Original y útil
La primera impresión es la que cuenta. Y esta máxima es válida también para las páginas web, de ahí que las empresas cuiden cada vez más tanto su diseño como la utilidad y comodidad de las mismas con el fin de captar la atención del internauta y de permanecer en su memoria. Los encargados de crear diseños originales y llamativos son los diseñadores de web, una profesión que, según los expertos, se encuentra en pleno auge y cuenta con un futuro más que prometedor.
Disponer de una página web ya no es un privilegio exclusivo de algunas grandes empresas. Este instrumento de comunicación y marketing es hoy habitual para cualquier pyme, profesional liberal, asociación, fundación o institución pública. La consulta diaria a Internet es una práctica habitual para millones de personas en todo el mundo, y lo primero que se hace para conocer una empresa o institución es visitar su web. La primera impresión viene determinada por la información que allí se encuentre y la imagen que proyecte. ¿Qué es lo que hace que una web sea recordada y asociada a un producto o marca? Hay una serie de recursos creativos que sirven para captar la atención del internauta, hacer que se interese por la empresa y sus productos. Por estas razones, las empresas cuidan cada vez más sus páginas web desde el punto de vista estético. No se trata tan sólo de crear un diseño más o menos bonito, sino de que la experiencia del visitante sea cómoda, útil y agradable.
Una demanda que no cesa
Las empresas que quieran hacerse un hueco en Internet mediante la creación de una página web tienen dos opciones. La primera es crear su propio departamento interactivo que gestiona y actualiza la página a diario. Una segunda posibilidad es la de subcontratar los servicios de una agencia especializada, o bien contratar a un diseñador “free-lance” de páginas web. Cualquier empresa puede demandar los servicios de estos profesionales. De hecho muchas agencias y consultorías contratan a menudo a este tipo de profesionales, pero lógicamente las que más solicitan sus servicios son las llamadas empresas puntocom (aquéllas que no venden en tiendas físicas, sino a través de Internet, o de forma simultánea), según explica Santiago Tabuenca, director de proyectos de MarketingNet.
Cuando una empresa requiere una web compleja o varios sitios web, probablemente incorporará a su plantilla un diseñador con un perfil técnico, como aclara Antonio José Castro Sánchez, analista web de la empresa especializada Sort. Con la aparición de los programas de gestión de contenidos -según añade Castro- las empresas que necesitan que los contenidos de sus webs estén permanentemente actualizadas ya no requieren de un programador para que las modifique, sino que serán los propios responsables de los contenidos (por ejemplo los departamentos de márketing o comercial) quienes se encargarán de la tarea y, además, sin ningún error de programación posible.
Se busca perfil creativo y técnico
¿Qué cualidades o habilidades profesionales se exigen a un diseñador web? Cuando se pregunta a los expertos por estas características, citan un buen número de cualidades. La primera es que tengan conocimientos actualizados de todo lo que es el sector de Internet. Algo que es muy importante y difícil, ya que se trata de un mundo muy dinámico, sujeto a continuos y muy rápidos cambios. Si no se está pendiente de todas las innovaciones que se van produciendo, en pocos meses los conocimientos se pueden quedar obsoletos. En este sentido, según indica Antonio José Castro, es importante tener “un manejo fluido de software como editores HTML, de texto, de gráficos y alguno de los muchos lenguajes de programación para la web como php, .net, java, etc. También requiere estar al día en gestores de base de datos como MySQL, MS SQL Server, gestores de contenidos, foros, blogs, conocimientos de accesibilidad, usabilidad, marketing en Internet, etc.”
Una última cualidad es la de ser un profesional con un claro perfil creativo. No hay que olvidar que uno de los principales requisitos para que una web sea eficaz, es que su diseño sea llamativo y original.
¿Qué tipo de funciones debe realizar un diseñador web en el día a día? La concepción general del término diseñador web es aquella persona que se encarga del ciclo completo de creación de una página web. Así, entre las tareas habituales que tiene que asumir, se encuentran el diseño creativo de la página, la maquetación y la programación de los módulos necesarios que constituyen la estructura de la web. También entran dentro de sus competencias la corrección de los contenidos facilitados por el cliente, y la gestión de dichos contenidos para la publicación definitiva en la página.
El trabajo de este profesional incluye el diseño creativo de la página, la maquetación y la programación de los módulos necesarios que constituyen la estructura de la web
En resumen, se pueden distinguir dos tipos de diseñadores web. Por un lado, están los profesionales con un perfil más creativo, que son por lo general licenciados en Bellas Artes o diseñadores gráficos, mientras que, por otro lado, están los profesionales con un perfil más técnico, que suelen ser informáticos o programadores.
¿En qué se diferencia uno de otro? El que tiene un perfil más creativo encuentra una mayor facilidad para diseñar webs atractivas, pero tendrá sus dificultades a la hora de realizar webs que requieran programación, según señala Castro. En el otro extremo, si el profesional tiene un perfil más técnico podrá afrontar webs complejas con facilidad, pero sus diseños dejarán mucho que desear. Normalmente, los departamentos de marketing por Internet de las empresas y las agencias especializadas tienen en sus plantillas a profesionales con ambos perfiles y cada uno cumple una misión específica dentro del ciclo de la creación y mantenimiento de la web.
