La oferta de pólizas para cubrir posibles accidentes es amplísima. Adaptándose al tipo de vida actual, la mayoría de las compañías del sector dispone de este tipo de productos, cuyo denominador común es la diversificación, es decir, que cubren diferentes contingencias. Así, es posible encontrar desde el tradicional seguro de accidentes hasta pólizas específicas dirigidas a la mujer, la familia, e incluso seguros especialmente diseñados para medianos y pequeños empresarios
Contratar un seguro
Todos podemos ser víctimas de un accidente, ya sea en el desempeño de nuestro trabajo, o en nuestra vida cotidiana. Para estar tranquilos y poder hacer frente a las consecuencias que pudieran derivarse del mismo no está de más contratar un seguro. La forma más sencilla de hacerlo es a través del Seguro de Accidentes Individual que tienen todas las compañías aseguradoras. Se trata de una póliza que garantiza un capital para los familiares en caso de que el titular fallezca accidentalmente, al tiempo que garantiza otro para el suscriptor en caso de sufrir invalidez permanente o precisar asistencia sanitaria como consecuencia de un accidente. La otra forma más común es el Seguro de Accidentes Colectivo, una póliza que protege contra el riesgo de accidente a un colectivo de personas vinculadas por una actividad común, y contempla prestaciones como un capital en caso de fallecimiento e invalidez permanente, o el pago de los gastos médico-farmacéuticos. Esta gama aseguradora dispone de otras modalidades como el seguro empresarial, destinado a la cobertura de colectivos y plantillas de empresa o convenios.
Las aseguradoras han diseñado diversos seguros que mantienen protegido al titular del mismo frente a cualquier imprevisto: desde una pequeña lesión, hasta la invalidez permanente o incluso el fallecimiento. Todo queda cubierto, aun si se trata de un accidente de circulación o aéreo. Sobre esta última circunstancia, algunas compañías de seguros tienen una póliza que asegura una indemnización adicional, cuyas garantías son diversas, desde la muerte a la invalidez permanente pasando por la invalidez permanente progresiva. También cuentan con algunas opcionales: asistencia en viaje, subsidio en caso de hospitalización, gastos de asistencia sanitaria, cirugía estética, invalidez temporal, revalorización automática de capitales, renta temporal y renta vitalicia.
Ante el riesgo de un accidente, las aseguradoras han confeccionado pólizas que mantienen siempre protegido al suscriptor frente a cualquier imprevisto
La mayoría de aseguradoras nacionales dispone de la póliza Accidentes Vida Privada, que asegura los accidentes que se sufren en la vida privada y tiene cobertura en todo el mundo. La prima de esta póliza se puede contratar por un precio que oscila entre 40 y 80 euros al año, en función de las prestaciones y servicios que se establezcan en cada caso, y por cada compañía. Las garantías pueden ser capitales de hasta 40.000 euros en caso de invalidez permanente total o parcial. La oferta es muy amplia. Una de las opciones que se puede escoger actualmente en el mercado asegurador es el Seguro Accidentes Renta, que garantiza un capital inicial y una renta mensual fija durante diez años (en el ámbito personal y profesional).
También existe el Seguro Accidentes 24 horas, a través del cual el suscriptor puede hacer frente a las consecuencias económicas de cualquier accidente, y que ofrece hasta el 25% de descuento en la prima por participación en los beneficios de esta modalidad de seguro, liberación del pago de las primas de seguro hasta 3.000 euros, en caso de invalidez permanente del asegurado y para la siguiente anualidad de las pólizas ya suscritas en la fecha de ocurrencia del siniestro. Otros servicios adicionales que puede disfrutar el titular de esta póliza es la Interconsulta Gratuita, a través de Best Doctors y en caso de enfermedad grave, con el fin de obtener una segunda opinión de los mejores especialistas del mundo. También puede acogerse al servicio TraumaCare, que ofrece una segunda opinión médica, además de prestar apoyo en el tratamiento de las secuelas derivadas de un accidente cubierto por la póliza.
Productos diversificados
Algunas pólizas contemplan cobertura tanto para los accidentes que se producen en el desarrollo de una profesión, como los que suceden en la vida diaria. Uno de ellos es el Cobertura Riesgo Profesional, destinado a cubrir los accidentes ocurridos en el desempeño de la profesión habitual, que incluye los que sucedan durante el desplazamiento entre el domicilio habitual y el lugar de trabajo. Las aseguradoras que lo comercializan ofrecen la posibilidad de contratar la Cobertura Riesgo Extraprofesional, para los accidentes ocurridos durante la vida ordinaria. Incluso hay seguros dirigidos específicamente a conductores, como la Cobertura para Accidentes de Circulación, limitada a garantizar las indemnizaciones como consecuencia de un accidente de circulación.
