Los jubilados vivirán con una pensión pública menor en el futuro. Es la conclusión más polémica y decepcionante de los actuales trabajadores tras la reforma del Sistema Público de pensiones español que, según numerosos expertos, era necesaria para la sostenibilidad del modelo. Pero son también numerosas las voces que estiman que es insuficiente la información que se da al ciudadano. Desde la Fundación Edad&Vida, coinciden en que la reforma es necesaria. No obstante, su director general, Albert Vergés, cree que la Administración debería hacer un ejercicio de transparencia e informar de manera periódica a los ciudadanos sobre cómo quedará su pensión. De este modo, podrían hacer una mejor planificación del ahorro privado que necesitarán. En su opinión, tras la reforma no perderán pensión quienes puedan jubilarse a los 67 años, pero sí quienes se vean forzados a jubilarse dentro de los procesos de reestructuración que llevan a cabo muchas empresas desde hace años.
La reforma del Sistema Público de Pensiones es necesaria para poder garantizar su sostenibilidad futura. Pero además, hay que concienciar a la sociedad española de la necesidad de complementar las pensiones públicas con el ahorro privado, generado a lo largo de toda la vida laboral, para que sea posible alcanzar la edad de jubilación con recursos suficientes para mantener el poder adquisitivo. La población mayor de 64 años se duplicará en 40 años, pasará del 16% actual al 32% en 2050, 16 millones de personas, un tercio de las cuales tendrá más de 80 años. Mientras hoy en España hay cuatro personas en edad activa por cada persona mayor, en 2049 solo habrá 1,7 personas en edad activa por cada anciano.
El primero es el acuerdo para la introducción de reformas en el Sistema de Pensiones español, que supone un primer paso y crea un precedente muy positivo para pactar reformas futuras. El reto de incrementar la edad real de jubilación, un elemento esencial para la sostenibilidad futura del Sistema de Pensiones, se favorece por la propuesta de incrementar la edad de prejubilación y la edad mínima de jubilación.
Más que eso, podría cuestionarse si hubiera sido necesaria una reforma más ambiciosa. Las reformas introducidas han sido de carácter paramétrico y en ningún momento se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de implantar cambios de carácter estructural, como la introducción de elementos de capitalización en el actual sistema de reparto.
Es difícil generalizar. Retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años supondrá una reducción media de entre el 12% y el 15% de la pensión, en función de los años de cotización a la Seguridad Social. La edad real media de jubilación en España ronda los 63 años. No perderán pensión quienes puedan jubilarse a los 67, pero sí quienes se vean forzados a jubilarse dentro de los procesos de reestructuración que se llevan a cabo en muchas empresas.
Por otro lado, la ampliación del período de cálculo de la pensión también reducirá su importe, ya que las nóminas de los años más recientes suelen ser más altas. Esto, sin embargo, puede beneficiar a los trabajadores menos cualificados y de rentas más bajas, con más dificultades para obtener empleo al final de su vida laboral.
“Elevar el período de cálculo de la pensión la rebajará en torno al 10%”
Retrasar la edad de jubilación a los 67 años podría reducirlas entre el 12% y el 15%, y elevar el período de cálculo las rebajaría en torno al 10%. Son las estimaciones realizadas por un equipo investigador de la Universidad de Extremadura, ganador de la VI Edición del Premio Edad&Vida con el estudio: “¿Necesitan los futuros jubilados complementar su pensión? Análisis de las reformas necesarias y sus efectos sobre la decisión de los ciudadanos”.
Es esencial mejorar la información que reciben los ciudadanos sobre cómo funciona el Sistema Público de Pensiones en España y fomentar el conocimiento sobre el cálculo de la pensión. Se debería hacer un ejercicio de transparencia e informar cada cierto tiempo sobre qué pensión se obtendrá en el momento de jubilarse. El sector financiero debería también intensificar su labor informativa y de educación de sus clientes, además de ofrecer asesoramiento y productos de ahorro y previsión claros.
Cualquier ejercicio de transparencia que permita mejorar el conocimiento de los ciudadanos sobre el Sistema Público de Pensiones les ayudaría a planificar sus necesidades financieras para la jubilación de forma más óptima.
Esta información es casi desconocida por los ciudadanos. Según una encuesta realizada por el citado equipo investigador de la Universidad de Extremadura, solo el 15% de la población conoce cuánto cotiza. El porcentaje total se sitúa en el 28,3% del salario (la parte que paga la empresa es el 23,6%, mientras que el trabajador aporta el 4,7%).
Es evidente que el debate sobre la Reforma del Sistema de Pensiones ha contribuido a la reflexión por parte de los ciudadanos sobre la necesidad de complementar la pensión pública con ahorro privado. Sin embargo, según un estudio sobre los valores, actitudes y comportamientos de los ciudadanos españoles respecto a las necesidades de ahorro y previsión para la jubilación, realizado por ESADE, los ciudadanos españoles no ahorran para la jubilación y, quienes lo hacen, empiezan muy tarde, a partir de los 50 años. La sociedad española debería concienciarse de la necesidad de complementar las pensiones públicas con el ahorro privado generado a lo largo de toda la vida laboral. Asimismo, las administraciones públicas deberían dar incentivos fiscales al ahorro voluntario individual a largo plazo.
“Incrementar la cotización a la Seguridad Social es la medida preferida por los españoles para reformar el Sistema de Pensiones”
Es necesario promover el ahorro a largo plazo en España a través de la activación de todas las fórmulas de ahorro posibles. Ello incluye el ahorro vehiculizado por la empresa en la etapa laboral activa y el propio ahorro particular.
Según una encuesta de Edad&Vida, el 90% de la población española considera necesario reformarlo. Pero el 42% de los españoles estima que retrasar la edad de jubilación es la solución menos adecuada, mientras que incrementar la cotización a la Seguridad Social se perfilaría como su medida preferida (62%). La mitad de los encuestados introduciría algún elemento de capitalización en el Sistema de Pensiones, mediante productos privados de ahorro.
Desde 2001, la Fundación Edad & Vida recoge las nuevas necesidades de las personas mayores e impulsa iniciativas que contribuyan a mejorar su calidad de vida, de manera responsable y sostenible. Trabajan con universidades, centros de investigación y centros de formación.
Una de sus principales preocupaciones es el futuro de las pensiones. Por ello, ha realizado una encuesta sobre la reforma del Sistema de Pensiones en España. De sus resultados se desprende, además de los datos citados, que los españoles apostarían de manera mayoritaria por los planes de pensiones y los PPA (Planes de Previsión Asegurados).