La telefonía móvil se ha convertido en los últimos tiempos en un servicio básico para los españoles, casi comparable al uso del agua o luz eléctrica. No en vano, en nuestro país existen más de 48 millones de terminales móviles funcionando. Muchas personas cuentan con más de dos aparatos celulares, tanto para uso personal como profesional. De ahí que revisar las tarifas que aplican las entidades y comprobar que las facturas pagadas son correctas sea hoy día una práctica recomendable para todo usuario de móvil. Con el ánimo de velar por los consumidores, la Comisión Nacional de Competencia ha abierto una investigación para estudiar si las tres mayores operadoras de móviles que prestan servicio en España, Movistar, Vodafone y Orange, pactaron precios en el pasado mes de febrero, en una respuesta coordinada a la entrada en vigor de la ley que impide el redondeo en la facturación. Pactar precios es una práctica ilegal, que atenta contra la libre competencia y que suele llevar implícita una subida de precios para el consumidor. De comprobarse los indicios con los que trabaja la Comisión Nacional de Competencia, los usuarios podrían recuperar parte del dinero pagado en los últimos meses. Las entidades, sin embargo, tendrían que hacer frente a una importante multa, de hasta un 10% de su facturación. Ante esta coyuntura, cabe pensar que las operadoras volverán a buscar nuevas estrategias con las que compensar el daño económico, con lo que no habría que descartar un nuevo aumento de tarifas. En cualquier caso, conviene conocer cuáles son los derechos del consumidor ante las compañías de móviles y qué puede exigírseles ante la puesta en marcha de la nueva Ley de Consumo.
Los efectos de la ley
Desde el mes de marzo, todos los usuarios de telefonía móvil hacen frente a nuevas tarifas, a consecuencia de la puesta en marcha de la nueva Ley de Consumo. Desde entonces, el nuevo reglamento impone a las operadoras de móviles “cobrar exclusivamente por los servicios prestados”, lo que implica la aplicación de la facturación por segundos y el abandono del sistema de fracciones, con el que se facturaba en segmentos de 30 segundos de conversación, aunque se hablara bastante menos. Para el consumidor, lejos de ser una práctica atractiva, la nueva norma ha supuesto un encarecimiento notable de su factura de telefonía, básicamente porque las operadoras aprovecharon la puesta en marcha de la ley para elevar sus tarifas. De hecho, la primera reacción de las tres grandes, Movistar, Orange y Vodafone, fue incrementar en tres céntimos el establecimiento de llamada: desde marzo se comenzó a pagar 0,15 euros por este concepto, en lugar de los 0,12 euros anteriores, un incremento del 25%.
La subida de tarifas es una práctica legal que se corresponde con la libre competencia de mercado. Pero pactar precios entre operadora es una actuación ilegal y punible
En realidad, esta práctica es legal y se corresponde con la libre competencia de mercado, es decir, con la libertad que tiene toda empresa privada para fijar libremente sus precios. Otra actuación bien distinta sería, sin embargo, el pacto de precios entre operadoras, actuación ilegal y sancionada por las autoridades competentes. En caso de que se compruebe que existió concertación de precios, una de las medidas que podría imponer la Comisión Nacional de Competencia es suspender la subida de tarifas, lo que repercutiría en una bajada de las facturas telefónicas de los consumidores. Algo más complicado, aunque no imposible, es que decretara la suspensión con carácter retroactivo, lo que podría obligar a las compañías a devolver parte del dinero “de más” pagado en los últimos meses.
Multas millonarias
Si bien los consumidores se beneficiarían de una hipotética suspensión de la subida de tarifas aplicada desde marzo, los efectos de la investigación que ha abierto ahora Competencia podrían tener también repercusiones negativas para los usuarios. Si efectivamente se comprueba que las compañías pactaron precios, el órgano competente les impondrá multas que pueden alcanzar hasta un 10% de su facturación anual, con lo que tendrían que abonar cantidades millonarias: Movistar ingresa casi 5.000 millones de euros al semestre, Vodafone factura más de 3.000 millones de euros cada seis meses y Orange recauda en torno a 1.600 millones de euros, según datos del primer semestre de 2007.
Para evitar el daño económico de una multa millonaria, las operadoras podrían recurrir a una nueva subida de precios
Las multas podrían ascender a unos 1.000 millones de euros para Movistar, 600 millones para Vodafone y 320 millones para Orange. Es lógico pensar que para evitar tal daño económico, las operadoras vuelvan a recurrir a una nueva subida de precios que les permita mantener su nivel de ingresos actual.
Llamadas más caras: comparativa
Lo cierto es que, con las nuevas tarifas que aplican los móviles desde el mes de marzo, las llamadas, por lo general, se han encarecido. Sólo las conversaciones más cortas, hasta los 40 segundos pueden llegar a salir más baratas que antes. Pasado ese tiempo, la factura es más cara que con las tarifas anteriores.
En Movistar, por ejemplo, al aplicar la facturación por segundo, la tarifa se ha encarecido un 16% de media (el segundo hablado se paga a 0,0035 euros). Una llamada de 20 segundos, sin embargo, sale más barata ahora que antes. Con el establecimiento de llamada, ahora se paga 0,22 euros, mientras que antes la tarifa era de 0,30 euros (tarifa correspondiente a un minuto entero). Sin embargo, pasados los 40 segundos, la factura se encarece. Una llamada de un minuto, que antes costaba 0,30 euros, ahora cuesta 0,36.
Las conversaciones hasta los 40 segundos pueden llegar a salir más baratas que antes. Pasado ese tiempo, la factura es más cara ahora.
En Vodafone, por su parte, la tarificación por segundos ha encarecido la factura una media en un 6,6% (se paga a 0,0032 euros el segundo hablado). Al igual que con Movistar, una llamada de 20 segundos, sale más barata ahora que antes. Ahora se paga 0,21 euros, mientras que antes la tarifa era de 0,30 euros (equivalente a un minuto hablado). Sin embargo, pasados los 40 segundos, la factura se encarece. Una llamada de un minuto, que antes costaba 0,30 euros, ahora cuesta 0,34.
Con Orange ocurre algo similar. Las tarifas por segundo son ahora un 14,2% más caras. Pese a todo, por una llamada de 20 segundos ahora sólo se paga 0,23 euros, mientras que antes el coste era de 0,33 euros. Si lo que se habla es un minuto, el usuario sí que notará la subida. De pagar 0,33 euros se ha pasado a abonar 0,39 euros con esta operadora.