Si lo que se desea es tener asegurada a toda la familia en una misma póliza ante situaciones inesperadas, existen compañías de seguros que ofrecen tanto asistencia económica como personal, duplicando incluso el capital asegurado en caso de pérdida de ambos padres. Es el caso de la póliza Accidentes Family. La misma aseguradora que ofrece esta póliza tiene una original fórmula para ayudar a las familias, ofreciendo indemnizaciones que podrá utilizar para pagar su hipoteca. Se puede escoger entre tres capitales (que recibirá íntegramente): 36.000, 60.000 y 90.000 euros. También se pueden contratar pólizas que contemplan ayudas para el pago del impuesto de sucesiones y la anualidad de sus primas de seguros.
Los capitales iniciales contratados se incrementan anualmente un 3% de forma acumulativa, para que su cobertura no quede desactualizada
El Seguro protección familiar, de parecidas características, dispone de indemnización inicial y una renta mensual por fallecimiento; indemnización inicial y renta mensual por incapacidad absoluta; indemnización por invalidez permanente; asistencia en viaje y a domicilio; gastos de estudios de los hijos (1.505 euros anuales por cada uno de ellos); indemnización doble en caso de fallecimiento de los dos cónyuges en el mismo accidente y gastos de hospitalización por valor de 65 euros por día. Otra alternativa es el Seguro de protección de futuro, destinado a ambos cónyuges, con una cobertura que incluye accidentes cardiovasculares, y que permite multiplicar el capital asegurado hasta 120.000 euros.
Pólizas para mujeres y empresarios
Entre tal variedad de seguros, se encuentran algunos destinados en exclusiva a la mujer. De esta forma, algunas aseguradoras contemplan un plan que cuenta con todas las garantías de los seguros habituales, y que suma las características de un servicio dedicado a este segmento de la población. Así, se comercializan pólizas que en caso de fallecimiento o invalidez da derecho a una renta trimestral durante diez años. Y si el accidente se produce en el hogar, se garantiza una indemnización adicional. Accidentes para la Mujer, como se denomina este producto, también protege a las mujeres en caso de invalidez temporal y de fallecimiento del cónyuge, si éste se produce por accidente.
Los empresarios son el objetivo de las últimas fórmulas que acaban de llegar al mercado. Para ellos están hechos los denominados Seguros para Empresarios y Directivos, cuya principal ventaja es que, además de cubrir los riesgos habituales de un seguro de accidentes, incluye los riesgos de infarto y derrame cerebral, una novedad en este mercado. Algunas aseguradoras ofrecen hasta 751.265,13 euros de indemnización por invalidez permanente.
Las compañías ofrecen pólizas suculentas, pero también se cubren las espaldas, y en todos sus productos especifican que, en caso de que se demuestre que ha sido intencionado, la póliza no cubre las consecuencias derivadas del accidente. Si un accidente es provocado intencionadamente por el beneficiario de una póliza, quedará nula la designación hecha a su favor aunque existe una excepción: que el daño haya sido producido para evitar un mal mayor.
Los autónomos españoles que trabajen en aquellas actividades consideradas de mayor siniestralidad o riesgo, como es el caso de la construcción o el transporte, deberán pagar a partir de este año una media de 700 a 900 euros para cubrir los accidentes derivados de su actividad laboral. Esta medida, que ha entrado en vigor este año con la puesta en marcha del Estatuto de Trabajo Autónomo, afecta tanto a los autónomos dependientes -los trabajadores que obtienen al menos un 75% de sus ingresos de la misma empresa-, como a los que se dedican a actividades laborales de mayor riesgo. Ambos colectivos profesionales están obligados a cotizar por accidentes de trabajo y enfermedad profesional.
Entre los sectores profesionales que se verán afectados por esta medida se encuentran el de la construcción, el transporte, la fabricación de productos metálicos, la reparación de vehículos, o la industria de la madera y de la piedra, entre otras. La nueva normativa también contempla las obligaciones de este colectivo a la hora de cotizar por contingencias comunes, como en el caso de las enfermedades comunes.
- Hay que suscribir el producto adecuado a las características de cada asegurado. Por ejemplo, si se viaja poco en avión no parece lo más adecuado contratar una póliza que cubra esta contingencia.
- Debe tenerse en cuenta que puede ajustarse la duración del seguro de acuerdo a las necesidades puntuales de cada persona, ya que se trata de una póliza anual y renovable tácitamente.
- Hay que saber que puede establecerse el periodo que más convenga al asegurado para el pago de primas (anual, semestral, trimestral o mensual).
- Los capitales iniciales contratados se incrementan cada año un 3% aproximadamente de forma acumulativa, para que su cobertura no quede desactualizada.
- La cuantía de la prima está adaptada al riesgo de cada profesión, y se reduce cuando éste es menor.
- Hay que comparar las tarifas de cada aseguradora, así como los servicios que ofrecen y, una vez analizados, decantarse por la que mejor se adapte a nuestras circunstancias.