El sistema de franquicias en España cuenta con 1.078 marcas, 348.000 trabajadores y 63.944 establecimientos y presenta una facturación de 18.807 millones de euros en el primer semestre del año, según datos del Barómetro de la Franquicia, de la consultora Tormo & Asociados. A pesar de que se ha producido un ligero descenso en este tipo de negocio respecto a 2011, la crisis económica ha incrementado la externalización, la oferta y las distintas opciones de inversión en estas empresas. Por eso, dado que abrir una franquicia supone contraer un compromiso con una compañía matriz, bajo unas condiciones concretas, habrá que llevar a cabo un exhaustivo análisis de la operación. En el presente artículo se ofrecen las principales claves para abrir una franquicia, paso a paso.
1. Informarse: qué es una franquicia
En primer lugar, conviene informarse de todas las peculiaridades, funcionamientos, compromisos, riesgos, oportunidades y elementos esenciales que se incluyen en una franquicia. Es recomendable contar, desde el principio y durante el proceso, con un asesor especializado que disponga de conocimientos específicos del sector.
Conviene llevar a cabo un plan de negocio, con una evaluación de los costes-beneficios
Una franquicia es un tipo de contrato mercantil entre dos empresarios independientes: un franquiciador y un franquiciado. Con su asociación, el primero persigue expandir su marca y reducir estructuras y costes. Mientras, el franquiciado, a cambio de su inversión y un porcentaje de los beneficios, iniciará un negocio con la marca, la imagen, el soporte, la cartera de productos o servicios, una infraestructura de negocio que aporta una experiencia previa y los conocimientos que le ofrece el franquiciador.
2. Estudio minucioso de la inversión: plan de negocio
Una vez que se dispone de la información necesaria en torno a esta modalidad, conviene llevar a cabo un plan de negocio, con una evaluación de los costes-beneficios. El estudio y la planificación serán claves desde el primer momento.
Consiste en llevar a cabo un amplio análisis, tanto de dónde se invertirá, como de las capacidades propias para que la empresa funcione. Será imprescindible contar con información minuciosa, contactar con la empresa central o visitar otros locales de la misma red.
Además, habrá que realizar, lo antes posible, los siguientes cometidos:
- Definición de los objetivos.
Elección del sector en el que se tenga intención de iniciar la actividad.
Puesta en marcha de un estudio de mercado, económico y financiero, para estimar la viabilidad del negocio.
Análisis de los recursos disponibles: humanos, técnicos y económicos.
Conocer el plan de marketing del franquiciador y estimar su impacto por publicidad e inversiones sobre el negocio.
Rellenar el cuestionario de candidatura.
3. Elección del negocio
Ya con toda la información, es momento de elegir el negocio que se desea iniciar y responder a qué tipo de empresa podría funcionar y cuál se adapta mejor al perfil particular. Hay que valorar tanto las habilidades y preferencias personales, como la capacidad y oportunidades de negocio estudiadas con anterioridad.
Y habrá que recordar que abrir una franquicia conlleva unas peculiaridades importantes. El franquiciado tendrá que seguir unos métodos de trabajo predeterminados o aceptar que un porcentaje de sus beneficios irán al franquiciador. Se cede capacidad creativa a cambio de reducir los riesgos.
4. Asesoramiento legal
El asesoramiento legal resulta imprescindible para hacer frente al proyecto. El Comité de abogados expertos en la franquicia destaca los diferentes consejos legales que se deben seguir al abrir este tipo de negocio:
- La red debe estar dada de alta en el Registro de Industria.
Comprobar si la marca está registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Verificar que cuenta con controles de calidad y si está adherida a sistemas de arbitraje o a algún código deontológico.
Exigir al franquiciador el dossier de información precontractual que incluye sus datos de identificación e inscripción, la licencia, la descripción del sector de actividad, la experiencia, las características de explotación, la estructura y extensión de la red en España y los elementos esenciales del acuerdo de franquicia.
Contrastar la información facilitada por el franquiciador con otros franquiciados de la cadena.
