Cada día un mayor número de españoles encuentra en las pólizas de repatriación el complemento perfecto a los seguros de viaje debido, principalmente, al aumento que han experimentado los desplazamientos al extranjero. Su principal atractivo es que este tipo de seguro agiliza los trámites necesarios ante un posible accidente, enfermedad o el fallecimiento de una persona que se encuentre fuera de su lugar de residencia habitual. Asimismo cubren los gastos del traslado del cuerpo al aeropuerto más cercano y del billete de un acompañante. Por otro lado, la masiva llegada de inmigrantes ha provocado que estos seguros se estén convirtiendo en el producto estrella de las entidades aseguradoras, así como de bancos y cajas de ahorro, que también se han apuntado a promocionarlos conscientes de que la demanda irá en aumento. Ahora bien, en estos casos, cuando el titular es un inmigrante la mayoría de las pólizas sólo cubre su fallecimiento si éste se produce dentro del territorio español y no durante su estancia en otro país, ya sea por motivos de trabajo o de ocio.
Las prestaciones
El mercado de los seguros ofrece cobertura para todo tipo de eventualidades, entre ellas la de prestar asistencia a quienes fallecen fuera de su lugar de residencia habitual. Aunque hasta hace pocos años no era una de las pólizas más utilizadas, sus contrataciones van en aumento, estimuladas en buena medida por la llegada de inmigrantes a España, una población que supone ya el 8,7% del total de habitantes de nuestro país.
Marroquíes, ecuatorianos, colombianos y rumanos; estas son las cuatro nacionalidades que tienen un contingente de población más numeroso en España. De ahí que muchos servicios hayan aumentado sus ventas con la llegada de esta población, entre ellos los de repatriación. Un producto cuya demanda ha experimentado un notable incremento. Da fe de ello el hecho de que en provincias como Almería -con una población magrebí e islámica de considerables proporciones- las pólizas de repatriación han llegado a aumentar más de un 40% durante el primer semestre de 2007, según las cifras ofrecidas por algunas aseguradoras.
En zonas con población inmigrante numerosa las contrataciones de pólizas de repatriación han aumentado hasta un 40%
Los seguros de repatriación ofrecen básicamente la devolución a su país de origen del cadáver del fallecido. La oferta es muy variada y actualmente casi todas las entidades financieras tienen este producto diseñado de manera específica para la población inmigrante. Por cuotas asequibles -cuyos precios oscilan entre los 16 y los 30 euros anuales- incluyen:
Los gastos de traslado al aeropuerto más cercano a donde se haya producido el deceso.
Los gastos de traslado hasta el aeropuerto más cercano al lugar de entierro del fallecido, generalmente hasta un máximo de 15.000 euros. Incluye el embalsamamiento del cadáver y el ataúd en que se transporta, pero no los gastos del sepelio.
La gestión de todos los trámites necesarios para trasladar el cuerpo.
El pago de un billete de ida y vuelta para un acompañante.
Una determinada cantidad que suele rondar los 3.000 euros -aunque puede variar dependiendo de la entidad con la que se contrate-. A estas prestaciones hay que añadir un saldo que varía entre los 3.000 y los 30.000 euros para cancelar las deudas existentes en las tarjetas de crédito de las que fuera titular el fallecido.
Las condiciones de contratación
Las pólizas de repatriación no son un producto nuevo. Siempre han existido seguros para cubrir los gastos derivados del deceso de un ciudadano fuera de su lugar de origen, aunque es cierto que la mayoría de estos productos limitaban su oferta a los estados miembros de la Unión Europea. Sin embargo, desde hace unos años la entidades aseguradoras han reaccionado para cubrir la demanda de los miles de inmigrantes procedentes del espacio extracomunitario.
Las condiciones que se exigen para ser titular de uno de estos seguros son las siguientes:
Tener nacionalidad diferente a la española.
Disponer de una tarjeta de residencia en regla (el NIE, Número de Identificación de Extranjero).
Este tipo de pólizas sólo suelen cubrir el fallecimiento si se produce dentro del territorio español. Es decir, si el contratante muere en otro país, por ejemplo estando de vacaciones, normalmente no podrá gozar de estas cláusulas.
Los precios de las cuotas de los seguros de repatriación son muy dispares y abarcan un amplio abanico que oscila entre 15 y 70 euros anuales, en función de diversas variables. La nacionalidad marca en gran medida el precio, ya que no puede compararse el coste de un traslado a Marruecos con el de un viaje que implique un vuelo transoceánico. También varían las mensualidades que deben pagarse, en función de las cantidades de que se quiera disponer para cubrir los imprevistos, o para cubrir la cancelación de las deudas de las tarjetas de crédito.
Pólizas para ciudadanos españoles
En el mercado de las pólizas de repatriación hay, por supuesto, productos destinados para cubrir las necesidades de la población española. El aumento de viajes y estancias de españoles en el extranjero bien por placer, bien por cuestiones laborales, ha provocado que cada vez un mayor número de personas se interese por estos seguros.
Los seguros de repatriación para españoles incluyen el traslado a hospitales nacionales en caso de accidente o enfermedad
Las condiciones de contratación suelen ser parecidas a las que se ofrecen en los seguros diseñados específicamente para ciudadanos extranjeros. Así contemplan el traslado del cuerpo al aeropuerto, el de un billete de ida y vuelta para un acompañante, y la concesión de una cantidad de dinero para cubrir imprevistos, así como la cancelación de deudas de tarjetas de crédito. Sin embargo, los productos destinados a la población nacional no sólo contemplan la muerte del contratante, sino que pueden utilizarse también en caso de enfermedad o de accidente que suponga un traslado a un centro hospitalario español.
Los precios de este tipo de servicios también varían, aunque en estos casos influye más la duración del viaje que el país de destino. Es posible encontrar cuotas cercanas a 15 euros para aquellos viajes de una semana o menos, hasta cuotas de 80 euros cuando se trata de un desplazamiento que tendrá una duración de dos o más meses. Es importante tener presente que en los viaje en grupo no hay paquetes colectivos, y la contratación del servicio de repatriación debe hacerse de forma individual.