Si estás buscando trabajo y has conseguido llegar a la fase de la entrevista personal, te resultará muy conveniente prepararte para ese momento. A estas alturas del proceso de selección, muchos reclutadores tienden a realizar preguntas trampa con el fin de conocer mejor a los aspirantes. Hemos hablado con Sergio Balcells, country manager del portal de empleo Welcome to the Jungle y experto en la materia, para saber cómo debemos responder de forma adecuada a algunas de las cuestiones más difíciles de una entrevista laboral.
¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
Preguntas como «¿por qué quieres trabajar con nosotros?», «¿por qué quieres dejar tu actual empresa?» o «¿cuáles son los motivos por los que te planteas un cambio a nivel profesional?» sirven al entrevistador para conocer lo que esperamos de nuestro futuro profesional y cómo nos proyectamos dentro de su empresa.
Por eso, en tu respuesta, aprovecha para explicar qué dirección te gustaría tomar en lo que respecta a tu desarrollo profesional o qué responsabilidades querrías asumir durante tu trayectoria en la compañía. Es una excelente manera de dejar claro el compromiso y las ganas de embarcarnos en el proyecto.
Uno de los puntos más importantes es no hablar mal de nuestro trabajo o compañeros actuales. Aunque puede que esta sea la verdadera razón por la que estás deseando encontrar un nuevo puesto, siempre es mejor mostrarse optimista, hablando de las expectativas de futuro y de los proyectos que nos gustaría llevar a cabo.
¿Dónde te ves dentro de cinco años?
Es fundamental que pienses en este punto antes de ir a la entrevista, ya que tiene una respuesta diferente para cada persona. Lo primero es ser honestos, ya que ante los cambios del mercado laboral, nadie puede saber dónde estará dentro de cinco años. Y el reclutador es muy consciente de ello. No es necesario marcar un plan preciso de dónde estarás, sino que se trata de darle una vuelta a la pregunta.
Lo primero que pretende el entrevistador es ver si ya te has hecho tú mismo esta cuestión, para así evaluar si has pensado en tu proyección y tienes capacidad organizativa. No tener una contestación significa que no tienes el horizonte claro y que, por tanto, no das importancia a tu trayectoria profesional.
Se trata de ofrecer una respuesta donde proyectes hacia dónde va tu camino profesional, pero indicar también que eres flexible, ya que las cosas pueden cambiar en un momento dado, por lo que te adaptas. Evita decir algo parecido a «cinco años está muy lejos como para saberlo». Procura además mostrar ambición, pero realista, ni excesiva ni demasiada modestia.
Aprovecha esta pregunta también para ofrecer tu compromiso con la empresa, tus ganas de crecer en ella y de desarrollar tu plan de carrera de la mano. Para ello, investiga sobre sus objetivos a largo plazo y asócialos a los tuyos.
¿Cuál es tu mayor logro?
Imagen: aymane jdidi
Con esta cuestión, el reclutador quiere saber de lo que eres capaz cuando estás en tu mejor momento. Estar cómodo hablando de tus éxitos es una de las claves para demostrar que puedes lograr resultados tangibles. E incluso si el entrevistador no se detiene en esta pregunta, la respuesta que hayas preparado es una buena oportunidad para sumar puntos, si sacas el tema durante la conversación.
Prepara una buena historia sobre la situación que te haya sido más difícil de resolver y cómo lograste superarla. Deja ver que has demostrado optimismo y perseverancia a pesar de las dificultades, que has superado un verdadero desafío y que has aprendido de él.
Cómo trabajas mejor: ¿solo o en equipo?
Si bien en un mundo cada vez más globalizado la capacidad para trabajar en equipo es muy importante, más lo es tener en cuenta los requisitos de la posición a la que queremos aspirar y preparar una respuesta para cada uno de ellos.
Es importante ser previsor en cuestiones de este tipo, ya que pueden marcar la diferencia en la entrevista y miden nuestra capacidad de adaptación. Si nos encontramos ante el caso de que no nos guste trabajar en equipo, podemos destacar qué hacemos para contrarrestar ese punto, que puede ser percibido como una debilidad.
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¿Qué es lo que más te gusta de nuestra empresa? ¿Y lo que menos?
El entrevistador quiere conocer tu nivel de compromiso ya no solo con la empresa, sino también con la preparación de la entrevista, porque demuestra que estás interesado y que has invertido tiempo para conocer la compañía al máximo. Te será muy útil conocer datos clave de la empresa según el puesto al que te estés presentando: quién es el CEO, cuándo se creó, un resumen de su actividad, cuáles son sus principales competidores, últimas noticias sobre la compañía, valores o qué tipo de clientes tiene.
Más que hablar de los puntos que menos gustan de una empresa, es mejor hablar de ciertos aspectos que se pueden mejorar, sobre todo en los que podríamos implicarnos.
Expectativas salariales
Imagen: Rawpixel
Al interrogarnos por cuánto queremos ganar, el reclutador quiere saber si nuestras expectativas se corresponden con lo que la compañía está dispuesta a ofrecer. Es recomendable haberse informado antes de la entrevista, haciendo una búsqueda o preguntando a conocidos sobre el sueldo habitual para un puesto de las mismas características y considerando la posición, el tipo de empresa y la zona geográfica.
Si pudieses elegir una empresa en la que trabajar, ¿cuál sería?
Es una pregunta favorable a uno de los aspectos más importantes de una entrevista: la sinceridad. Hablar sobre tu compañía favorita revelará tu entusiasmo y pasión, algo muy valorado por parte del entrevistador. Cuando hagas referencias al porqué te gustaría trabajar en ese proyecto empresarial ideal, procura destacar puntos en común con la compañía a la que te estás presentando.
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¿Qué percepción tienen de ti los demás?
Esta es una cuestión que se asocia a nuestra personalidad, valores y capacidades sociales. Intentemos destacar los aspectos positivos de nuestro carácter y mostremos la capacidad que tenemos para relacionarnos y colaborar con los demás para superar ciertos problemas.
No es controvertido asumir que hayamos podido tener conflictos con otras personas, ya que todos los hemos tenido, pero hay que mostrar optimismo en la posibilidad de mejorar y mediar en cualquier relación.
Sí
- 1. Mantén el contacto visual. Es mucho más decisivo de lo que parece. Esto no significa que no apartes la mirada del entrevistador, pero sí que mantengas un contacto visual recurrente.
- 2. Sonríe. Si quieres mostrar optimismo y positivismo, sonríe. Es una buena forma de conectar con el interlocutor.
- 3. Toma notas. No solo el reclutador tiene deberes durante la entrevista. Apuntar dudas o posibles preguntas para compartirlas al final de la misma demostrará que te preocupa la conversación.
- 4. Cuida la primera y la última impresión. Es crucial tener en cuenta cómo has impactado en una impresión a primera vista, y cómo te despides del entrevistador. Puede marcar la diferencia en la opinión que se forme sobre ti.
No
- 1. No adoptes una actitud molesta. Hacer ruidos con bolis o chicles, rascarse, dar golpes con el pie… son acciones que denotan impaciencia y generan estrés.
- 2. No mires el móvil. De forma inconsciente, significa que no te interesa lo que está diciendo el reclutador.
- 3. No pierdas la concentración. Este hecho genera que te pongas a divagar y olvides tu guion. Ten claro lo que vas decir; sé breve y conciso.
- 4. No parezcas descuidado. Desconocer la política de dress code de la compañía y no ir vestido acorde a ella (como ir en vaqueros a una empresa donde la vestimenta es formal) puede generar una primera impresión negativa.