Acudir a abogados especialistas en franquicia antes de tomar cualquier decisión.
5. Cerrar la financiación necesaria
Para abrir una franquicia, es necesario realizar antes los trámites necesarios para constituir una empresa
Abrir una franquicia implica un importante desembolso. El plan de negocio previo indicará la necesidad de financiación. Habrá que fijar esas necesidades y las vías para obtener el capital económico necesario para sufragarlas. La fluidez del crédito por parte de las entidades financieras continúa cerrada y resulta muy difícil obtener financiación. Si bien, al amparo de una franquicia consolidada, resulta más plausible. Hay que hacer frente a la inversión inicial y a las obligaciones financieras adquiridas.
Al ingresar en un negocio bajo la modalidad de franquicias, hay que acometer el pago de dos conceptos: el canon de entrada (más el de publicidad) y el royalty.
- El primero es un pago inicial a fondo perdido, que suele constituir, junto con los royalties, la retribución al franquiciador por la cesión de la marca y del modelo de negocio. Su importe depende de varios factores y varía entre los 6.000 y los 25.000 euros.
El royalty equivale a un pago fijo o variable y, en general, mensual que se abona en concepto de los servicios prestados por la central y por el uso de la marca o enseña franquiciada.
6. Firmar el precontrato de franquicia
Antes de llevar a cabo la firma del contrato, ambas partes pueden acordar un primer contacto en el que evaluarse, visitar la central y conocer el funcionamiento del negocio. Y si todo va bien, se firma un preacuerdo de franquicia, esto es, un contrato mediante el que el franquiciador otorga al franquiciado la reserva de una zona hasta que se encuentre el local adecuado.
Desde la Asociación Española para el Desarrollo y Defensa del Franquiciado (AEDEF), aconsejan su análisis por profesional experto y cualificado.
7. Buscar el local adecuado
Hay que firmar un contrato de arrendamiento o compra del local adecuado. Es importante encontrar la mejor ubicación posible, en función del tipo de negocio, y negociar su precio al máximo, pues al tratarse de una franquicia, este margen influirá de manera notable en la rentabilidad de la empresa. La central del franquiciador suele aconsejar al franquiciado el tipo de establecimiento y la ubicación más adecuada para la gestión de la actividad.
Una vez adquirido el local habrá que adecuarlo y decorarlo, pues ha de tener la misma imagen corporativa que el resto de establecimientos de la cadena.
8. Constituir la sociedad
Para abrir una franquicia, es necesario realizar antes los trámites necesarios para constituir una empresa.
Hay que decidir la forma jurídica que adoptará la empresa, establecerse como empresario individual (autónomo) o constituir una sociedad mercantil, con entidad jurídica propia.
9. Firmar el contrato de franquicia
El contrato es el documento que regulará la relación jurídica entre el franquiciador y el franquiciado, contiene el acuerdo de voluntad de los firmantes de entablar una relación empresarial a través del sistema de franquicia, así como el conjunto de derechos y obligaciones a cuyo cumplimiento se comprometen ambas partes.
El acuerdo debe incluir: la cesión de la marca al franquiciado, la transmisión del know-how (saber hacer) y la prestación de asistencia continuada al franquiciado durante toda la vigencia del contrato.
En el momento de formalizar el documento, el franquiciado tendrá que abonar el canon de entrada, que variará en función de la marca, y recibirá los manuales de franquicia. El franquiciador tiene la obligación de facilitar la información precontractual por escrito y con una antelación mínima de 20 días a la firma de cualquier tipo de contrato o precontrato, y antes de la entrega de un depósito.
10. Realizar la formación inicial y comenzar la actividad
Una vez llegado a este punto, el franquiciador deberá acudir a la central para iniciar su proceso de aprendizaje en la gestión del negocio y asistir a los cursos de formación.
Los últimos pasos antes de la apertura serán los relativos a la propia gestión de la empresa, como contratar personal, realizar los pedidos iniciales de mercancías, terminar de adecuar el establecimiento o publicitar la apertura del negocio. Con todo resuelto, se podrá proceder al inicio de la actividad.