En España hay unos 3.500 mercadillos municipales, continuados y semanales, según datos de la Plataforma Estatal de Comerciantes Ambulantes. La mayoría se ubican al aire libre, por lo que la probabilidad de contagios de covid-19 es hasta 20 veces menor que en un espacio cerrado, tal y como han confirmado diversas investigaciones científicas. Sin embargo, es preciso que se celebren con seguridad para evitar la transmisión del coronavirus. En este artículo te explicamos las normas para delimitar los mercadillos, su aforo y acceso y cómo deben colocarse los puestos y qué reglas de higiene deben cumplir tanto los vendedores como los clientes para que comprar fruta, ropa o unas flores sea igual de gratificante y seguro que antes de la pandemia.
Seguridad garantizada en la venta ambulante
¿Es seguro comprar en un mercadillo ambulante? La pandemia nos ha hecho más precavidos, pero debemos tener en cuenta que si las autoridades permiten abrir un mercadillo es porque se han tomado las medidas necesarias y no está comprometida nuestra seguridad.
Tras el confinamiento y en el momento de la desescalada se elaboró una guía de buenas prácticas con recomendaciones para el comercio ambulante por parte de la Secretaría de Estado de Comercio, la Asociación para la Gestión y Modernización del Comercio Urbano y Mercadillos (Gescomer), la Unión Nacional de Empresas del Comercio Ambulante (UNECA) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), como ayuda a los municipios a la hora de implementar medidas para la reapertura segura de los mercadillos ambulantes.
Finalizado el estado de alarma, la competencia para establecer los requisitos de prevención frente a la expansión del virus pasó a depender de las comunidades autónomas, y «al ser los mercadillos una actividad que se lleva a cabo en suelo público, la competencia para su desarrollo recae en las entidades locales», como señalan fuentes de la Secretaría de Estado de Comercio. Son los ayuntamientos quienes fijan las condiciones de aforo, distancia entre puestos, distancia del cliente con el puesto, normas de higiene, etc., que aunque pueden diferir según el municipio y sus condiciones sanitarias, coinciden en las normas básicas.
Imagen: PurPura
Aforo y acceso a los mercadillos
- Los mercadillos pueden mantener su actividad en los lugares donde habitualmente se celebren, «siempre y cuando el espacio donde se desarrollen permita garantizar que la afluencia de personas no supere el aforo permitido por el ayuntamiento».
- La mayoría de los mercados ambulantes están instalando el 50 % de los puestos de forma rotativa entre los titulares de los puestos, «salvo en aquellos mercados en los que hubiera espacio suficiente o se hubiera ampliado dicho espacio, o determinado por la comunidad autónoma o ayuntamiento otras medidas, y se permita instalar el 100 % de los puestos», explica Mayka Torralbo, coordinadora y portavoz de la Plataforma Estatal de Comerciantes Ambulantes.
- Respecto al acceso, debe haber uno para entrada de público y otro distinto para la salida del recinto.
- En la entrada al recinto se deberá poner a disposición del público dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad.
- Es recomendable colocar un punto informativo sobre las medidas higiénico-sanitarias para los usuarios.
- En caso de picos con afluencia masiva de clientes, se tiene que impedir la entrada al recinto. Los usuarios deben esperar fuera, de forma organizada y guardando la distancia de seguridad.
Higiene de vendedores y clientes en los mercadillos
Tanto vendedores como visitantes deben cumplir las normas sanitarias mínimas para prevenir contagios por coronavirus, por lo que deberán cumplir lo siguiente:
- Llevar mascarilla: es obligatorio el uso de mascarillas en todo momento. Deben cubrir nariz, cara y mentón.
- Hay que evitar aglomeraciones.
- Es imprescindible guardar las distancias de seguridad entre clientes, así como entre cliente y vendedor, y de los vendedores entre sí.
- Realizar higiene de manos antes y después de la manipulación de los productos: vendedores y clientes deberán utilizar gel hidroalcohólico (o lavarse las manos, si es posible) antes de manipular productos, objetos o artículos.
- En el caso de devolución de productos, se tiene que proceder a su desinfección o mantenerlos en cuarentena antes de ponerlos de nuevo a la venta.
- Un solo empleado no puede atender a más de un cliente al mismo tiempo.
Imagen: Calvitero
Los puestos de venta ambulante en tiempos de coronavirus
La distribución y el distanciamiento entre puestos, así como las condiciones de delimitación del mercado, se tienen que hacer siempre «teniendo presente que se pueda garantizar la seguridad y distancia entre todos los participantes del mercadillo».
- Como norma general, los puestos están separados entre sí entre un metro o 1,5 metros, detalla Torralbo. Sin embargo, hay multitud de situaciones y tamaños muy diversos de mercadillos a lo largo del país, por lo que cada municipio indicará la distancia concreta que deben guardar.
- Es habitual realizar un perimetraje de la zona, con un control de aforo de los visitantes que está determinado en función de los metros de cada mercadillo y de los puestos que tenga.
- Hay que señalizar de forma clara la distancia de seguridad interpersonal entre clientes: puede hacerse con marcas en el suelo, balizas, carteles o señales.
- Todos los puestos deben tener gel hidroalcohólico y carteles con las recomendaciones sanitarias.
- En lo posible, deberían disponer de una mesa con bandejas para que los clientes puedan recoger el producto sin establecer contacto entre cliente y comerciante.
¿De quién depende la seguridad del mercadillo?
Para que la venta ambulante se celebre sin problemas, los ayuntamientos se encargan de su seguridad. A la Policía Municipal le corresponde velar por el cumplimiento de las normas, medidas y el aforo que se hayan fijado en el municipio, afirma la portavoz de la Plataforma Estatal de Comerciantes Ambulantes.