Diseñadores free-lance
¿Qué salidas profesionales tiene actualmente un diseñador web? Son varias las posibilidades. Lo más habitual es que sean contratados por empresas que cuentan con departamentos de Internet o por agencias especializadas en marketing interactivo o diseño web. Pero también hay una tercera posibilidad: dedicarse como free-lance a esta actividad.
Muchos diseñadores se hacen autónomos para ejercer la profesión. Según algunos expertos ésta puede ser una interesante salida profesional siempre y cuando la experiencia y la cualificación del ‘free-lance’ le haga tener una buena cartera de clientes. Es habitual que los diseñadores web con perfil más técnico se asocien con profesionales de perfil creativo y ambos gestionen juntos sus propias empresas de creación de sitios web. En otras ocasiones, se convierte en una mera opción de supervivencia económica hasta que se consiga un contrato estable en una empresa. Según David Torres, jefe de proyectos web de la agencia Dejavu, “los profesionales trabajan con muchas limitaciones en dicha situación”.
Según los expertos, el diseñador web “free-lance” cuenta en su trabajo con una serie de problemas:
- Problemas en la gestión de clientes: El diseñador “free-lance” tiene que generar una cartera de clientes, regularizar este trabajo para conseguir un ingreso suficiente (porque tiene muchos picos) y cobrar. Así, hay clientes que piensan que una sola persona no podrá sacar un proyecto de ciertas dimensiones. Es evidente que una sola persona no puede competir en tiempos ni en calidad de servicio con una empresa establecida con una plantilla media de varias personas trabajando en proyectos web.
- No poder asumir varios proyectos simultáneos: En ocasiones, este profesional tiende a sobrecargarse de trabajo. En raras ocasiones decidirá rechazar un proyecto, para compensar de esta manera aquellos otros meses en los que el trabajo escasea. Esta sobresaturación, sin embargo, no es positiva, ya que puede repercutir de forma negativa en la calidad del trabajo y en el cumplimiento de las fechas de entrega.
- Falta de enriquecimiento profesional: El hecho de no trabajar en un equipo hace que haya una falta de conocimientos con calidad y de conocer de primera mano lo que se cuece en el mercado. Esta situación, a largo plazo, puede ser perjudicial. Como dice David Torres, “el diseñador web es como un director de cine y no puede ser al mismo tiempo guionista, actor, maquillador y decorador”.
Profesión en continua evolución
¿Cuánto cobra un profesional del diseño de páginas web? No puede hablarse de salario tipo, ya que el sueldo varía mucho en función de la empresa para la que trabaje (no es lo mismo una pyme, que una gran multinacional), así como de su experiencia y cualificación. Pero, según las fuentes consultadas, el salario puede oscilar entre los 1.000 y los 2.500 euros netos mensuales. En general, hay coincidencia en señalar que se trata de una profesión con un interesante futuro.
Aunque depende de la empresa, la experiencia y cualificación, el salario de un diseñador web puede oscilar entre los 1.000 y los 2.500 euros netos mensuales
Se puede considerar la situación de “muy buena”, tanto por el nivel de profesionales como por la demanda que existe para cubrir este puesto. No obstante, si hubiera que poner un punto negativo éste sería la escasez de “diseñadores excelentes”, tal y como explica Santiago Tabuenca, quien matiza que diseñadores “hay muchos, pero con la faceta que se requiere de artista, muy pocos”. Por otro lado, conviene destacar que la incorporación de excelentes profesionales de otras nacionalidades que están enriqueciendo mucho la profesión y aportando mayor posibilidades en el diseño”.
También Antonio José Castro destaca el problema de encontrar programadores web, siendo una práctica habitual la contratación de profesionales extranjeros. En cuanto a costes, destaca la incursión de empresas y profesionales “free-lance” de Argentina y otros países de Sudamérica, que realizan los trabajos a distancia ofreciendo precios muy competitivos.
Continuos cambios
No hay que olvidar que Internet es un sector sometido a rápidos y continuos cambios y el diseñador web, además de estar bien preparado, debe actualizarse y mantenerse al día. Internet, como apostilla Tabuenca, supone estar en competencia con el mundo entero: “Siempre ves una web que va más allá en diseño, en creatividad, en programación… surgen nuevos códigos de imagen, de desarrollo de promoción y así constantemente”.
Internet ya no es algo novedoso y las empresas cada vez tienen más claro lo que le piden a sus web. Son, por lo tanto, mucho más exigentes ante el trabajo del diseñador web, lo que hace que éste tenga que ser mucho más exigente y estar al día para satisfacer las expectativas de los clientes, como indica Castro. El éxito de una web radica en cumplir con el principal objetivo para el que se propuso crear dicha web. “En pocas palabras, si en una web se venden zapatos, el éxito se logra cuando aumenta la venta de zapatos por Internet desde esa web”.