Enero es un mes duro y no solo por las condiciones climáticas, sino porque hay que hacer frente a los pagos cotidianos, como la cesta de la compra, el alquiler, la hipoteca, la luz, el gas, el teléfono, actividades extraescolares y seguros, con el consiguiente incremento de precios. Una subida de precios generalizada que viene marcada por una inflación del casi 4%, además de una subida de tipos de interés que se sitúa en el 3%. Por si fuera poco, la guerra entre Rusia y Ucrania iniciada hace casi un año hace que la factura del gas sea más cara que nunca y que poner la calefacción se convierta en un lujo no apto para todos los hogares. Con este panorama, hacer una buena y real previsión de gastos, que pasa por hacer un buen presupuesto familiar, puede ahorrar futuros quebraderos de cabeza. En este artículo te decimos cómo hacerlo.
¿Qué es la cuesta de enero?
La cuesta de enero es el nombre que recibe el primer mes del año marcado por los excesos, sobre todo económicos, registrados en los diferentes hogares y motivados principalmente por la Navidad y los gastos que su celebración conlleva: las comidas familiares, las cenas y reuniones fuera de casa, además de los consiguientes regalos hacen que la economía familiar se resienta y se haga cuesta arriba -de ahí el nombre- llegar a fin de mes en enero. A esta casuística se suma la consiguiente subida de los precios en prácticamente todos los productos y servicios, subida que no va acompañada de un aumento salarial. Por ello es fundamental aprender cómo ahorrar dinero, seguir una serie de consejos para que la cuesta de enero sea lo menos empinada posible y podamos superarla sin problema.
Trucos y consejos para superar la cuesta de enero
- ▶️ Localizar qué gastos son innecesarios. Son muchas las ocasiones en las que la inercia hace que paguemos por esas comisiones en tarjetas bancarias que no hemos “peleado” y que incluso no hemos usado o no tanto como pagar la comisión anual que el banco o la caja de ahorros cobra. En este caso, hay que decidir si conviene mantenerla y, si es así, valorar la posibilidad de ir al banco y negociar a la baja la comisión, incluso exigir quitarla. Pero no es la única; en ocasiones se domicilian gastos como las tarjetas de los polideportivos, de amigos del museo e incluso a ONGs. Como en el caso anterior hay que poner en una lista la frecuencia con la que se utiliza el centro deportivo, las veces en las que se visita ese museo y determinar si compensa pagar esa cuota anual o, si se puede, pagar cada vez que se use. Esta última opción puede ser más económica que la anterior.
- ▶️ Informarse sobre becas y subvenciones. Es posible que hasta ahora no hayamos necesitado recurrir a becas, como la del comedor escolar, la beca de viajes de los centros escolares y universitarios de nuestros hijos o a la subvención por ser familia numerosa o cumplir los mínimos de ingresos anuales exigidos por la ley para la concesión de ayudas a las familias. Es el momento de hacerlo, de informarse y de apuntar muy bien las fechas en las que se solicitan estas becas, así como de los requisitos que se exigen y la documentación necesaria para que tengamos todo preparado. También hay bibliografía muy interesante para aprender a ahorrar de forma sencilla.
- ▶️ Menos secadora y más secado natural. Es difícil cambiar de hábitos y más cuando tenemos niños pequeños que manchan mucho y se cambian todos los días de ropa, incluso hasta dos veces por día. Ante esta realidad, la secadora es cómoda porque no dependemos de las inclemencias meteorológicas para tener el chándal preparado el día que toca Educación Física o las mallas de ballet, pero conviene valorar si compensa pagar este gasto con la subida de la luz. El consumo medio de una secadora de ropa se es de aproximadamente 270W y la duración de cada ciclo se estima entre 60 y 120 minutos dependiendo del tipo de prenda que vamos a secar. En función del tipo de secadora, el precio por Klw hora va de 0,2411 euros a 0,1085 euros. En lugares donde haya sol, no cabe duda de que compensa utilizar el tendedero y secar la ropa al aire libre.
En estos momentos también se puede optar por el llamado programa ECO en los electrodomésticos en general, no solo en el caso de lavadoras y secadoras, ya que permite ahorrar agua y economizar entre un 33 % y un 51 % en el consumo eléctrico, en comparación con los programas habituales.
- ▶️ Revisar el gasto en plataformas y apps. En muchos hogares se ha contratado Netflix, HBO, Amazon Prime, Vodafone TV, Movistar +, etc. Sin embargo, no siempre se utilizan todas en la misma medida. Conviene determinar cuál es la que más se usa y darse de baja en el resto, igual que sucede con otras aplicaciones, como Spoty Premium que es posible que se contratara en verano, cuando se utilizaba más, pero ahora casi no se use y, sin embargo, se pague, así como diferentes servicios de fotografía, de almacenamiento en la nube, etc.
- ▶️ Optar por la economía circular y utilizar plataformas como Vinted y Wallapop con el fin de intercambiar no solo ropa, sino electrodomésticos, complementos deportivos que ya no se usan en casa, como pesas, máquinas para hacer abdominales. Seguro que todavía están en el trastero los patines que les regalaron a los peques hace años y no se ponen, el patinete o las bicis. Es una buena fórmula para hacer limpieza al mismo tiempo que se saca un dinero por objetos que no se utilizan o se cambian por otros que sí necesitamos y nos ahorramos también ese dinero.
- ▶️ Aprovechar las rebajas y los descuentos. Hay varias fechas marcadas en rojo en el calendario si hablamos de rebajas y descuentos. Las rebajas de enero y el Black Friday de noviembre son dos de ellas. Sin embargo, las organizaciones de consumidores advierten de las “ofertas gancho” para atraer a la clientela, pero que después resultan falsas. Aseguran que se vulneran los derechos de los consumidores al presentar como rebajados productos que no habían estado antes a la ventao manipulando el etiquetado para hacer creer que su precio original era superior al real. También hay establecimientos que utilizan de forma engañosareclamos como «hasta el 70%» de descuento, cuando solo un reducido porcentaje de productos alcanzan ese porcentaje. No hay que olvidarse de guardar el ticket para hacer cualquier tipo de reclamación.
- Hay que tener especial cuidado con los rumores y bulos sobre el consumo energético de determinados artículos, como el hecho de que los tubos fluorescentes no consumen apenas energía. Nada más falso,