartido en bloques de viviendas (si el edificio es apto para ello) y permita obtener retribuciones por el excedente de energía generada hace que el autoconsumo salga más rentable.
¿Qué era el impuesto al sol?
En España, el consumo energético de los edificios representa el 40 % del consumo energético total, lo que se traduce en un impacto medioambiental en contaminación de gases de efecto invernadero del 36 %. Si tenemos en cuenta estos datos de FIABCI España (Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias), es esencial que el autoconsumo fotovoltaico tome impulso. Más aún en un país de enormes posibilidades como el nuestro, que cuenta con notables recursos renovables. ¿Por qué tarda tanto en despegar? ¿Es muy cara esta energía? ¿Era el impuesto al sol un freno importante?
El impuesto al sol “lastró durante años la renovación sostenible en España”, señala Iñigo Amoribieta, director general de la empresa de energía solar Otovo España. Pero, en gran medida, lo hizo debido al desconocimiento, pues era un impuesto que gravaba sobre instalaciones solares grandes. Esto es muy relevante, porque “no gravaba a instalaciones de menos de 10 kWp, pero nunca se ha explicado bien este hecho, lo que significó meter miedo a posibles clientes”, añade el experto.
El real decreto ley de transición energética derogó en 2018 este impuesto porque la energía solar, hoy en día, es la más barata que puede producirse y “no tenía sentido penalizar a una tecnología incipiente para frenarla, cuando nos trae energía limpia, barata y sostenible”, dice Amoribieta.
¿Y el futuro? No parece probable que pueda volver a instaurarse, pues todo el arco parlamentario está de acuerdo en que “el autoconsumo es parte de la solución al problema energético que tiene España”, asegura. Más bien, si algo se hace —apunta el experto— será penalizar y gravar fuentes energéticas “más sucias y contaminantes”.
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¿Sale más rentable ahora instalar y usar energía solar?
Puede decirse con claridad que hoy cuesta menos instalar y usar energía solar. La razón es que ya ni grandes ni pequeñas instalaciones tienen que pagar un impuesto al sol, lo que ha provocado una considerable aceleración del mercado. Y esta aceleración da lugar a que se forme un tejido empresarial que cada vez “permite instalar de forma más barata y rentable”.
Como indica el experto, puedes ahorrar el 50 % de tu factura, y la rentabilidad de la inversión para tu familia puede estar entre el 10-15 % anual de lo invertido, si compras el sistema. Si en lugar de adquirirlo lo alquilas, ahorras desde el primer día.
Pero, además, se introduce la posibilidad de instalar autoconsumo colectivo en bloques de viviendas (siempre que el edificio sea apto para ello). Y tampoco pierdes el excedente de energía que produzcas —como sucedía antes—, sino que lo puedes rentabilizar. Por ejemplo, podrás tener una rebaja en tu factura de la luz equivalente al excedente que generes y vuelques en la red.
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¿Cuánto cuesta una instalación fotovoltaica para una familia?
No caben ya dudas sobre que el autoconsumo es parte de la solución al déficit energético que tenemos en España y a la transición hacia tecnologías limpias y sostenibles, además de baratas. Pero ¿cuánto cuesta?
- Una vivienda normal tiene una instalación de 3-4 kWp (el 99 % de las que instalaciones que se hacen son de menos de 10 kWp). Por ello, para una familia tipo “podemos estar hablando de una inversión media de 4.000 euros”, comenta Amoribieta.
- Esto supone un ahorro de unos 500-600 euros al año en luz. Este sería el modelo tipo, pues cada instalación tiene que estar dimensionada en su tamaño al consumo de cada familia.
- También es posible alquilar el sistema, cuya cuota mensual les costaría menos que el ahorro en factura de la luz, por lo que, sin inversión, el alquiler “se va pagando solo”, añade el especialista.