Imagen: Justyna Furmanczyk
Para los padres suele ser difícil confiar a un tercero el cuidado de sus pequeños. Las obligaciones laborales, la necesidad de ocio y el alto precio de las guarderías requieren en ocasiones recurrir a las canguros, que cobran entre cinco y diez euros la hora (los precios varían en función de la capacidad acreditada en el currículum de las trabajadoras).
Hay compañías que cuentan con personal de experiencia contrastada que, además del sueldo por horas, cobran por el servicio de búsqueda
En España el 33% de las mujeres llega a su puesto de trabajo antes de que abra el colegio y el 59% termina su jornada laboral después de que los niños salgan del centro educativo. La conclusión es que son varias las horas durante las que el menor tiene que ser cuidado por otra persona diferente a la de sus padres. Una alternativa para estos casos son las guarderías, públicas o privadas. Pero las cuotas de estos establecimientos pueden representar hasta el 50% del salario mínimo interprofesional: entre 180 euros y 305 euros por niño. Dependiendo de la cantidad de hijos, puede ser más rentable contratar a una niñera. Pero ¿cuál es la manera más segura y económica de hacerlo?
Hay empresas de servicios domésticos que ofrecen trabajadores para mantenimiento y limpieza del hogar, cuidado de niños y de personas dependientes. Estas compañías cuentan con personal con experiencia contrastada pero, además de la paga por horas, cobran por el servicio de búsqueda. Esto incluye dar con la persona indicada según las necesidades del cliente (perfil, horarios, etcétera), y diferentes períodos de garantía durante los cuales se asegura a los padres el reemplazo de la canguro en caso de disconformidad o ante cualquier contingencia. Una empresa madrileña que ofrece personal en todo el país, por ejemplo, cobra por la búsqueda de una canguro con un período de garantía de un año cerca de 400 euros; si se firma un aval por seis meses, hay que pagar 225 euros, y si se reduce este período a un mes, 110 euros; precios que no incluyen el coste por hora.
Buscarla por cuenta propia
Son las recomendaciones de otros padres en el ámbito escolar o social de los niños las que, sin duda, garantizan una mayor confianza y seguridad en el momento de contratar una persona al cuidado del pequeño. No obstante, tablones de anuncios en los comercios del barrio, carteles en los postes de la vía pública y en los periódicos, así como algunas páginas web son también una fuente a la que recurrir. Así, una de las páginas de Internet con más éxito y más visitada de España en los últimos años es www.canguroencasa.com , un portal que cuenta con un canal de opiniones donde pueden conocerse las experiencias y recomendaciones de otros padres. La página web recibe 2.000 visitas diarias y gracias a su intermediación se contratan cada día un promedio de 15 canguros en todo el país.
Por una cuestión de seguridad en las páginas web no se muestra el teléfono ni el mail de los oferentes ni de los solicitantes
«El sistema más seguro en la elección de una canguro es, una vez establecido un primer contacto por mail o por teléfono, verse cara a cara en una entrevista personal», afirma Jordi Martín, director de la página web. «Hay personas que contratan por una agencia y le duran dos días. He podido comprobar por los mensajes en nuestra página que muchas de esas empresas buscan a las canguros en Internet», añade Martín. Por esta razón, los mensajes que se envían en la página se controlan para bloquear los que no parecen confiables, manifiestan dobles intenciones o pueden resultar ofensivos. También por una cuestión de seguridad no se muestra el teléfono ni el mail de los oferentes ni de los solicitantes. Además de ésta, hay otras páginas web, como www.cyberpadres.com , que para publicar anuncios de servicios relacionados con el cuidado de los niños exigen que se rellene un formulario, lo que da una relativa seguridad respecto a la identidad de las profesionales.
Se estima que en España alrededor del 50% de quienes ofrecen el servicio de cuidado de personas son inmigrantes de origen sudamericano. Entre la oferta total hay estudiantes universitarias, enfermeras o especialistas en educación infantil. «La mayoría de las canguros tiene disponibilidad parcial; también hay madres que ya han criado a sus hijos y que se ofrecen a tiempo completo», afirma Jordi Martín. Debido a sus condiciones de trabajo precarias -no siempre al amparo de los derechos laborales y la seguridad social- la oferta de este servicio es inestable.
Se estima que sólo el 25% de las canguros contratadas son dadas de alta en la Seguridad Social. La Comisión Confederal contra la Precariedad de la Confederación General del Trabajo (CGT) realizó un estudio en el año 2005 en el que se explica cómo proceder respecto a las altas en la Seguridad Social dependiendo del caso.
En primer lugar, el empleador sólo tiene que dar de alta a sus trabajadoras en caso de prestarse el servicio como mínimo durante 72 horas mensuales o a partir de los 12 días trabajados en un mes. Pero sólo se obliga a dar de alta y pagar las cuotas al organismo público si la empleada trabaja única y exclusivamente en su hogar. Esto quiere decir que, en caso de alternar el servicio en varias casas, nadie tendrá la responsabilidad de hacerse cargo de los costes derivados del alta y de las mensualidades.
Por otro lado, no hay una ley que establezca cómo debe ser el contrato escrito, por lo que a menudo se opta por contratar uno verbal, favoreciendo así que se incumplan las condiciones pactadas, como las jornadas laborales máximas de 40 horas semanales, las diarias no superiores a las nueve horas, o los descansos semanales de 36 horas – 24 de ellas seguidas y preferentemente en domingo- . “Horarios que no se cumplen en la mayoría de los casos”, afirma la CGT en su estudio, haciendo referencia a la normativa del sector.