Los jubilados no son ajenos a las estrategias de ahorro a las que se enfrenta gran parte de la sociedad española. Unas pensiones no demasiado altas hacen que se deban apretar el cinturón para esquivar los efectos de la crisis. Como se señala en este reportaje, para sortear la coyuntura económica por la que atraviesa nuestro país pueden aprovechar los descuentos que para su edad hay en viajes y ocio, y ahora, además, contratar productos específicos desarrollados para ellos por bancos y cajas de ahorro, que les permiten obtener ciertas ventajas en sus relaciones con la entidad, desde adelantarles su pensión hasta obtener una vía de financiación en condiciones preferentes.
Claves para llegar a fin de mes
Como cualquier ciudadano, los jubilados desarrollan sus propias pautas de ahorro, pero adaptadas a las características de su condición social. Pasan por una serie de actuaciones muy sencillas, dirigidas a aligerar sus gastos personales:
Como línea de partida, habría que vigilar el consumo de electricidad de sus hogares y poder combatir el gasto de la luz con la contratación de un plan de ahorro en función de sus necesidades. Aunque ninguna de las compañías eléctricas ofrece descuentos a las personas mayores, los jubilados pueden beneficiarse del bono social para ahorrar dinero.
Hay también numerosas empresas que brindan descuentos a los mayores en espacios de ocio, algo que les permite disfrutar de diversas actividades con descuentos superiores al 20%.
Asimismo, pueden aprovechar los distintos programas sociales puestos en marcha por las corporaciones locales. Así, disfrutarán de sus aficiones favoritas (talleres de manualidades, cine, teatro, poesía…) sin gastar un solo euro.
Además, siempre pueden recuperar viejas aficiones que no supongan ningún desembolso: visitar museos, pasear por parques, ejercitarse en pequeños gimnasios públicos al aire libre o disfrutar en casa de una agradable velada con sus amigos. También pueden aprovechar las bibliotecas públicas para revisar la prensa del día o las principales revistas, sin gastar nada.
Algunas ventajas económicas para los mayores
Son numerosas las actividades que pueden realizar los jubilados con algunas ventajas económicas. Entre las más habituales se hallan las relacionadas con las vacaciones y el ocio.
No es raro encontrar ofertas especiales para ellos por parte de las agencias de viajes que venden sus paquetes turísticos con hasta un 60% de descuento. El Imserso es otra alternativa que tienen para abaratar sus viajes, con precios que implican una rebaja del 50% con respecto al que se cobra al público en general, contando con sugerentes ofertas vigentes durante casi todo el año, sobre todo en las temporadas en las que los centros turísticos tienen menos demanda.
Son muy numerosas las empresas que brindan descuentos a los mayores en espacios de ocio
La mayoría de la gente mayor, por su edad, no dispone de vehículo propio o se ha retirado de la conducción. Pero lo pueden compensar con las distintas ofertas de las principales compañías de transportes. Por lo que se refiere al ferrocarril, Renfe aporta la Tarjeta Dorada, que por 6 euros incluye descuentos de entre el 25% y 40% sobre el coste normal del billete, en cualquier línea o clase. Además, la mayor parte de las comunidades autónomas y ayuntamientos ofrece rebajas en el transporte urbano y en el interurbano de cercanías, con mejoras a partir del 30% en sus trayectos y, en algunos casos, incluso son gratuitos. Iberia, por su parte, les hace una rebaja del 25% en los billetes de ida y vuelta tanto en vuelos nacionales como en los europeos.
Tampoco el ocio queda atrás en los ajustes de precios. Los museos contemplan numerosas ofertas para los mayores. La entrada al Museo Nacional del Prado es gratuita y el Museo Thyssen-Bornemisza aplica rebajas superiores en torno al 30% sobre el importe de sus billetes. Todo ello se complementa con las ofertas de los cines y teatros, que en este caso dependen de cada ayuntamiento, y que por lo general tienen un día a la semana con precios reducidos.
Para los jubilados, en especial si no tienen hijos y cuentan con una pensión baja, la solución para mejorar su calidad de vida puede pasar por contratar una hipoteca inversa e incrementar sus ingresos de forma regular.
Con este préstamo hipotecario para personas mayores de 65 años, una entidad financiera les paga una cantidad fija mensual a cambio de que esta utilice su vivienda como garantía. El importe dependerá del valor de la casa y de la edad del cliente: a mayor valor y edad, más elevada será la cuantía que reciban los mayores. A diferencia de una hipoteca normal, a través de la cual se percibe el total de la cantidad prestada al inicio de la operación, en la inversa, ese montante se va otorgando en mensualidades.
El titular conserva la propiedad de la vivienda, aunque se puede liquidar la operación en cualquier momento. Otras de sus características es que el importe que se recibe no tributa y la deuda no se exige hasta el fallecimiento de la persona mayor. Los únicos requisitos exigidos son tener más de 65 años y ser titular de una casa. A través de este sistema de financiación tan especial, el cliente recibirá una cantidad fija mensual de por vida, y en caso de haber dos titulares, se percibirá hasta el fallecimiento del último.